Hoy martes a las 21:00 horas, en la sede social de la Academia de Bellas Artes ofrece una conferencia el Dr. en Historia Juan José Iglesias que versará sobre "El Puerto de Santa María en la época del Marqués de la Ensenada". Será presentado por el académico Javier Maldonado Rosso.
Zenón de Somodevilla y Bengoechea, I Marqués de la Ensenada nació en Hervías, (La Rioja), en 1702 y falleció en Medina del Campo, (Valladolid), el año de 1781. Procedente de una familia de hidalgos, fue incorporado al servicio de la Monarquía por Patiño, quien le reclutó como oficial del Ministerio de Marina durante la preparación de una expedición a Ceuta en 1720.
Ascendió progresivamente en la carrera burocrática hasta el puesto de comisario de Marina en El Ferrol (1730). Pero lo que le encumbró políticamente fue su eficaz labor como organizador de la escuadra española destinada a reconquistar Nápoles para el príncipe Carlos (el futuro Carlos III) durante la Guerra de Sucesión de Polonia (1733); sus servicios fueron premiados con el título de marqués de la Ensenada en 1736.
Desde entonces ocupó los más altos cargos de la Monarquía: secretario del Consejo del Almirantazgo (1737), intendente de Ejército y Marina de la expedición a Italia durante la Guerra de Sucesión de Austria (1741)… y, en 1743, secretario de Estado y del Despacho, ocupando simultáneamente tres de las cuatro carteras ministeriales existentes: la de Hacienda, la de Guerra y la de Marina e Indias. Su poder se completó con cargos como los de notario de los reinos de España, lugarteniente general del Almirantazgo, superintendente de las Rentas de Millones y de Tabacos, miembro del Consejo de Estado… La muerte de Felipe V en 1746 mejoró aún más su situación, pues el nuevo monarca, Fernando VI le confirmó en todos sus cargos y le nombró además secretario de la reina (1747).
MINISTRO UNIVERSAL.
Convertido prácticamente en ministro universal, Ensenada encaminó su política hacia el fortalecimiento del Ejército y la Marina en previsión del inevitable conflicto que, a la larga, tendría que sostener España con Inglaterra por sus intereses coloniales enfrentados, conflicto en el que desconfiaba de poder contar con la ayuda de Francia. Para ello se esforzó por impulsar la economía productiva de la Península y el comercio con América, mejorar el rendimiento del sistema fiscal, fortalecer el control de la metrópoli sobre las Indias y reconstruir la flota.
DESPOTISMO ILUSTRADO.
En ese ambicioso programa destacan medidas como las nuevas ordenanzas militares, el envío de «espías industriales» a Europa para modernizar la construcción naval española, la creación del Real Giro, el levantamiento de un catastro general de la riqueza de las 22 provincias castellanas --el famoso «Catastro de Ensenada»--, el proyecto de simplificar la Hacienda y hacer contribuir a los estamentos privilegiados a través de la Única Contribución, la construcción de canales y carreteras… en definitiva, una acción de fortalecimiento del poder real y de fomento de la riqueza del país, que le sitúan en el ámbito del ‘Despotismo Ilustrado’ propio de su época.
CAÍDA EN DESGRACIA.
Su posición en la corte fue socavada desde 1746 por el secretario de Estado Carvajal, representante de los intereses ingleses; tras la muerte de aquél en 1754, Ensenada cayó del gobierno por la acción combinada de las protestas inglesas y del malestar que sus iniciativas fiscales habían causado entre los estamentos privilegiados. Fue desterrado en Granada y, posteriormente a El Puerto de Santa María.
“Vista del Puerto de Santa María”, óleo sobre lienzo, 70 x 95 cm, 1781-1785 (propiedad del Museo del Prado, en depósito en el Museo Naval de Madrid)
ENSENADA, EN EL PUERTO.
Zenón de Somadevilla viviría la segunda parte de su destierro por dos años y medio en El Puerto de Santa María. El jueves 15 de diciembre de 1757 llegó a dicha Ciudad el marqués de la Ensenada, procedente de su destierro de Granada. Una enfermedad aconsejó en 27 de septiembre anterior, por medio del médico José de Nájera, «para curar el accidente de pecho que padecía» que se trasladara a una ciudad con aires más húmedos y menos fríos que los de Granada. El rey Fernando VI había resuelto el 26 de octubre que residiera en El Puerto «por la benignidad del clima». Así el 19 de noviembre salía de Granada, tardando casi tres semanas en llegar a nuestra Ciudad, el 15 de diciembre de 1757, acompañado de un religioso y un oficial. /En la imagen portada de ‘Don Cenon de Somodevilla, marqués de la Ensenada; ensayo biográfico formado con documentos en su mayor parte originales, inéditos y desconocidos (1878)’, de Antonio Rodríguez Villa. Madrid.
En El Puerto el Comandante Juan de Villalba le puso en su casa, para su resguardo y el de sus bienes cuatro hombres con un cabo de escuadra «por hallarse situada su habitación en un extremo del pueblo y los muchos robos que allí se acometen». El Ministro de Estado Ricardo Wall le indica, días después que «por no aprobarlo S.M. el Rey retire a su cuartel los cuatro hombres y el cabo que en casa de Ensenada había puesto de guardia, porque ni corresponde al estado actual del señor Marqués, ni se halla preso» y que deberá considerarse confinado en el recinto de la Ciudad, como lo estuvo en Granada, y que «no deberá en modo alguno pasar a Cádiz». /En la imagen, edición actual del volúmen de Antonio Rodríguez Villa sobre el Marqués de la Ensenada.
La envidia y encono de sus émulos llegó hasta el punto que se falseó su vida tranquila trocándola como si fuera licenciosa. Tuvo que intervenir el Arzobispo de Granada para desmontar la infamia. A Ensenada le hubiera gustado haber continuado su destierro «donde vivir con más quietud y menos bulla», y es que le repugnaba ir a puertos de mar, por razones que no explicaba.
LIBERACIÓN.
El 13 de mayo de 1760, en la Gaceta de Madrid, se publicaba el decreto mediante el cual el nuevo rey, Carlos III, (a la izquierda de la imagen) levantaba el destierro que el de la Ensenada mantenía en El Puerto, si bien recibiría el traslado del mismo con anterioridad a la fecha de la publicación, pues el 6 de mayo ya estaba en Madrid.
Tras la liberación recibió los cargos de consejero de Estado y Hacienda y miembro de la Junta del Catastro. Seis años más tarde, en 1766, fue acusado de haber participado en el motín de Esquilache y nuevamente confinado, esta vez en Medina del Campo, donde murió en 1781.
CATASTRO
Desde 1749 se realizó, en los 15.000 lugares con que contaba la Corona de Casrtilla (entre los que no se cuentan los de las provincias vascas, por estar exentas de impuestos), una minuciosa averiguación a gran escala de sus habitantes, propiedades territoriales, edificios, ganados, oficios, rentas, incluyendo los censos; incluso de las características geográficas de cada población. Fue ordenada por el rey Fernando VI a propuesta de su ministro el Marqués de la Ensenada y recibe hoy el nombre de Catastro de Ensenada.
En la imagen de la izquierda portada del ejemplar de Juan José Iglesias Rodríguez, "PUERTO DE SANTA MARIA EN 1752, según las Respuestas Generales al Catastro del Marques de la Ensenada". (Madrid,1991). Ed. Tabapress/ Ayuntamiento. de El Puerto de Santa Maria. 157 págs. 15 x 23 cm. Indice: Puerto de Sta. Maria en el siglo XVIII. Respuestas Generales.
Mapa General de España y Portugal con la división provincial del momento (1782) por D. Tomás López. Biblioteca Nacional.
RESPUESTAS GENERALES.
El resultado a este Interrogatorio de 40 preguntas, al que respondieron las 22 provincias que a mediados del siglo XVIII conformaban la corona de Castilla, es lo que conocemos como “Respuestas Generales” realizadas entre 1750 y 1756, al tener que repetirse todas las relativas a Murcia, -excepto Caudete-. Se pretendía obtener información precisa sobre diversos aspectos de cada población: su extensión y límites, tipos y calidades de las tierras, clases de árboles y frutos, número de vecinos y sus bienes, riqueza, impuestos, rentas y un largo etcétera, que proporcionaría a la administración un profundo conocimiento del territorio, del que en esos momentos carecía.
En 1869 sus restos mortales fueron trasladados al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, y empezaron a editarse obras retrospectivas sobre su labor al frente de la política española. (Basado en textos de Antonio Rodríguez Villa).
En su honor se construyó el Petrolero de Flota "Marqués de la Ensenada" partió el pasado 20 enero de la Base Naval de Rota, para integrarse en la agrupación de la OTAN, SNMG-1, ante una de sus últimas navegaciones antes de pasar durante el segundo semestre del presente año a situación Delta y posterior baja de la Lista Oficial de Buques de la Armada.