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En el circo, los presentadores esos engolados que daban paso a los artistas destacaban como máximo atractivo cuando un trapecista, de esos de capa como de papel de aluminio floreado, se atrevía a hacer una cabriola sin red, a pique de quedarse escuajeringao para toda la vida si no se enganchaba bien a la barrita. Ayer a mediodía tuve la suerte de ver un espectáculo, casi de circo, pero de los buenos, protagonizado por un cocinero que actuaba ante el público también sin red porque su cocina, dos freidoras, la plancha y toda la zona de preparación entera está situada delante del cliente... Sin red y tan sólo separado del espectador por la barra. Esta, más bien, fija.

Tardé más de una hora en comerme media ración de tortillitas de camarones y otra media de cazón en adobo, las dos de matrícula, boquiabierto, totalmente encarajotao viendo como aquel hombre, con todo más escamondao que la túnica de un papa, preparaba los platos en riguroso directo. Y todo eso a pesar de que Juan Luis Cordero, el cocinero artista que actúa sin red, tiene ya, según figura en el artículo que le dedicó en su día la página web de José María Morillo 'Gente del Puerto', más de 60 años, muchos de ellos ya al frente del Bar Pijota un barecito casi escondido en una calle contigua al hotel Los Cántaros de El Puerto de Santa María.

En unos tiempos en que tanto se pone en duda la honradez y la valentía, ver a este hombre preparar unos platos, un arroz que estaba haciendo delante tuya como si fuera Arguiñano pero sin perejil, es un lujo que debe ser conocido por la humanidad y por eso lo cuento, para que vayan a contemplarlo y a disfrutarlo.

Bueno por eso, y de camino, porque Juan Luis hace unas tortillitas de camarones que se meten en mi particular 'quinario' gaditano de las tortillitas y que consiste en recorrer estas cinco capillas: El Faro de Cádiz, el Ventorrillo del Chato, el Bar León de San Fernando, El Faro de El Puerto y Balbino de Sanlúcar.

Ahora podemos unir como «solemne función principal» las del bar El Pijota de El Puerto. Las suyas, finitas y cucurruítas como mandan los cánones, se comen con gran devoción y recogimiento...Bueno y también con picos, que son siempre una tentación y otro gran tesoro que tiene Cádiz. ¡Qué buenos picos tiene este provincia, Virgen del Adobo!

Si hay un 'jubileo compostelano' que se gana visitando la catedral de Santiago debe haber un jubileo 'tortillocamaroreano' y que consiste en recorrerse los mejores bares donde hacen tortillitas. Que alguien llame al Vaticano. (Texto: Pepe Monforte).

Mas información de ‘El Pijota’.

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Juan José Güelfo Borrajo nace el 31 de mayo de 1983, justo el año en el que salió al mercado el compact disc, comenzando así la desaparición del vinilo. Hijo de Juan y Ana, ambos nacidos en El Puerto, tiene una hermana menor llamada Ana. De pequeño vivió en un piso de los que resultaron tras la demolición de las Bodegas de Miguel M. Gómez, en la Avda. de Puerto Sherry  ya de mayor en Valle Alto.

El año del nacimiento de Juan José, era alcalde de la ciudad Rafael Gómez Ojeda.  El poeta Rafael Alberti recibía el Premio Cervantes. El argentino afincado en El Puerto, Alfredo Jorge Suar Muro, médico de la Prisión de El Puerto, era asesinado por la banda criminal ETA. Se constituía la Empresa Municipal de Aguas ‘Aguas de El Puerto-APEMSA’. Se derriba la antigua Cárcel de Mujeres cuyo nombre perdura en la plaza de la Cárcel, inaugurándose al año siguiente en su solar el Hotel Los Cántaros.

Mercedes García Pazos y Olga Lozano Cid, publicaban la Guía Histórico Artística de El Puerto. Se constituía la asociación historiográfica ‘Aula Menesteo’ que publica la Revista de Historia de El Puerto.Ese año se presentaba a los comicios locales el Grupo Independiente, consiguiendo un acta, la del ex alcalde comunista, Antonio Álvarez Herrera. Se promulgaba un Real Decreto mediante el cual se determinaban los partidos judiciales a considerar, a los efectos de las elecciones a diputados provinciales. Nace también José Recacha, integrante del grupo Glazz.

Estudió Juan José primaria en el Colegio Público Pinar Hondo, secundaria en el IES La Arboleda y el bachillerato en el Insitituo Pedro Muños Seca. La carrera de Ingeniero Técnico en Informática en la Universidad de Cádiz. Aficionado a los deportes: patinaje y montañismo, vive y trabaja en Noruega.

Un paisaje de los fiordos noruegos: Sula.

NORUEGA.
Desde pequeño siempre admiró la naturaleza y la belleza de los fiordos noruegos, el cambio de noche eterna y día pleno entre las estaciones de invierno y verano, y el modo de vida del norte de Europa. El intercambio con una universidad de aquel país le valió para comprobar todo aquello, que antes sólo  había visto por televisión y en los libros. Allí se estableció al acabar los estudios. Es el autor, gerente general y socio mayoritario de Encripto AS, empresa especializada en seguridad informática.

Una vista de Alesund. (Foto: Sergio Jordana).

ALESUND.
Vive en Alesund, ciudad conocida por su arquitectura de estilo Art Nouveau, por sus fiordos y los altos picos de los Alpesn Sunnmorsalpene. Es una ciudad que está asentada en siete islas de la costa oeste noruega, que la conforman.  La ciudad fue destruida en enero de 1904 en un gran incendio, pero curiosamente solo murió una persona, aunque apenas quedaron casas en pié. El káiser Guillermo II de Alemania, que veraneaba en las cercanías, envió 4 barcos contenedores con materiales para construir albergues temporales y, tras un periodo de planificación se forjó el estilo arquitectónico tan característico que la define, con torrrecillas, agujas y ornamentaciones decorativas. Se la denomina, una más, la Venecia del norte.

Con amigos de El Puerto practicando 'Paintaball'.

EXPERIENCIA LABORAL
Pequeños contratos de temporada y mucho mantenimiento informático por su cuenta. que, aunque no le suponían mucho dinero, le servían para cubrir sus gastos. Ha trabajado los últimos tres años como profesor de cursos a distancia de la Sociedad Andaluza de Educación Matemática Thales, y como ingeniero para una importante empresa de informática en Noruega.

La foto está tomada en la cumbre de la montaña Emblemsfjellet (Noruega).

La imagen está tomada patinando en el lago helado de Brusdalvannet (Noruega).

INFORMÁTICA Y CRIPTOGAFÍA.
Desde pequeño le atrajeron la Informática y la Criptografía, empezando con un Sprectrum Sinclair,  con el que se fue introduciendo en este mundo tan complejo como es el de la informática. Sin embargo, pronto se daría cuenta de que la seguridad informática, la Criptografía, y todo lo relacionado con ella se convertiría en una de sus pasiones: Encripto, de la que es como ya se ha dicho, su creador.

Encripto er spesialist innen IT-sikkerhet og sikkerhetstesting. Ved å bruke samme metoder som en eventuell angriper ville brukt, gir vi et realistisk bilde av sikkerhetssituasjonen i din bedrift.

LA EMPRESA ENCRIPTO.
Encripto es el resultado de la experiencia, de un cúmulo de situaciones y de ideas.
La mayoría de las personas usan los ordenadores sin saber las consecuencias que ello tiene en lo que a la seguridad respecta. Ya sea porque la informática sea algo abstracto, o por la falta de interés, la gente no conoce los peligros que existen más allá de la pantalla del monitor, una vez el ordenador se conecta al mundo a través de internet.

La empresa Encripto aporta aporta soluciones,  descubriendo y solucionando problemas de seguridad informática que tienen las empresas de hoy día, así como informando a los usuarios de los riesgos que existen.  «--Es muy sorprendente ver la idea tan equivocada que circula con respecto a estos temas», afirma Juan José. Sin duda, los medios de comunicación, el cine, y demás contribuyen desinformando, ya que mitifican y no explican los problemas de seguridad informática.

Con su familia, en El Puerto de Santa María.

ESPAÑA EN LA LEJANÍA.
Salir de España le ha abierto la mente de una forma que él no imaginaba. Desde fuera se ven muchas cosas, temas relacionados con España, política, sociedad... que no se ven desde dentro. «--Sin importar quien gobierne», explica Juan José «me ha dado cuenta de que España es la que lleva el paso cambiado en este desfile de países que conviven en la cultura occidental».

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(Continuación). Pero volvamos a la enseñanza. A los niños, una vez dominaban los palotes y silabeaban con fluidez, se les ponía a escribir con tinta. Este superior escaño requería un cabillero de madera y varios plumines de acero, además de un tintero, que, empotrado en el pupitre, permitía mojar la pluma en la tinta cada vez que era necesario. Ni que decir tiene, la cantidad de borrones y manchas que producíamos con la tinta, antes de calcular siquiera someramente la cantidad necesaria. Menos mal que, durante la clase, usábamos un sobretodo, o baby de tela de crudillo que antes de lavarlo había que sumergir en leche, para eliminar la tinta.

En los cuadernos de Raya I, Raya II o Raya III, íbamos haciendo palotes y letras, a imitación de la muestra, y, al acabar la página, le pasábamos un papel secante. El repaso del Catón, libro para ejercitarse en la lectura, las explicaciones de Historia Sagrada de la que recuerdo la de José en Egipto y lo de las vacas gordas y las vacas flacas, o la de Moisés, abandonado en una cestita embreada flotando en las aguas; la urbanidad, con las viñetas del comportamiento del niño bueno y del niño malo...etc. constituían lo principal de la enseñanza.

Las niñas hacían lo mismo, pero asistían, además, a clase de solfeo, piano, dibujo, pintura, labores y cultura general, hasta que se instauró, en este Colegio, el bachillerato que cursaban por libre y se examinaban en el Instituto Padre Luis Coloma de Jerez.

De cuando en cuando, te daban, para que se los dieras a tus padres, estampas y folletitos de "Teresita", una novicia que había muerto en olor de santidad en Carabanchel, y que en mi casa acogían con cariño, porque la tal Teresita --en la imagen de la izquierda-- era hija de un primo segundo de mi bisabuela Magdalena.

Y hablando de Carabanchel, el noviciado del Instituto, allí fueron y por allí desfilaron muchas niñas portuenses creyendo tener vocación de Carmelitas unas, y, otras, con verdadera vocación que han perseverado. Así, Consuelo Máiquez, Anita Prieto, Antonia y Loli Palomino, Mati y Tere Tejada Prieto, Lina Casado, o Marisina Moresco que perseveraron. Y de las que no, Charo Prieto, que llegó a profesar, y las fugaces Lalote Bermúdez Tejada y Conchita Benvenuty Díaz, entre otras muchas.

Notables fueron las fiestas del colegio. Se engalanaban los patios con farolillos y gallardetes; se montaba en la clase de los niños una tómbola; se representaban obras de teatro, sainetes y pasillos de comedia, en los que eran inevitables Enriquetita Osborne y María Muñoz; se hacían barracas, como, por ejemplo, aquella que tenía un boquete por donde asomabas la cara y, en un espejo, colocado enfrente, te veías convertido en monja carmelita. O juegos malabares. O puestos de chucherías. También hubo carreras de cintas en bicicletas. Lo que se recaudaba iba  para la Obra Pontificia de la Santa Infancia.

En las fiestas del día de la Madre Superiora, recuerdo, en el salón de arriba, un grandísimo telescopio de cartón sobre un trípode, por el que miraban Monchi Merello y Antonia Palomino, y cada una decía lo que veía, que no veían nada, sino lo que se habían aprendido en el guión: las estrellas, la inmensidad del firmamento, el Padre Eterno, la Virgen María, los Ángeles...

De izquierda a derecha en la fila superior, Fernando Arjona González, Rafael Gómez Giménez, Manuel Jesús Merchante Gutiérrez, Gaspar Aranda y Antón, Antonio Arredondo del Río, José María Gutiérrez Colosía, Desconocido, Juan Luis Perles Giner, Juan Palomino; Segunda fila: Enrique Rodríguez, Javier Renedo Varela, Juan de Dios Sánchez González, José Luis Moresco Suarez,  Manuel Serrano García, Rafael de los Santos Márquez, Enrique García Máiquez, José Miguel Merchante Gutiérrez; Fila del suelo:  Antonio Ortega Rojas, Desconocido, Fernando León García, Adolfo Ortega García, Antonio Sánchez Pece Gutiérrez. Foto tomada en el Colegio de las Carmelitas, con motivo de una fiesta de disfraces; iban de betuneros. Instantánea del 29 de marzo de 1949, hace 62 años. (Foto Pantoja. Colección e identificación de Vicente González Lechuga).

A los niños, se nos ponía un gorrillo cuartelero de los de borla, con un sable en la mano y, en corros cerrados, girábamos, al son unas canciones que entonaba María Muñoz, cuyo estribillo era:

Los soldados de mi tierra
van tocando el tamboril,
gírate así,
gírate así.

en presencia de las monjas y de los padres que nos aplaudían.

Durante el mes de mayo, en todas las clases, se levantaba un altarcito con una imagen de la Inmaculada y se rezaba el mes de María. Allí aprendí aquello tan hermoso de "Venid y vamos todos,  con flores a María..." y todos los días debíamos traer un ramillete de flores para la Virgen.

Todo el año, en la mesa de cada profesora, había un busto de cerámica representando a un negrito, a un chino o a un indio, con una raja en la cabeza, donde, de vez en cuando, se depositaba una perra gorda o una chica para las Misiones. Así discurría la vida en el Colegio.

Cuando salíamos, a los pequeños, nos venían a recoger las tatas. Las niñas mayores siempre tenían una corte de moscardones zangolotinos, esperando en la acera de enfrente, que las acompañaban a sus casas, a costa de tener que admirar el álbum de labores y tenerse que aprender y alabar aquello de ojetes, vainicas, punto de cruz, punto inglés, punto de incrustación, realce, zurcido invisible, ojal, y otras cosas parecidas para acabar reconociendo, aduladora e interesadamente,  que eran unas verdaderas artistas.

Una fotografía de tiempos más modernos, a principio de la década de los setenta del siglo pasado, en el Parque Calderón. Aparecen las niñas de las Carmelitas: Fátima Ortega Bustos, María José Ruiz Requejo, Fernanda Unzueta Melgarejo, Carmen Torres, Marilín Tardío, Mercedes Rodríguez, Maica Muñoz Rivas y Guillermina Rendón.

Y, la verdad,  es que yo esa etapa de moscardón, esperando a las niñas, la pasé en Sevilla, ya mayorcito, a la puerta del Colegio de las Carmelitas de Bustos Tavera, al que, a veces, entrábamos los de El Puerto con la excusa de ver a la Hermana Cañaveral Valdés que había sido amiga a mi madre, o a la Madre Carmen Jácome que estuvo allí una temporada, antes de pasar definitivamente a Madrid, y durante las fiestas colegiales.

Y una anécdota: cuando yo fui al colegio de los Hermanos Maristas de Bonanza, interno, mi madre le puso como condición al Hermano Director que yo tenía que tener el número 190. No podía ser otro. Y yo no sabia por qué se empecinaba mi madre en ello. Pero, es que cuando me incorporé al curso, en la maleta llevaba yo los cubiertos y el vaso de plata de mi madre que usó en este Colegio de las Carmelitas, cuando estuvo interna y tuvo el mismo número, el 190. Y es que a ella le hacia ilusión que los usara, y con el mismo número y no lo disimuló.

Una fotografía de mayo de 1967. Se ve a la hermana Matilde Pavón, encargada de los niños y a la señorita Mari Pepa. Los niños de Primera Comunión en desfile desde el colegio a la Iglesia Mayor. La fotografía está tomada en la Plaza de la Iglesia.

Recordar, a estas alturas, los tiempos en que estuve en ese colegio, me ha rejuvenecido. Acaso os haya resultado algo premioso, o acaso a alguno indiferente. Pero habéis tenido la caridad de leerme estas historias, que podéis seguir ampliándolas en la "Arboleda" de Rafael Alberti, alumno también de este Colegio de las Carmelitas, que recordaba la canción aquella:

Las Hermanas Carmelitas,
con delantales azules,
se parecen a los cielos,
cuando se quitan las nubes.

(Texto: Luis Suárez Ávila).

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Este es un colegio más que centenario. Se formó sobre el palacio de un cargador de Indias de origen flamenco, llamado Vos, al que se unieron otras fincas, entre ellas las que formaron el teatro y la salida por la calle Pozuelo, la casa del capellán, el solar donde se edificó la Iglesia, la casa llamada de la Virgen, y, más luego, una casa que hacía esquina con la calle Santo Domingo, de Manuel Ortega Infante y la incorporación final de la casa que fue de mis tíos Javier Terry del Cuvillo y Carmen Muñoz Ávila. (Patio de las Carmelitas con el Monumento al Corazón de Jesús. Año 1935).

La impresionante fachada, la casapuerta, con sus hojas de caoba, claveteadas de bronce, el portón también de caoba tachonado de clavos, sobre el que campea todavía el Sagrado Corazón en un óvalo de cerámica barnizado, los azulejos, el patio porticado, el monumento al Sagrado Corazón, la escalera con barandal de palo santo y su cúpula, la sala de visitas, con el suelo entarimado, el estrado isabelino y la consola neogótica dorada y el retrato al óleo de San Pío X de Rodríguez Losada... todo eso le daba un especial ambiente y empaque a este Colegio de señoritas dirigido por las Reverendas Madres Carmelitas de la Caridad, como rezaba en los impresos.

Y todo ello, sin contar con las aulas, el patio de recreo, ochocenctista, con su palmera, con su verja de hierro fundido verde y su suelo de losas de Tarifa y losetas hidráulicas de cuadraditos, el teatro, la clase de las niñas gratuitas, que entraban por la puerta del garaje, en la calle Nevería, justo al lado de la Iglesia. En el piso alto solamente pude ver el ándito (corredor) del patio y el salón de arriba. A la izquierda según se subía por la escalera principal y al frente, por la escalera del patio del recreo, había unos prohibidores letreros de "clausura" que impedían el paso al lugar donde estuvieron las veinticuatro camarillas de las internas y sus cuartos de baño y entonces la vivienda de la Comunidad.

Fotografía tomada nen 1925. La primera por la izquierda es Carmen Poullet, le sigue Enriqueta Dosal Cumbreras, Maruja Paullada Varela, Mercedes Ávila Gutiérrez, madre del autor del artículo, la siguiente y las dos últimas eran hermanas hijas de un director del Penal, la tercera empezando por la derecha en Virginia Piury Dagnino

Mi madre, mis tías, las amigas de mi madre y de mis tías estuvieron en este colegio internas, aunque vivían en El Puerto y eran de aquí. Estuvieron, bajo el dominio de la implacable Madre Carmen Jácome, a la que recordaron toda su vida con especial cariño. Conservo fotografías de una orquesta que formaron, o de las procesiones de la Inmaculada de las Hijas de María; de la clase de pintura, donde mi tía Aurora y Carmen Pérez Pastor están acabando cada una un cuadro de tema religioso; o de mi madre y Elisa Muñoz Seca pintando cada una un bodegón de flores y frutas...

De esas fechas, que serían los años 1920, parte la incorporación al Colegio de una casita pequeña, pintada de rojo y blanco, con sólo la puerta y un balcón. Resultó que esa vivienda era una casa de mala nota y mi bisabuelo Norberto se alarmó, porque frontera al colegio de sus nietas hubiera un sitio de pecado. Así que la compró y la regaló a la Comunidad. Desde entonces,  paradójicamente, la casita se llamó "La Casa de la Virgen", hoy desaparecida, y su superficie está integrada  en el actual edificio. (En la iamgen de la izquierda, Norberto Gutiérrez, bisabuelo del autor del artículo).

Decía que este colegio es centenario, de 1893. En él se han educado infinidad de jóvenes portuenses de ambos sexos, porque además de niñas, había niños de hasta siete años. Los niños, en cuanto hacían la Primera Comunión, debían abandonar el Colegio, para ir a otros solamente de niños, que, por lo general, eran la Academia de don Luis Poullet, el Colegio de San Estanislao, vulgo ‘La Pescadería’ (de una Asociación de Padres de Familia, bajo la dirección espiritual de la Compañía de Jesús), o el de don Juan Díaz...

Luis Ortega García, el profesor de pintura de la Academia de Bellas Artes, en al Patio de San José, de las Carmelitas, el día de la Primera Comunión, con su hermana Anita.

Por el inmenso cariño que mi madre le tenía a su colegio, pese a haber tenido yo en casa una señorita, llamada Doña Concha Romero, entrada en muchos años, como que fue profesora de primeras letras de Rafael Alberti, quiso que yo estuviera en las Carmelitas. Más que nada porque con cinco años ya se está en condiciones de conocer a otros niños distintos de los de tu familia y empezar a tratar con personas desconocidas para ti.

Colegio Las Carmelitas. Mayo 1958, Todos gentes de El Puerto: los hermanos Bellvis: Javier y Marisol, única niña por aquello de separar las niñas de los niños; Luis Áspera, Paco Zamudio, Jaime Renedo, Mariano Medinilla, Miguel Lizaso, Javier Díaz, Hörh, Velarde, Julián Flores y otros…

Mi entrada en este Colegio no creo que fuera triunfal. Me trajo mi madre, vestido de marinerito, con un abrigo de paño azul y cuello de terciopelo negro, con botones dorados de ancla, que me había hecho Matilde la Sastra. Y lloré, me entró una pataleta enorme; no quería quedarme. Y mi madre, me contaba después, que dudó entre si llevarme otra vez a casa, o dejarme allí. Pero me dejó aquí, en un sitio que yo no conocía, entre gentes que no había visto nunca. Una monja, la Hermana Julia, me acabó de meter para dentro y me colocó en un pequeño pupitre, en una clase lindera con el patio del recreo, la puerta siguiente al "cuartito", que en los colegios jesuitas es "lugares", un aula con puerta de cristales y dos amplias ventanas que daban al ándito del patio del recreo.

El suelo de la clase era un entarimado de madera. Al fondo de la clase había una puerta de cristales, pintados de blanco, que cerraba un pequeño habitáculo, donde, al parecer, decían que era el cuarto de las ratas, y allí se metía a los niños que fueran malos. La clase la presidía, al frente, una pizarra, el encerado que se llamaba, un crucifijo, la mesa de la profesora que resultó ser la encantadora Hermana Natividad, un cartel como de hule con el mapa político de España, Islas Adyacentes y Plazas de Protectorado y Colonias Africanas y otro cartel con un silabario que, además de letras, tenía dibujos de animales y cosas que sugerían las sílabas o las palabras. Los niños no usábamos cuadernos. Escribíamos en pequeñas pizarras individuales, con el marco de madera, en uno de cuyos lados había un agujero por donde entraba la guita que sujetaba un trapito para borrar. Se escribía con un pizarrín, barrita hecha de la propia pizarra u otros más elaborados de manteca, que se decía. (Revista Mi Colegio. Núm. 52. Octubre 1923).

Al fondo de la clase, en una pequeña mesa, estaba sentada la ayudante de la Hermana Natividad, que era una seglar llamada Nati que por ahí la encuentro todavía, y la reconozco por la calle, aunque nunca supe sus apellidos.

Desde la clase de los niños, se veía por las ventanas, a las niñas en el recreo. Generalmente jugaban a saltar la cuerda, con el canto de aquello: «Soltera, casada, viuda y monja», repetido, cada vez más rápido, que fueron los estados por los que pasó  la venerable Madre Vedruna.  Las niñas con sus uniformes de tablas, azules, con cinturones de tela y hebilla plateada, sus cuellos blancos de piqué almidonados y, luego, de plexiglás, sus calcetines blancos y sus zapatos de charol, a veces lucían medallas y bandas por su buen comportamiento y aplicación.  Para la clase de gimnasia usaban, bajo las faldas, los puchos, especie de pantalones bombachos hasta más abajo de las rodillas. Cuando iban a la iglesia, o algún acto especial, se colocaban, además, un velo de tul blanco, que se ceñían a la cabeza con un elástico y lo volteaban para atrás, y unos guantes también blancos.

Así iban, por ejemplo. en la procesión de la Niña María, una imagen de la Virgen Niña, de Olot, que anualmente, se sacaba, en unas anditas portadas por las propias niñas, por las calles cercanas al Colegio. En filas iban las alumnas y los pequeños alumnos, el sacristán con la Cruz, Pepe Caamaño, la Comunidad de Hermanas Carmelitas con la Madre Superiora, Madre María, la Hermana Julia, Hermana Rosa, las Hermanas Dolores Sánchez y Dolores Martínez,  la Hermana Teresa, la Hermana Natividad, la Hermana Enriqueta Feliú, la Hermana Aurelia, la Hermana Encarnación, muy jovencita, y alguna más, todas de hábitos negros con sus tocas, como Dios y las constituciones de este Santo Instituto mandaban, y, de preste, con alba, capa, estola y bonete, el capellán que era don Antonio Herrera Hurtado, que murió en olor de santidad. La banda de música de Rocafull cerraba el cortejo. (En la imagen, vestidas  Primera Comunión de Ana María y Celia Insúa Lavín. Detrás Matita Muñoz y María del Carmen García de Cos. El angelito de enmedio es Marisol Muñoz Bellvís. Foto: Celia Insúa Lavín).

Fachada de la Iglesia de las Carmelitas. (Foto: Fernando Vidal).

La procesión salía de la Iglesia y a ella volvía, pero la Niña María no estaba en la iglesia el resto del año. La iglesia inaugurada en 1893, por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, se construyó a expensas de doña Elisa Guezala, viuda de Osborne, condesa de ese título, y en ella tienen cripta y panteón todos los Osborne. En ella está enterrada toda esa familia, empezando por don Juan Nicolás Böhl de Faber y Doña Frasquita de Larrea, padres de Fernán Caballero y abuelos de la primera generación de “Osbornes” portuenses, cuya imagen podemos ver a la izquierda.

El proyecto fue del arquitecto Don Juan de la Vega y el estilo neogótico. En el presbiterio sobre la mesa de altar, se puso un sagrario  y sobre él un tabernáculo gótico, todo dorado y blanco, con pináculos. En el ábside, en tres hornacinas, se colocaron las imágenes del Sagrado Corazón, Santa Teresa y San José, obras del escultor Fons y Pons de Madrid.

Y ya, en las dos naves laterales, en la de la epístola, una gruta con la Virgen de Lourdes y Bernardette, con su manantial y todo y un retablo neogótico con la Virgen del Perpetuo Socorro de bulto, la más rara que he visto, pues todas son pintadas en tablas, como podemos apreciar en la foto de debajo.

En la nave del evangelio, el altar de la Virgen del Carmen, sentada sobre una peana de terribles llamas por las que asomaban de cabeza o de medio cuerpo las Benditas Ánimas del Purgatorio y, a los lados, las imágenes de San Juan de la Cruz y la de la entonces Venerable hoy Santa, Madre Joaquina Vedruna de Más, la fundadora. El siguiente altar era el de la Inmaculada de las Hijas de María, imagen que antiguamente salía en procesión.

El coro alto, sobre un arco, al fondo de la iglesia, sobre el cancel, acogía un buen armonium que era accionado por Luis Muñoz o por alguna Hermana de la Comunidad, y en él cantaba un orfeón formado por diversas antiguas alumnas, entre las que destacaba, en los solos, mi tía Carmen Muñoz Ávila. En algunos actos litúrgicos, a los alumnos nos vestían de monaguillos, con sotanas rojas o celestes y esclavinas ribeteadas de borreguillo. (continuará). (Texto: Luis Suárez Ávila).

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Imagen tomada en las escalera que van desde el Colegio Safa-San Luis, hacia el campo de deportes. La fotografía es de junio de 1982, pocos días antes de que arrancara el Mundial de Fútbol de España, terminaran la EGB y pasaran a FP, BUP y algunos a trabajar con sus padres.

La Promoción 1974/82, que también se podría llamar 1971/82, ya que una mayoría empesaron en 1971 en las clases de parvulitos con Doña Carmen y Doña Estrella. Los dos alumnos con las notas más brillantes eran José Antonio Herrero López y Francisco J. Gomila. No aparece en la imagern el número 1 de clase por orden alfabético: Antoniio Fernández, ni tampoco José María Sánchez, íntimo amigo de Lauzara y cuyo padre tenía una frutería que aún sigue en la calle Cruces.

Arriba del todo, con gafas, el profesor de gimnasia, Rodrigo Becerra. Primera fila, Antonio Fortes, Oscar Lapeña Marchena, Javier Lojo Garrido, Molina y Francisco Jiménez Villegas. Segunda fila, Santiago Herrera Toronjo, Pedro Gómez Zaragoza, Arturo Germán Gilabert Moreno, Manuel García Luque, Villanueva Calatayud, Eduardo Lojo López, Vicente Guzmán Brea, José Manuel García de Quirós Pérez e histórica la foto de Ignacio Gago Fornell con pelo. En la tercera fila, Jiménez del Cuvillo, José Antonio Herrero López, Juan Lauzara, Javier Gomila, José M. Lojo Betanzos, Daniel Lojo Ramos, Gonzalo Gandulla, Antonio Verano. Cuarta fila, Antonio Gutiérrez Rojas, Francisco Javier García Álvarez, Alejandro Güelfo, Manuel Gutiérrez Castro, Vicente González Benjumeda, Francisco Heredia, Gabriel Heredia, Enrique Muñoz Miranda (+). Quinta fila, José Luis López Alba, Antonio González, José Luis Gómez Garrido, Eduardo Lojo Bueno, Rafael González Berciano, Gonzalo Ganaza, Jesús Gordillo y Jesús Osborne Esquivias 'el Chuli'.

HOY ESTÁN EN...

De algunos de ellos, los compañeros les han seguido su devenir profesional. Ignacio Gago Fornell en la actualiad es periodista en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, anteriormente jefe de prensa de la Academia de TV y redactor de la Cadena SER en Madrid. Vicente González Benjumada estudié en Cádiz Perito Naval y luego en Algeciras, aprovechando el tiempo del servicio militar, hizo Perito de Obras Públicas. Pepe Herrero López, es médico traumatólogo en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz. García de Quirós tiene una carnicería en la calle San Bartolomé y una tienda de productos elaborados. Gonzalo Gandulla, que dibujaba extraordinariamente bien, tiene una empresa de diseño y publicidad. Pedro Gómez Zaragoza es médico psiquiatra. A Daniel Lojo Ramos mejor no verlo trabajando: es albañil en el Cementerio Campal de la Ciudad. Paco Heredia era novillero, desconocemos si sigue vinculado al mundo taurino. Gabriel Heredia, primo del anterior, es abogado con despacho propio en la calle Luis Mazzantini. Francisco J. Gomila estudió también Derecho, aunque puede que trabaje en Prisiones. Vicente Guzmán Brea trabaja en la empresa de autobuses urbanos GDF. Antonio Fortes tiene una Agencia de Seguros en el Camino de los Enamorados. Oscar Lapeña es profesor titular de Historia Antigua en la UCA, doctor en Historia y uno de los mayores especialistas mundiales en PEPLUM (películas de romanos). Manuel Gutiérrez Castro, hijo del famoso pescadero Manolito ‘el Cochino’, continúa el negocio paterno.

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Hoy viernes, a las 20:30 horas el portuense Álvaro Rendón Gómez, con nótula 680 en Gente del Puerto, Licenciado en Bellas Artes, autor de infinidad de libros de texto sobre geometría y coautor junto con Juan Eslava Galán del libro ‘La lápida templaria descifrada’, ofrecerá una conferencia en la Sala de Actos de la Fundación Rafael Alberti sobre ‘Geometría Sagrada en la Puerta del Sol de la Iglesia Mayor Prioral'. El acto, que organiza la Academia de Bellas Artes, será presentado por José María Morillo.

«Desde la más remota antigüedad, las construcciones sagradas, las destinadas a alojar al dios de moda, respondían a una estructura sagrada, se construía según formas sagradas: Círculo, Triángulo Equilátero, Triángulo Rectángulo, Rectángulos XXX. Durante muchos milenios, este conocimiento geométrico se impartió en los templos egipcios, y estaba regido por una casta sacerdotal, reticente a su divulgación.

Sólo algunos iniciados que demostraron su habilidad para mantener el secreto tuvieron acceso a este conocimiento: Pitágoras, Herón de Alejandría, Platón, Apolonio de Perga (famoso por su método para trazar circunferencias tangentes a dos rectas convergentes y a dos circunferencias interiores a las mismas), etc.

»Los egipcios conocían las unidades físicas, como nuestro metro, pero jamás lo aplicaron. Preferían medidas más casuales, como el codo. Comprendieron, como los pitagóricos después, incluido Platón, que las medidas reales son sólo unidades abstractas. A nosotros nos ha costado miles de años llegar a comprender el mundo de las ideas de Platón y, en consecuencia, llegar a esta conclusión: La línea recta real es una falacia en un Universo en continuo movimiento, pues cualquier intento de trazado recto se curvaría. Únicamente son rectos los ejes de rotación de los cuerpos y los diámetros imaginarios de las circunferencias; todo lo demás es curvo; aunque sí podamos concebir abstractamente la existencia de líneas rectas, en el mundo de las ideas.

»Esta imposibilidad nos lleva a creer que realmente es imposible adoptar una base comparativa inmutable que sirva de aplicación para todo, puesto que todo se mueve. Incluso si la medida sea el propio ser humano; en cuyo caso, sería una solución paliativa, no definitiva. De ahí que aplicaran a sus templos medidas casuales, conscientes de que los muros y cubiertas de un edificio son planos que debían ajustarse al ser humano para transformarse en un espacio habitable.

Ajustar las medidas del Templo para ser habitado por la divinidad, debió representar un problema importantísimo. Si Dios está en todas partes, es el dueño del universo, ¿cómo acotar un espacio material, en mi pueblo, junto a la casa del párroco, y pretender que duerma allí el Creador del Mundo? Si esto fuera posible, ¿cómo construir un espacio así, de esas medidas tan increíblemente grandes? Evidentemente, no colocando una piedra sobre otra y ver si la que hace veinte lo derriba todo; sino planificándolo, partiendo de un modelo abstracto simple y descomponiéndolo en unidades más pequeñas. La geometría es el único recurso capaz de abstraer la forma; aunque pocas formas podremos concebir cuando ignoramos casi todo del templo.

»Este conocimiento sagrado pasó al pueblo de Israel a través del Libro del Génesis, escrito por Moisés que, como se recordará, fue educado por los egipcios para convertirse en Sumo Sacerdote. No hay otro pueblo sobre la faz de la Tierra que haya inventado tantos mitos como el hebreo, experto en asimilar las costumbres de las naciones que ha ocupado o bajo los que ha vivido esclavizado. De todos ellos ha sabido extraer, sintetizar y divulgar primitivas creencias, ancestrales ritos y saberes de iniciación con los que ha conformado una religión ecléctica y sincrética con la que, a lo largo de su larga y obligada trashumancia, ha inoculado también a muchas otras.

»Durante mucho tiempo la geometría sagrada se transmitió mediante una disciplina cabalística, denominada GEMATRÍA que, indirectamente, formaba parte de ls enseñanzas esótericas que el maestro de obra iba mostrando al aprendiz. En Gematría al Triángulo Equilátero se le asigna la letra Alef (a); al Cuadrado, Mem (m), y al Pentágono, Shin (c). Alef, Mem y Shin son letras-Madre porque originan las restantes letras. Efectivamente, si tomamos los Polígonos regulares simples como punto de partida y tratamos de generar Polígonos de número de lados múltiplo de los anteriores, tendremos

• Triángulo Equilátero (3 lados) -> Hexágono regular (6 lados = 3 X 2) -> Dodecágono regular (12 lados = 6 X 2 = 3 X 4) -> Polígono de veinticuatro lados (24 lados = 12 X 2 = 6 X 4 = 8 X 3); es decir, todos ellos múltiplos de tres y obtenidos mediante el duplicado del anterior.
• Cuadrado (4 lados) -> Octógono regular (8 lados = 4 X 2), consecuencia de duplicar el número de lados del Cuadrado.
• Pentágono regular (5 lados) -> Decágono regular (10 lados = 5 X 2) -> Polígono regular de veinte lados (20 lados = 10 X 2 = 4 X 5) -> Polígono regular de cuarenta lados (40 lados = 20 X 2 = 10 X 4 = 8 X 5); es decir, todos ellos múltiplos de cinco y obtenidos mediante duplicado del anterior.

»En la arquitectura española hay un itinerario de edificios sagrados con marcados significados esotéricos, labrados por una geometría vital y trascendente, y cuya lectura queda reservada a unos pocos escogidos. Sólo les falta indicar con un cartel, a la entrada, la famosa frase de Platón: «No entre quien no sepa geometría»

»A falta de demostración de su planta la Iglesia Mayor Prioral, en El Puerto de Santa María, contiene elementos de esta geometría sagrada que nos da esperanzas para considerarla como Iglesia iniciática. Baste, para ello, el análisis geométrico de su fachada.» (Texto e ilustraciones: Alvaro Rendón).

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Irene y Tania en sus oficinas de My Friend in Spain.

DE ALCANCE: Desde marzo de 2011, Irene Montero gestiona en solitario My Friend in Spain.

My Friend in Spain (Mi amigo en España) es una empresa innovadora cuyo objetivo no es otro sino garantizar el establecimiento y asentamiento de personas tanto de España como extranjeros que llegan a El Puerto y la Bahía de Cádiz –sin desdeñar otros municipios de la provincia—bien sea por motivos profesionales o  personales y que suelen venir acompañados por sus familias. Para ello estas dos emprendedoras ofrecen una interesante y completa gama de servicios que hagan su estancia en El Puerto lo más cómoda y segura posible.

Tania Moriano Moreno nació en Madrid el 4 de diciembre de 1976 donde vivió hasta los 24 años cuando se traslada a vivir a El Puerto. Tiene un hermano más pequeño. En Madrid, estudió en el Colegio Nuestra Sra. de Loreto donde cursó hasta COU. Posteriormente se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Está casada y tiene dos niños.

Los Reyes de España hacían su primer viaje oficial a la provincia, pasando fugazmente por El Puerto el 1 de abril de 1976, el año de nacimiento de Tania. Ese verano se constituye en El Puerto un grupo político de centro derecha: el Grupo de Acción Regional (GAR). El Grupo Blend, ofreció  en la Casa de la Cultura un recital sobre la producción musical de los Beatles en la década de los sesenta. En el Cine Moderno se proyectaba, en la Gran Gala Taurina Cinematográfica, un documental considerado como una joya taurina, con las figuras del toreo: Joselito, Belmonte, Manolete, Arruza, Ordóñez y El Cordobés. Carlos Cano y Manuel Gerena actuaban ante 3000 personas en agosto. «Comunistas de mierda» era la pintada que podía leerse en la fachada de la Librería Alberti, en la calle Alquiladores. El poeta universal, desde su exilio de Roma le preguntaba al periodista Gaby Cañas: «--A mi me gustaba mucho pescar coquinas en la barra. ¿Se puede pescar todavía?».

EXPERIENCIA PROFESIONAL.
Ha sido  responsable de Producción del departamento de Creatividad y Producción Publicitaria de la Cadena SER en Madrid).  Responsable de Creatividad  en Radio Jerez y en la actualidad es Directora de RRHH de My Friend in Spain, empresa que formó junto a su socia y a pesar de ello amiga Irene Montero y que se encarga de dar servicios integrales a nacionales y extranjeros para su asentamiento en El Puerto y la Bahía de Cádiz.

SU ENCUENTRO CON EL PUERTO
La primera vez que Tania visitó El Puerto tenía 18 años y vino con su  familia a recibir al Buque Escuela Juan Sebastián Elcano que llegaba a Cádiz en agosto de 1994. Se hospedaron en El Puerto: sonaba el nombre como ciudad turística. (En la imagen de la izquierda, Tania con pocos años).

Luego empezaría a venir frecuentemente a nuestra Ciudad pues su  entonces novio vivía aquí. Así que cogía el AVE y casi todos los fines de semana se  venía a El Puerto.¡Quién le  iba a decir  entonces que acabaría viviendo aquí! Después acabó  casándose con el que es hoy su  marido, quien, por su trabajo, tiene una gran vinculación con El Puerto. Por ello intenta y consigue un traslado en la cadena SER de Madrid a Jerez, para  acabar comprando casa en El Puerto. Aunque han  viajado mucho y se han movido y trasladado muchas veces, hoy están de nuevo entre nosotros y tras haber vivido 3 años fuera, afirma que “--Se echa mucho de menos este clima, esta gente y esta tierra…Y ahora…..¡ya no hay quién me mueva!”

Recuerda  que en 1994 existían muchos pinares y zonas verdes que, al cabo de los años se transformaron en casas y chalets, sobre todo por la zona de la carretera de Rota, que ha crecido de forma desmesurada  --principalmente a nivel urbanístico-- algo que ha ido constatando desde que conoce nuestra Ciudad.

Irene Montero Rincón nace en Jerez de la Frontera el 13 de abril de 1975 año en el que muere Franco, siendo la segunda de cuatro hermanos. De pequeña vivió en Jerez y después en muchos sitios de España permaneciendo largos periodos en el extranjero. Está casada y tiene dos hijos.

Estudió en el Colegio Elio Antonio de Nebrija EGB, I.B. Almunia Cou, Escuela de Transmisiones Electrónicas (ETEA) Formación militar en la especialidad de Sistemas Tácticos y Radares, Secretariado de Dirección Fundación Andaluza para el Empleo. Actualmente es Directora Gerente de My Friend in Spain, empresa que formó junto a su socia y a pesar de ello amiga, Tania Moriano.

En 1975, el año del nacimiento de Irene, Jesús Ferris Marhuenda y su mujer, Cándida Ruiz fundan las bodegas Ferris, situado en el término municipal de El Puerto, en dirección a Sanlucar de Barrameda, con capacidad de almacenamiento de 10.000 botas. En la Ribera, se inaugura la cervecería-restaurante Casa Flores. Ese año deja de funcionar como bodega el edificio que hoy alberga al Hotel Bodega Real. El Club Náutico organiza las  IV Regatas Regionales de Cruceros, entre nuestra ciudad y Chipiona. La Casa de la Cultura publica el libro ‘Un Servilón y un Liberalito’ de Fernán Caballero, cuya acción transcurre en el Castillo de San Marcos. Toma la alternativa en el coso local, nuestro paisano Fernando Heredia. Era alcalde Fernando T. de Terry Galarza.

EXPERIENCIA PROFESIONAL.
Durante casi 9 años realizó sus  estudios y desarrolló su  actividad como profesional de las Fuerzas Armadas como Operadora de Sistemas Tácticos y Radares, controladora  de aeronaves en la mar, además de diferentes funciones desarrolladas a bordo de las Fragatas Navarra y Canarias que son buques  de primera línea de la Armada Española.

SU ENCUENTRO CON EL PUERTO.
El Puerto siempre ha sido un referente en su  vida y su familia por la cercanía con su  ciudad natal. Siempre recuerda  de pequeña que su  padre los llevaba a la playa cada verano, a Romerijo a comer gambas o a pasearlos en el Vapor. Cuando fue creciendo le encantaba salir por El Puerto por el buen ambiente que tenía y sigue teniendo en temporada alta. (En la imagen de la izquierda, Irene, con pocos años).

Mantiene  el recuerdo de una ciudad con muchos,  muchos  pinos y muy  verde, le encantaba esa mezcla de mar y naturaleza. Quizás sea esto lo que echa  de menos de El Puerto actual aunque, afirma, “--La ciudad como la podemos ver hoy en día es símbolo de crecimiento y desarrollo tanto urbanístico como industrial a pesar de que la crisis actual esté haciendo mella”. Siempre tuvo muy claro que fijaría su  lugar de residencia aquí  y debido a su  trabajo en la Armada, y su cercanía con la base Naval de Rota, su marido y ella no dudaron  en comprar su  casa en El Puerto, su  referente...

Habiendo vivido y visitado muchas ciudades españolas y del mundo, sostiene “--Que no hay lugar dónde, hoy por hoy,  se viva mejor que en la provincia de Cádiz. La vida te lleva y te trae pero mi corazón lo tengo aquí, dividido entre Jerez y El Puerto y donde mi familia y  mi empresa crecen día a día bajo la luz del sol de nuestra Andalucía”.

Vista aérea de el Puerto de Santa María.

EL PUERTO
Ambas consideran que El Puerto es todavía una ciudad aún pendiente de desarrollar muchas de sus posibilidades, un lugar de Andalucía que, año tras año, acoge cada vez mayor número de  turistas y visitantes que, cuando la conocen ya no quieren desvincularse de ella .  Así, se decidieron por apostar por El Puerto, “--Porque es una gran ciudad, con mucho encanto, playas preciosas y gente estupenda con ganas de prosperar y de que se les conozcan”, afirma Tania.

MY FRIEND IN SPAIN.
My Friend in Spain supone un gran reto para estas dos mujeres emprendedoras, con muchas ganas de trabajar que aportan su empuje y conocimientos para el desarrollo del tejido empresarial de  El Puerto, tanto en en su acogida a aquellos que vienen de establecerse entre nosotros, como reforzando en todo momento la imagen de bienvenida y cordialidad que esta gran ciudad  ofrece. Suponen un valor añadido a la oferta empresarial y de calidad de nuestra tierra.

“--Además, este proyecto es fruto de nuestras propias experiencias personales, ya que ambas hemos viajado lo suficiente y  vivido en primera persona lo que implica mudarse a un sitio nuevo y más, si arrastras familia y es otro país con un idioma distinto”, sostiene Irene.

Entre los servicios que ofrecen se encuentran las Mudanzas, Alquiler o compra de vivienda, Servicios de limpieza y mantenimiento de hogar, Seguro médico, Empadronamiento, Burocracia, Tramitación de NIE, Asesoramiento Legal, Turismo nacional e internacional, Rutas provinciales, Caering typical Spanish,  Fisioterapia a domicilio, Servicio veterinario... (En la imagen de la izquierda, Tania e Irene, a las puertas del Centro de Lanzamiento Económico, donde tienen instaladas sus oficinas).

Atardecer en El Puerto. (Foto: MJ Estudio).

Son muy claras y se les entiende todo cuando afirman al unísono que: “El Puerto es una ciudad con un gran potencial y entre todos tenemos que darla a conocer más allá de nuestras fronteras. La crisis no puede hundirnos, My Friend in Spain nace con la crisis como mochila y eso se convierte en un valor añadido, que nos hace más fuertes en la lucha del día a día. Tenemos que aprovechar que estamos de moda y desde nuestra empresa, nos hemos comprometido  a transmitir la imagen  acogedora , excitante e innovadora que hace de nuestra ciudad un referente pese a los tiempos que corren, lo que no es poco. Si trabajamos en la acogida de todos aquellos que vienen de fuera, lograremos que poco a poco, se nos conozca cada vez más lejos por ello”.

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Ruben López Jesús, nace el 29 de abril de 1985. El apodo de ‘el Viejo le viene desde chiquillo; según cuentan en su entorno tenía cara de viejo y era muy pillo y sabiondo, de ahí lo de ‘el Viejo’. Y coimo en aquel año el Hospital de El Puerto estaba en obras nació en Cádiz capital en la Clínica de ‘La Salud’. Es hijo del marinero (desde los 6 años) Nicolás López Díaz y de María Jesús Casado, naturales de Isla Cristina (Huelva), aunque llevan ya 26 años viviendo en El Puerto. Rubén es el mas pequeño de sus cuatro hermanos, todos ellos nacidos en Huelva, siendo el único gaditano/porteño de su famiia. Hasta los diecisiete años vivió junto a sus padres y sus hermanos en Micaela Aramburu, 32, junto a la Plaza del Polvorista, muy cerca de la Pescadería vieja.

1985.
El 2 de enero de 1985 se podía leer en Diario de Cádiz: “El tren que cubría el servicio entre las ciudades de El Puerto y Sanlúcar, pasando por Rota y Chipiona, hizo el pasado lunes su último viaje, después de que uno de los últimos Consejos de Ministros de 1984 decidiera su cierre definitivo por su poca rentabilidad. Como todos los días, el pasado lunes a las tres menos veinte minutos de la tarde salió de la estación de El Puerto de Santa María el ómnibus-ferrobús que hacía el servicio”.

La típica foto del carnet de familia numerosa, de izquierda a derecha, su hermano Simón, su padre Nicolás López Díaz, Nicolás, Pedro, su madre María Jesús Casado y el más pequeño, en brazos, Rubén.

El 26 de abril de ese año la Junta de Andalucía declaraba Monumento Bien de Interés Cultural (BIC) las defensas costeras de la Edad Moderna: Batería de las Arenillas, de la Bermeja, del Palmar, de la Laja o Castillo de la Pólvora y la Torre de Santa Catalina del Castillo del mismo nombre, así como las baterías de la Gallina, de la Puntilla y del Puerto.

Los desaparecidos pintores Costus.

También en 1985 los pintores Costus (ver nótula en GdP 340) dejan Madrid y se instalaban a vivir en la Huerta Alta de San José, en las afueras de El Puerto, compartiendo casa Ricardo Carrero y Enrique Naya. El 7 de Agosto inauguraban la exposición “SOLERA-COSTUS” en la Casa Grande de Vistahermosa. El Chase Manhattan Bank organizaba una exposición en el M.O.M.A. de Nueva York, con las adquisiciones realizadas a pintores españoles, entre los que se encuentraban obras de  Costus. El pintor Rafael Tardío Alonso exponía en el desparecido restaurante Semiramis, con motivo de su inauguración. El irlandés Ian M. Walsh fundaba en 1985 la Academia de Idiomas Trinity School.

Con unos amigos, de izquierda a derecha, José Antonio González Guerrero, Nicolás García Lobatón, Jairo Marroquín y Rubén. Kaleta Record. Año 2004.

LOS ESTUDIOS, EL TRABAJO, …
Rubén estudió en el colegio Hermanas Carmelitas hasta tercero de ESO, antes en la guardería Marjo, justo al lado del colegio, por la calle Federico Rubio. Al finalizar tercero de ESO, empezó a aprender el oficio de redero, en el queestuvo durante un año cosiendo redes, --es hijo de marinero— trabajando además para la empresa concesionaria de la impieza Pública SAYSE, durante cerca de cuatro años.

'El Puerto por Navidad', canta Ruben y aparecen en la imagen Ramoncito, Ana de Rancapino, Ana María Núñez, Antonio 'Cherokee', 'los hemanos Sopa', 'Café con Leche' y Jesús Núñez. Sala Mucho Teatro. Año 2006.

En pleno corazón de Manhathan (New York. EEUU). Tablao Flamenco 'Alegrías'. Al baile Rafael Ortega, Rubén al cante. Año 2007.

Rubén siempre sintió, desde niño, mucha curiosidad por la música, pero, afirma, “--Nunca pensé llegar en este mundo a donde me encuentro hoy: una persona entregada en cuerpo y alma al arte”. Existen grabaciones que demuestran ese don que le hace tan particular desde pequeño. Ya con ocho y nueve años cantiñeaba cosas que escuchaba a su familia, aficionada a la música y en especial al flamenco.

Dada su inquietud musical y su procedencia gaditano portuense, a los trece años se arrimó al mundo del Carnaval, participando durante cinco años de forma activa en comparsas infantiles, juveniles y de adultos.

“El futuro del flamenco del Puerto”, “Un artista con muchísima proyección”, son cosas que se afirman de nuestro protagonista, al que le caracteriza su sencillez, su entrega y un no descansar en la búsqueda de lo que quiere.

(En la imagen de la izquierda en el Colony Theatre de Miami Beach (Florida. EEUU). Omayra Amaya al baile, Rubén al cante, con 'La Sobremesa'. Año 2009).

Miami, New York, Washington, Barcelona, Madrid, han oído su cante y han visto su arte. En El Puerto participó por espacio de dos años consecutivos en el certamen "El Puerto por Navidad" y en la grabación del especial con motivo del Cincuenta Aniversario de la Hermandad del Rocío de El Puerto, junto a un nutrido grupo de artistas portuenses.

Audio de la Sevillana Rociera del 50 Aniversario de la Hermandad del Rocío.

Nuestro protagonista es padre del pequeño Manuel López García, nacido en El Puerto de Santa María en Diciembre de 2004.

QUE HARÍAS SI FUERAS…
¿Qué harías si fueras …Un importante empresario? “—Donaría mucho dinero para los más necesitados”. …Un zombie? “—Asustaría a unos cuantos que tengo en mente”. …Un vampiro? “—Si que mordería a alguien”. …Un animal? “—Siempre me gustó ser pájaro, para volar”. …Un extraterrestre? “—Me pondría un disfraz de humano, je,je”. …Un ebrio? “—Diría verdades, digo yo”.

Ruben tiene muchas amistades en el Puerto, algunas que conserva desde la infancia, de su barrio, del colegio, del carnaval y músicos.

(En la imagen, Raul Gálvez y Miguel  'el Chico', acompañan a Rubén 'el Viejo'. Gran Teatro Falla. de Cádiz. Espectáculo 'Toma Castaña'. Año 2010).

Gran Teatro Falla. 'Toma Castaña' Año 2010.


Última grabación Villancico 'La Cuna'. Espectáculo 'Toma Castaña'.

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Calixto García Rodríguez nació en la calle Ganado, junto al Bar La Perdiz, el 5 de octubre de 1927, hijo de Vicente García Maza y María Rodríguez Caburassi. Calixto tuvo dos hermanos, María y Juan, que fuera barbero en la calle San Juan Esquina con Zarza junto con Mateo.

En 1927 nacía, también, el poeta José Luis Tejada Peluffo. Manuel Álvarez Santander funda en la calle Curva una tienda de recauchutados luego conocida como Vulcanizados Ricardo. Se instalaba en El Puerto el médico Daniel Ortega, médico y luego diputado del Partido Comunista, depurado tras la Guerra Civil. El escultor Ángel Martínez recibe el Gran Premio de la Exposición y Feria de Navidad celebrado en 1927, premio que recogió de manos del Rey Alfonso XIII. Se erige el monumento al Corazón de Jesús, en la Plaza de los Jazmines. (Calixto, en una imagen con pocos años).

La Revista Portuense difundía, el 8 de abril de 1927, siendo alcalde Alfonso Sancho Mateo, el último milagro atribuido al Beato Diego José de Cádiz, santo varón que tenía vinculación con nuestra Ciudad, de la que es Hijo Predilecto. Consistía el milagro en la curación de una monja clarisa, de Jerez, de la tuberculosis que padecía, enfermedad mortal en la época y durante muchos años después, hasta casi la década de los cincuenta, según nos apunta el investigador Antonio Gutiérrez Ruiz.

En la Feria de Puerto Real, Vicente García Maza padre de Calixto, Calixto, su hijo Vicente y Miguel 'el Gitano'.

Con meses, la familia se marcha a San Fernando donde abren una tienda de zapatería ‘fina’. Allí estudiará en la Academia Ramos y en el Liceo Sagrado Corazón. Tuvo una niñez muy buena.  A los padres le toca el primer premio de la Lotería Nacional, con el que invierten en montar un Bar Restaurante y Fonda  junto a la Estación de Ferrocarril, en la Vda. Joly Velasco de la vecina ciudad.

En medio, se produce la sublevación militar y la Guerra Civil y el negocio se vino abajo y cerraron. Hasta hace pocas fechas el edificio seguía en pié, aunque cerrado. Marcharán a continuación a Málaga, con una tía de Calixto donde permanecerán por espacio de dos años hasta su regreso a El Puerto a final de 1941.

María, Calixto y Juan García, en una instantánea tomada de niños.

Calixto entrará a formar parte muy pronto del mundo laboral, primero como aprendiz en el taller mecánico de Rodríguez ‘Luisitio’, en Puerto Escondido  --calle en la que en verano se proyectaba cine-- . Ingresó en dicho taller al día siguiente de que se produjera un accidente laboral y explosionara una boya que estaban soldando, a cuyas resultas fallecieron el soldador, su ayudante y un mirón de los que nunca faltan.

Después, en 1942, entrará a trabajar en el taller de mecánica de barcos de Manuel Paz, en Puerto Escondido Chico, donde, con posterioridad se instalaría el pub ‘El Estanke’ que sería propiedad de Antonio Paz, y después en el taller de Bernardo de la Torre, situado primero en la calle Luja y mas tarde en la calle Diego Niño.


Tocando la batería con una orquestina, durante el Servicio Militar, en 1948. En el destino donde se encontraba, en San Fernando, daba clases de música a los reclutas.

EL SERVICIO MILITAR.

Hace el Servicio Militar en San Fernando entre 1947 y 1949. Y le cogió por medio la Explosión de Cádiz, donde tuvo que colaborar en paliar las consecuencias de aquel desgraciado incidente. En San Fernando enseñaba música militar a los reclutas. (En la imagen de la izquierda, Calixto con el uniforme de Marina, el 30 de enero de 1947)

De vuelta a El Puerto, entra a trabajar por las tardes en la hojalatería de Juan Zaragoza, en la calle Santa María, --su hermano Pepe era el propietario de la hoy inexistente ferretería Zaragona en Santa María esquina con Plaza de Juan Gavala, donde desde hace años existe un solar por construir--.

Un guardia dirigiendo el tráfico en la Plaza de Juan Gavala. A la izquierda podemos ver la Ferretería Zaragoza. No obstante, hemos de señalar que esta plaza es artificial, ya que la calle San Juan Llegaba hasta la casa de Juan Gavala. El trozo que se le quitó a la casa de la Ferretería daría lugar a la Plaza de Juan Gavala y, además comunicaba mejor las calles Luna y San Juan. La muralla de la Ciudad, que discurría por la calle Santa María, perdería ahí alguna parte de los sillares que la conformaban. (Foto: Pantoja. Colección Vicente González Lechugaa).

El maestro Francisco Dueñas, a la sazón Inspector de los Servicios Municipales en la práctica, del Ayuntamiento, le pide a Zaragoza que le busque un cerrajero para el equipo de oficios municipal, y éste propone a Calixto. Allí empezará en 1952, siendo alcalde Luis Caballero Nogueras, permaneciendo hasta 1956.

LA FAROLA.

Con Luis Caballero vivió una anécdota en relación a una farola muy movida. La farola en cuestión se encontraba en la Plaza de la Iglesia. Un temporal de Levante la tiró y acertó a pasar por allí el alcalde que se dirigió a nuestro protagonista, que estaba evaluando los daños: “—Maestro, a ver si ponemos la farola en pié, para que no se diga que en El Puerto se dejan las cosas sin atender”. Curiosamente esta farola sería luego desplazada de la Plaza con la construcción que el propio Caballero propició el Monumento a la Inmaculada; la farola iría a ocupar el centro de la Fuente de la Rana, en el Parque Calderón. Y años más tarde a su desaparición del Parque –nuestro protagonista nunca supo donde se guardó— se reinstaló en una mini rotonda en la Plaza de los Jazmines, a principios del milenio. Otro de los trabajos que recuerda haber realizado fue el enrejado del Paseo de la Victoria que todavía sigue en pié.

La lámpara, colocada con posterioridad en la desaparecida Fuente de la Rana, en el Parque de Ruiz Calderón. (Foto Colección Mata).

La lámpara, en su ubicación actual, en la mini rotonda de la Plaza de los Jazmines. Año 2003. (Foto: Mata).

VIDRIERAS PALMA.

En 1956 entrará a trabajar con el desaparecido Luis Rincón Noya en la Fábrica de Botellas Vidrieras Palma (VIPA), como correturnos, para pasar luego a ser mecánico fijo y, a la muerte de Rafael Paz, --Jefe de Taller y Máquinaria--, lo nombraron para este puesto donde permaneció por espacio de 25 años, hasta el cierre de la empresa en diciembre de 1981, circunstancia atribuida a la bajada de ventas de brandy. Los accionistas eran las bodegas de El Puerto, entre otras: Caballero, Osborne, Terry. Allí pasó mucho calor, trabajó en el taller de moldería, y a tres turnos, llegando a tener en sus mejores tiempos dicha empresa hasta 100 trabajadores, entre los diferentes departamentos: fundición, maquinaria, molduras, patio, oficia y portería. (En la imagen de la izquierda, torre de la desaparecida fábrica de botellas Vidrieras Palma).

A la derecha, espacio donde se construiría el Colegio José Luis Poullet y a continuación, Vidrieras Palma. Año 1970. (Foto: Mata).

Calixto lo pasó mal, verse de pronto en el paro con 54 años y una familia numerosa a la que atender. Pero lo superaron. Calixto siempre ha sido un multiusos y, once años mas y hasta la jubilación, estuvo haciendo por su cuenta trabajos de fontanería, electricidad y otros oficios.

FAMILIA NUMEROSA: 13 HIJOS.

Casado con Aurora Díaz Gatica el 26 de agosto de 1948, en pleno servicio militar.  Aurora trabajó en el servicio doméstico de la casa de Juan de Miguel, capitán de la Guardia Civil y suegro de Ramón Bayo Valdés. (En la imagen de la izquierda, una joven Aurora Díaz Gatica, el 30 de marzo de 1948, meses antes de la boda).

Tuvieron 13 hijos, 4 varones y 9 hembras: María Victoria, Vicente Juan, María Aurora, Concha, Calixto, Juan José, José Antonio, Rosario, Encarnación, Pilar, Dolores, Mercedes y Nieves. Estos les han dado 29 nietos, 9 bisnietos y de momento 1 tataranieto. Era compadre, pues lamentablemente ambos han desaparecido, de Luis Rincón Noya y Esteban Caamaño Bernal.

En Valdelagrana, la familia al completo, en la celebración de la boda de una de las hijas.

Las mujeres de la familia, Aurora y sus nueve hijas.

La familia vivió en el número 2 de la calle de la Chanca y, más adelante en un pequeño piso de Crevillet, ocupado por 18 personas: el matrimonio, la suegra, 13 hijos, 2 agregados y los amigos transeúntes. Consiguió literas del primer barco que se desguazó en el Guadalete, construyéndolas de tres pisos. Para comer había que establecer dos turnos y hacer cola; y había alguno que repetía. Calixto recuerda que le ayudó mucho el añorado médico Jaime San Narciso quien cobraba en especie y de esas especies ofrecía los alimentos a la familia, esos sí, con mucha delicadeza para no herir sensibilidad alguna.

Calixto, entregándole las llaves de su vivienda, como presidente de la Cooperativa de San Marcos, a su hijo Vicente.

PRESIDENTE COOPERATIVA DE SAN MARCOS.

Cuando estaba en VIPA y dado que la Cooperativa de Viviendas ‘Estrella del Mar’ no llegó a completar el cupo de marineros, el cura Ramón González Montaño le invitó a participar en una nueva cooperativa ‘Viviendas San Marcos’ de la que fue presidente hasta que dejó de ser cooperativo.

Calixto a la izquierda, tocando el clarinete, Miguel 'el Gitano' con la trompeta y Juan García Sánchez con el saxofón.

LA MÚSICA, SU PASIÓN.

La música fue su otra pasión. Primero tocó el clarinete y tras un periodo de inactividad musical a la vuelta cogería el saxofón tenor y la batería. Tomó estudios particulares con Alberto Barba Ramírez y con su padre Joaquín Barba Rocafull, en cuya Banda actuaría. Más adelante lo haría en la Banda Muncipal dirigida por el maestro Dueñas, donde compartiría vivencias con muchos compañeros: Remigio Andújar, Manolo el de la Tuba, etc… Sus hijos Vicente y Calixto, platillero el primero y tambor, platillos y tuba, el segundo, le acompañaron durante un tiempo en la banda de música. Y a se ha señalado que enseñaba música a los reclutas durante el Servicio Militar. Además, por su casa pasaron infinidad de chiquillos a estudiar música.

Calixto, fotografiado con la Banda de Rocafull, en la Feria de Puerto Real.

La Banda de Música, dirigida por el Maestro Dueñas, en 1963, a las puertas del Ayuntamiento. De izquierda a derecha, fila superior, Rafael Portela (saxofón alto), Joaquín Morro (trompeta), Francisco Cachetta Guiofré (clarinete principal) (*), Eduardo (bombardino), Calixto Garcia Rodríguez (tenor), Manuel Gallardo Reinado (trombón), Francisco Güelfo (clarinete), José Sánchez (clarinete), Vicente González Sucino (fliscorno, bombardino), Ángel Delgado Herrera (trompeta segunda), José Luis Ramos Añino (clarinete), Antonio Ramos Añino (saxofón alto), Enrique Morro (fliscorno primera), Manuel Jiménez García (tuba primera). Fila inferior, Antonio Bernal (platillero) el niño Vicente García Díaz (clarinete), Juan García Sánchez (bombo), Francisco Dueñas Piñero (director), Remigio Andújar Gómez (caja) y Fernando Güelfo (clarinete y trompeta). La identificación ha sido realizada por Vicente García Díaz.

(*) Perteneciente al destacamento de italianos que estuvo alojado en El Puerto durante la Guerra Civil, se quedó a vivir en nuestra Ciudad.

Calixto, el mas joven a la percusión con la orquesta Montemar, actuando en el Picnic.

Formó parte de varias orquestinas, entre otras la de Montemar o de la orquestina OCRAZ, acrónimo de Zarco, junto a Ramón Zarco (violín), su madre, Virginia Hernández (piano) y a veces Miguel Leveque (saxo alto) estando nuestro Calixto a la batería. Eran célebres los bailes en el Casino de Labradores donde actuaban; o en verano en el Balneario de Puerto Real y en el Cortijo en el porteño Paseo de la Victoria, allá por la década de los cincuenta del siglo pasado.

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