La historia de Isabel Oreni Mayi, fallecida ayer a la edad de 81 años, es representativa de tantas mujeres que apoyaron a sus maridos en la conquista de las libertades democráticas. Esa libertad de la que hoy gozamos y que nadie regaló. Isabel como otras mujeres de activistas políticos durante la dictadura se señaló ¡y como!, sufrió privaciones y una situación de miedo prolongada en el tiempo. Miedo por ellas mismas y por sus maridos, quienes, valientes, luchaban por una libertad a la que España le era ajena. La mujer del primer alcalde del actual periodo constitucional, Antonio Álvarez Herrera es figura principal en la vida de éste, matrimonio que supo inculcar una serie de altos valores en sus hijos, María Antonia, Fernando y Agustín. En 2006, poco antes del fallecimiento de Antonio Álvarez, tuve la oportunidad de asistir a la entrevista que le hizo para Diario de Cádiz Francisco Andrés Gallardo.
Cuando Antonio recordaba junto a su Isabel como aguantaban las torturas, los suplicios a los que eran sometidos en los calabozos de la prevención del antiguo Ayuntamiento que está siendo restaurado, hubo un momento que no se describir. Recordaban como se daban fuerzas, ya detenidos, cantando ‘La Internacional’. Antonio empezó a entonarla, con un nudo en la garganta, su mujer le siguió, rompiendo a llorar,… recordando. Se hizo el silencio. Y un trozo de la historia de El Puerto se vivió en aquellas cuatro paredes del partidito de la calle San Juán, de alquiler, donde el alcalde Álvarez percibió los últimos latidos de la Ciudad. Recordando. Como hoy recordamos a esa mujer valiente, representante de otras tantas que apoyaron a sus maridos en la lucha por la libertad.
Isabel Oreni en el Bar Vicente. En primer término, Antonio, informándose. (Foto: Colección Bar Vicente).