Alfonso Ussía, con un retrato de su abuelo, Pedro Muñoz-Seca.
Club «El Buzo», Vistahermosa, Puerto de Santa María, con Cádiz enfrente, cerrando la tenaza de la Bahía de los Poetas. Una mesa larga, de goma, abierta a todos los que quisieran compartir el aperitivo. Había allí representantes familiares de todas las grandes bodegas del Puerto y de Jerez, pero sólo se pedía y se tomaba el vino de una de ellas, en concreto, de Osborne. «Fino Quinta» con su etiqueta roja y el toro de Manolo Prieto. Se sentaban bodegueros Domecq, Terry, Caballero, González, todos competidores de otros, y sólo se pedía un vino. Me aclararon la curiosidad. «Siempre se pide el vino de la familia de la mujer de más edad sentada en la mesa». Se me antojó un detalle y un ejemplo de buena educación. (Texto: Alfonso Ussia).