El que fuera presidente de honor del Racing Club Portuense, José del Cuvillo Sancho, escribía en un número especial de la Revista Cruzados, allá por 1968, sus impresiones sobre el Club del que fuera su presidente y cuyo estadio titular lleva su nombre, con motivo de haber sido el Campeón del Grupo XII de la Tercera División de la Liga Nacional, en la temporada 1967/68. Cumplía 40 años la entidad. Hace 44 años.
En la imagen de la izquierda, José del Cuvillo Sancho.
CUARENTA AÑOS EN EL RECUERDO.
Por el privilegio de la edad, yo así lo considero, porque Dios lo ha permitido y porque quien pudo hacerlo para ello me requiere, ahí van unas líneas entre cuyos hilvanes, quisiera poner lo más puro y lo más noble de mi afecto, junto con el fervor de algo transcendental y entrañable. En estos días, el ‘Racing’, lo diremos con el nombre de ayer familiar y localista, cumple 40 años. En estos días también, el Racing conquista el campeonato. Tremenda coyuntura para quienes estamos ya, como yo, muy lejos de la juventud. Pero que nos queda, don divino, un fuego inextinguible en el corazón.
De verdad, de verdad, que en mis pobres veleidades con el pensamiento escrito, jamás me vi mas confuso. Es tan grande el tema, que no se como salir airoso. Tengo ante mi un mundo de luces y sombras. Unidas, dispersas, cambiantes, saltando siempre ante mi frente.
En la imagen de la izquierda, Mariano López Muños.
Me veo en aquella lejana plaza del Polvorista con sus árboles y su polvo. Vuelvo a ver a mi lado a aquel gran portuense y gran amigo que se llamó Mariano López Muñoz, gordo, torpón, como una galera vacilante. Me parece que le vuelvo a escuchar con su cara de fraile alternando la zumba con la ternura. Y mientras tanto, entre las protestas de las vecinas de los viejos caserones, los primeros chavales ‘racinguistas’, corrían tras la pelota…
El Racing en la Plaza del Polvorista, en febrero de 1930.
Vuelvo a tener entre mis manos la Revista Portuense con las crónicas de Penalty, verdaderos pecados deportivos. Vuelvo a recordar aquellos partidos veraniegos donde a título de festejos se disputaban las copas donadas por el Municipio. Y el ‘Campo de los Ranos’. Y la Gimnástica. Y el campo del Tiro de Pichón. Y después la guerra, la guerra de Franco. Mas tarde, la mayoría de edad del Racing, el acceso a la Tercera División, con su tremendo tinglado. La noble lucha deportiva con los Clubs de la provincia, destacando atrás Puerto Real y después el Jerez Deportivo. Y [el campo de Eduardo Dato] que crece, que se puebla de tribunas, que se amplía el graderío. Y luego, los años de tensión deportiva, rondando los primeros puestos…
¡Ay Señor, cuánto y cuánto recuerdo! y entre tantas luces, no podían faltar las sombras. Joaquín Gálvez y Antonio Ortega, malogrados, vencidos por la muerte. Como ya he dicho, en estos días cumple el Racing cuarenta años. En estos días también el Racing conquista el Campeonato. Dicho así queda bien en términos castrenses. O si lo queremos mas ello, recordemos a Juan Ramón, cuando dejó escrito: ‘No la toques más!/ que así es la rosa’. Delante de nosotros está abierto el futuro, un futuro donde las banderas se agitan incansables… ¡Ay Señor, cómo pesan pero que bien pesan sobre mis hombros estos cuarenta años en el recuerdo!. /Texto: José del Cuvillo Sancho.