Israel Izquierdo Florido aunque nació circunstancialmente en Cádiz en 1981, vivió en El Puerto en la calle de Los Atalaya, siendo el primero de cuatro hermanos del matrimonio formado por Rafael y Rosario. Su abuelo, Juan Izquierdo Fabra, (muerto trágicamente en un accidente de tráfico cuando, ya jubilado conducía su bicicleta por el puente Carranza de Cádiz, tuvo la tienda de conveniencia (venta de periódicos, chucherías, alimentación, panadería, droguería, papelería, juguetería, etc. etc…) en la calle Valdés, con la que sacó adelante y dio estudios a una gran familia. La tienda, en la actualidad, la regenta Antonio Cairón Olmo ‘el Gasolina’ (ver nótula núm. 1.241 en GdP).
En 1981, el año del nacimiento de nuestro protagonista, España temblaba todavía por la intentona de golpe de estado. El Puerto tuvo dos alcalde: el primero tras la llegada de la democracia, Antonio Álvarez Herrera y su sustituto, Rafael Gómez Ojeda. El número de habitantes de hecho era de 57.437 habitantes y 55.748 de derecho, siendo el número de hogares censados de 13.952. Ese año se cerraba el Monasterio de la Victoria, como centro de cumplimiento penitenciario; había permanecido como tal desde 1886. Rafael Alberti recibía el Premio Nacional de Teatro y el Premio Salinas, junto con José Bergamín, otorgado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y publicaba ‘Lo que canté y dije de Picasso’.
Israel estudió en el colegio ‘Pinar Hondo’ y en el Instituto de Enseñanza Secundaria ‘Pintor Juan Lara’. Pero pronto empezó a colaborar en la tienda de su abuelo, desde los 9 años, y así, entre estudios y despacho al público se fue forjando su carácter sociable.
A los 20 años deja la educación reglada y se marcha a trabajar a Mallorca, donde permanecerá por espacio de cuatro años y otros cinco en la isla de Ibiza trabajando en el mundo de la hostelería. El periodo entre islas lo pasó en Bilbao, trabajando también de camarero con un amigo de El Puerto. En Mallorca trabajará en el Hotel Playa de Muro, donde atendía una exigente clientela de ingleses, alemanes e italianos. Y si bien reconoce que no hizo el servicio militar --no le tocaba-- vivió un ambiente parecido en aquel establecimiento. En Ibiza aprende idiomas y trabajará en el chiringuito Bora Bora, como camarero de playa en una zona de 100 x 500 metros cuadrados, donde ganaba mas dinero con las propinas que con su sueldo reglado.
El Batzoki Indautxu, en Bilbao.
Y tras Ibiza, hace siete años, en 2005, se fue a trabajar, siempre en la hostelería, al municipio vasco de Leioa (donde se encuentra el aeropuerto de Bilbao); al año siguiente se colocó en el restaurante Batzoki Indauchu, en el centro de Bilbao. (Un batzoki es el nombre por el que se conoce a las sedes políticas y sociales del Partido Nacionalista Vasco; el término ‘batzoki’ significa ‘lugar para reunirse’ en vascuence y por ello, además de contar con oficinas y salas de reuniones, suelen disponer de servicio de bar y restaurante). ¡Y eso que Israel no habla el euskera!
Tras la barra del Bar Desberdin, en el centro de Bilbao.
En la actualidad trabaja en el centro de Bilbao, en la calle García Rivero, en el Bar Desberdín, una calle con muchos bares y propicia para ir de tapas (pinchos o pintxos que le dicen por allí). El establecimiento ha destacado en el XV Concurso de Pintxos de Bilbao y Bizkaia 2012: muchas de sus tapas son de diseño, e Israel se encuentra rodeado de buenos compañeros disfrutando, también, de un buen sueldo. Otro portuense de la diáspora. (Texto: José María Morillo).
Lógico que no tenga problemas con el eusquera en la ciudad de Bilbao. Te lo dice el hijo de un vizcaíno. Allí siempre se habló español, idioma que como sabrás, tiene en su origen una fuerte influencia del eusquera.