‘Toros en El Puerto’, así reza el cartel inserto en el gran mural de la planta superior del restaurante madrileño ‘Taberna Viña P’. En su publicidad se anuncian como proveedores de Vinos Finos. (Foto: Adrián Morillo González).
En el número 3 de la madrileña Plaza de Santa Ana existe desde hace 40 años un restaurante de nombre 'Taberna Viña P'. En su publicidad habla de cocina casera y Vinos Finos. Antaño era típico comer y después ver salir a los toreros del cercano Hotel Victoria. Es un lugar "con solera", según la cantante Rosario Flores, que ya frecuentaba de pequeñita, cuando sus padres --Lola Flores y Antonio ‘el Pescaílla’-- actuaban en el cercano tablao de Villa Rosa.
Sus paredes están adornadas con los carteles anunciadores de las diferentes corridas de la Feria Taurina, acumuladas junto a retratos de toreros, cantaores y artistas como la torera Cristina Sánchez, clienta asidua; el ganadero Victorino Martín o el genial guitarrista Paco de Lucía. Por Viña P han pasado todas las figuras del toreo español sin excepción, además de ganaderos, cuadrillas de subalternos, pintores de toreros, escultores, artistas del cante y el baile flamenco. Y últimamente vemos mucho al actor Fernando Conde, uno de los fundadores de ‘Martes y Trece’ que abandonó el trío en 1984.
En el restaurante no consiguen recordar el nombre del autor del mural donde se encuentra el cartel de ‘Toros en El Puerto’ que preside la planta superior del restaurante y que da paso a la planta sótano donde otra pintura de gran formato ocupa un testero. (Foto: Adrián Morillo González).
El diseño y la decoración del bar, que salvo alguna reforma sigue igual que entonces (estamos hablando de 1971, año de su apertura), corrió a cargo de Manuel García, quien en 1969 era decorador de TVE, cuando el ente estaba en el Paseo de la Habana. El jefe de decoradores era un tal Mariano y uno de los pintores se llamaba Bonifacio. Su propietario, entonces y ahora, es José Luis Amieiro y, entonces como ahora mantiene una clientela fiel que disfruta de su cocina española, casera y tradicional y los camareros, castizos y algo bruscos.
El Hotel Reina Victoria, en la Plaza de Santa Ana, donde me hospedé hace 25 años. A la derecha de la imagen, la Taberna Viña P.
Desde hace algo así como 25 años suelo hacerles una visita a los hosteleros de la Taberna Viña P, siempre que puedo, cada vez que voy a Madrid. (JMM).
Buenos días. Estoy elaborando un pequeño Atlas sobre la emigración a la URSS en 1937. Miguel Delgado Ballesteros fue uno de los niños asturianos que salieron de Gijón y es autor del Mural de la Taberna P, de Madrid, recientemente cerrada. Necesitamos copia o autorización para publicar ese mural del que solo tenemos las fotos de su entrada "Toros en El Puerto". Muchas gracias si nos facilitan copia digital.
Redacción ha escrito: les han sido enviadas con la autorización para su reproducción. Las fotos fueron tomadas en enero de 2011. La Taberna Viña P. cerró sus puertas en 2019.
El nombre del autor del mural es Miguel Delgado Ballesteros antiguo Forillista de TVE, ya fallecido. Por entonces aún no trabajaba en televisión.
Rectificación:
La taberna de Madrid, aunque es conocida por su Manzanilla, tiene por nombre "La Venencia".
Frente al hotel citado y en la misma plaza está el Teatro Español, calle Príncipe. Por detrás del mismo y paralela a la anterior discurre la calle de Echegaray y en la misma una Taberna, la Manzanilla, en la que el tiempo se paro igual hace entre 50 y 100 años. Estéticamente no tiene nada que ver con la de Cádiz, por lo demás podrían ser "Hermanas".
Esta de la calle Echegaray es una taberna alargada con una sola puerta de doble hoja, mostrador a la izquierda unas pequeñas mesas a la derecha y al fondo un salón mas o menos cuadrado, sobre elevado y con vista de toda la barra, al mismo se accede por una escalera de madera de una media docena de peldaños. Suelo y pared con madera.
Tras el mostrador, toneles con manzanilla, fino, amontillado, oloroso, palo cortado y creo que algún Pedro Jiménez. De aperitivos, mojama, caña de lomo,... y alguna más que sirven acompañadas de almendras y picos (colines en Madrid).
Otros detalles, en la pared tras el mostrador y cerca de la entrada hay unas repisas con una colección de botellas que dan sensación de tener polvo del 2 de mayo, de alguno lejano, la cuenta te la anotan en el mostrador con tiza, a veces por el local se pasea un gato (imposible más negro y brillante) que debe ser el amo del lugar y garantía de no presencia de otros animales. No tienen otras bebidas más que las citadas... y agua para lavar las copas. Es un sitio agradable. Me recuerda Casa Lucas y otras tabernas del Puerto. Está claro, soy un nostálgico en el exilo... pero lo llevo bien.
En el Hotel Reina Victoria, estuve hace ya la friolera de 43 años y 3 meses.