El padre de los hermanos “Chirri” , Juan Manuel Travieso se dedicada al marisco y por eso no es raro que sus hijos: José Manuel, Enrique y Angel tengan un don especial para tratarlo. Su restaurante, El Rincón del Chirri, es famoso por esto y por su pescado, materia prima cocida o frita, nada más y para qué más.
El personal de El Chirri en estado de revista. El primero de la fila es Enrique Travieso, uno de los cocineros y el tercero su hermano José Manuel que se ocupa de comprar y supervisar el género. (Foto: Pepe Monforte).
José Manuel Travieso Robles, 57 años y el mayor de los hermanos, se encarga de las compras. Sus proveedores dicen que es duro “y sólo quiere lo mejor”. Sus gambas las adquiere en la lonja de El Puerto de Santa María y suelen pescarse en la provincia de Cádiz. “Hay muy poca”, afirma, pero nosotros la compramos porque es el mejor género. Luego Enrique y Angel, los hermanos que se ocupan de la cocina, señalan que lo único que hacen es cocerla en su punto justo y ponerle sal, nada más. Afirman que son tan buenas porque “el género es muy bueno”.
Suculenta vitrina a la vista en el restaurante.
El Rincón del Chirri, fundado hace 7 años, aunque ya antes los hermanos habían regentado el Bar ‘El Tiburón’ y otro rincón del Chirri que estuvo en la avenida de Sudamérica, es un establecimiento de esos de materia prima. Su especialidad son los bogavantes que también sirven cocidos y son cogidos en la provincia. En temporada también son famosas su galeras de coral cocidas, pero tampoco hay que perder de vista el pescado fresco, los chocos fritos, unas coquinas al vapor o a la marinera, unas tortillitas de camarones, los lenguados soldao fritos o a la plancha, las cigalas cocidas, o unas estupendas huevas fritas. No hay carta y el encargado del local te dice las existencias del día.
La ración de 300 gramos de gambas cocidas se cotizó a 15 euros (60 euros el kilo) aunque el Chirri advierte que el precio puede variar en función de al precio que las encuentre. Pero como en el mundo hay que decidirse nos decantamos (verbo finísimo) por las gambas, que siempre son las gambas y además es un producto cardiosaludable, digan lo que digan los médicos, porque se hace ejercicio pelándolas.
Gambas de la Bahía de Cádiz, servidas cocidas en El Rincón del Chirri.
Primera consideración importante. No se le vaya a ocurrir quitarle la cabeza a estas gambas que pone El Chirri y no pegarle unos lengüetazos porque habrá perdido uno de los momentos culmen de esta ración. Tienen más coral que todas las Islas Fiji juntas. Una vez dejadas las cabezas más limpias que si hubieran sido lavadas con Perlán, es momento de ese instante erótico de la mariscodoncia que es quitarle el caparazón a las gambas. Se hace fácil lo que indica buena cocción y buen producto. Y el cuerpo gambístico no se queda atrás de la cabeza, jugosito y en un excepcional punto de sal, sobresaliente y sobrecomible.
El Rincón del Chirri tiene una decoración funcional. Los salones son amplios y cuentan con aparcamiento privado. Abre todos los días para almuerzos y cenas, excepto los domingos por la noche y los lunes enteros. (Texto: Pepe Monforte).