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Tomás de Vargas Suárez,  cantaor gitano, más conocido en la historia del cante como Tomás ‘El Nitri’, también recordado por ‘El Nitre’ o ‘El Mandanga’, nació en El Puerto de Santa María en el año de 1850. Sobrino de Francisco Ortega ‘El Fillo’, Juan ‘Encueros’ y Curro ‘Pabla’. Envuelto en la leyenda, la vida de este intérprete está inmersa en una serie de contradicciones, partiendo de su lugar de nacimiento, aunque exista una partida de bautismo hallada en la Iglesia Prioral de El Puerto, pues existen opiniones dispares que lo consideran indistintamente natural de Cádiz, Arcos de la Frontera, Jerez de la Frontera y Puerto Real, lo cual ha producido polémicas entre los investigadores. No obstante, Demófilo, en su obra Colección de Cantes Flamencos, aparecida en 1881, lo califica de portuense, en virtud de la información que le proporcionó el cantaor jerezano ‘Juanelo’. En cuanto a su muerte, la tradición oral igualmente se contradice, unos sostienen que murió joven todavía y tuberculoso y otros, lo niegan. Igualmente es motivo de distintos pareceres, las circunstancias que rodearon el otorgamiento en su favor, y por vez primera, del trofeo La Llave de Oro del Cante.

LLAVE DE ORO DEL CANTE.
En torno a este acontecimiento, la versión más divulgada es que la recibió en 1868, [hay quien afirma que fue en 1862, dato tampoco constrastado] en el Café Sin Techo de Málaga, en medio de la euforia de un grupo de aficionados, recibiéndola de manos de Manuel Pérez de Guzmán y el general Sánchez Mira; existiendo otra versión en torno al hecho, ubicándolo en Jerez de la Frontera, durante una fiesta de cabales. Al cabo del tiempo y las investigaciones la duda persiste y no se tienen pruebas claras al respecto.

Lo que parece cierto es que vivió de joven en Cádiz. pues su familia, y él mismo, aparece en padrones de la capital de su provincia; y también que vivió en Alcalá de Guadaira y otras localidades sevillanas y en Málaga, en una especie de errancia consecutiva. Aurelio de Cádiz, en una de las curiosidades que narró a José Blas Vega, sitúa a ‘El Nitri’ cantando con la guitarra de Patiño en el colmao gaditano La Concha, al referirse a Andrés ‘El Loro’, quien también participó en la reunión. Igualmente, Aurelio de Cádiz recordaba que la letra de siguiriya que dice:
Pobrecito Ponce
que en Lima murió
cómo llamaba a Cristina murió
y no la vió.

referida al torero casado con Cristina Ortega, hermana de ‘El Cuco’, era original de ‘El Nitri’, amigo de Ponce.
La pastora divina
venga en mi compañía,
que me veo sin calor de nadie
y en tierra mu extraña

Juan Talega, en una entrevista de prensa, aseguró que ‘El Nitri’ vivió tres años en Alcalá de Guadaira, en casa de su familia. Al decir de Antonio Mairena, una sobrina del ‘Tío Maero’, que tenía noventa años, le relató que la fiesta en la que entregaron la Llave de Oro del Cante a ‘El Nitri’, estuvo organizada por los jerezanos Manuel Molina y Juan Junquera. En el número 75 de ‘La Ilustración Ibérica’  (Barcelona. 7-6-1884) puede leerse: «Caoba hizo el elogio dc su pariente, su tío Tomás, El Nitrí,- ¡Ese si que sabía cantar por tó lo alto! EI pobre espichó en Cádiz. Era mu bebedor y mu juerguista». Por lo que se deduciría que El Nitri murió hacia los treinta años de edad, aunque todo lo relacionado con ‘El Nitri’  son conjeturas, dada la falta de datos concretos, al no aparecer su nombre en ningún programa ni reseña de la época. (En la imagen de la izquierda, Juan Talega).

FRANCISCO ORTEGA ‘EL FILLO’.
Por circunstancias desconocídas. Tomás ‘El Nitri’ vivió desde niño con su tío Francisco Ortega  'El FilIo' que era muv amante de los niños. A ello alude la letra de la famosa soleá atribuida a ‘La Andonda’:

La Andonda le dijo al Fillo:
¡Anda y vete gallo ronco a cantarle a los chiquillos!

(En la imagen de la izqierda, en el centro, El Fillo junto al Planeta, a la guitarra, obra del portuense Francisco Lameyer. Es una de las  escenas Andaluzas de 'El Solitario'. Información falicitada por Francisco M. Arniz Sanz).

Los chiquillos que alude la copla bien pudieran ser ‘El Nitri’ y Silverio, pues, también el popular cantaor sevillano fue iniciado desde su infancia por los dramáticos cantes de ‘El FilIo’. Núñez de Prado, escritor jerezano melodramático y tremebundo, más atento a la anécdota y a la noticia tremebunda que al arte, nos legó hacia el 1909 un retrato arbitrario de el gran Tomás ‘El Nitri’ al que presenta como un caso de timidez erótica parangonable al de un Amiel. Algo así como un Amiel gitano. La especie difundida por Núñez de Prado es en absoluto falsa porque todo el mundo sabe que Tomás ‘El Nitri’ se había juntado a la mujer de su tío, ‘La Andonda’, muerto éste, que era mucho mayor que ella. Lo que está fuera de toda duda es que ‘El Nitri’ gozó toda su vida de fama de raro. Al parecer, ‘EI Nitri’, de quién se cuentan las más estrafalarias anécdotas, algunas de difícil credibilidad, solamente cantaba en reuniones de amigos y familiares y nunca en competencia con otros cantaores profesionales.

Por encima de todo esto está que Tomás cantó inimitablemente una siguiriya, que fue la que mas inmortalizó:
Por aquella ventana
que al campo salía,
le daba voces a la mare e mi arma
y no me respondía.

SILVERIO FRANCONETTI
Sin embargo algunas de sus extravagancias sólo en apariencia lo son. Por ejemplo aquella tan conocida de no cantar delante de Silverio Franconetti. Según parece Silverio se fue al otro mundo con las ganas de oírlo. La actitud incomprensible de ‘El Nitri’ se ha interpretado de diverso modo. Para los partidarios de Silverio la explicacion estaría en el complejo de inferioridad de ‘El Nitri’. En cambio, para los partidarios de ‘El Nitri’, el motivo sería mucho más profundo. Las relaciones casi familiares de Silverio con ‘El Fillo’ y sus parientes rompiéronse de súbito y por causas desconocidas o muy oscuras por lo menos, Silverio emigró a América, donde residió varios años. A su vuelta, ‘El FilIo’ había muerto. Es posible que una tragedia familiar fuese la vuelta del precipitado viaje de Silverio

Mientras duró su estancia en América, Tomás ‘El Nitri’ permaneció al lado de su tío ‘El FilIo’, del que heredó toda la tradición cantaora de la primera mitad del siglo XIX y todos los cantes de ‘El Fillo’. Silverio tenía un enorme interés en oír a ‘El Nitri’ porque era la única forma de refrescar la memoria de los cantes de ‘El Fillo’, su maestro. Y por eso precisamente ‘El Nitri’ no quería cantar delante de él. Entre ‘El Nitri’ y Silverio hubo además radicales diferencias artísticas. ‘El Nitri’ ha pasado a la historia como prototipo de cantaor especialista: su especialidad ya se saben: las siguiriyas y las tonás. Silverio, al contrario, se acreditó ante todo como ejemplo de cantaor enciclopédico, como Miguel Cruz Macaca y como Dolores ‘La Parrala’ entre sus contemporáneos; como Chacón y ‘La Niña de los Peines’ en nuestro tiempo. El arte de Tomás ‘El Nitri’ tuvo su fundamento en los cantes del ‘FilIo’, lo que vale tanto como decir Triana. Seguramente mejoró los cantes de su tío, que conocemos a través suya y de Silverio. De la rica variedad de siguiriyas de Tomás ‘El Nitri’ sólo tres o cuatro han llegado hasta nosotros. Son de impresionante sencillez y grandeza.

Inauguración de la primera sede de la Tertulia Flamenca Tomás 'El Nitri' en El Puerto, el 24 de abril de 1973. De izquierda a derecha, su primer presidente, Francisco Varo Marchán 'Cuqui', el alcalde, Fernando T. de Terry Galarza, el guitarrista Manolo Sanlúcar, desconocido y el guitarrista Antonio Núñez.

Imagen de los asistentes al acto inagural de la Tertulia Flamenca Tomás 'El Nitri', entre otros, vemos a Eusebio Espinar, Juan Martín Vélez, Navarrito, Fernando T. de Terry, Manolo Sanlúcar, Francisco Varo Marchán, Antonio Núñez, Antonio Oviedo González, ...

Otras siguiriyas asignadas por la tradición oral a El Nitri, son las siguientes:
«Oleaítas e la ma furiosa
que fuertes venés
y a la probe mare de mi alma
no me la traé»
. Y
«Arbolito der campo
riega el rocío
como yo riego las pieras de tu calle
con el llanto mío».

(Textos: José María Ruiz Fuentes. Extracto del Diccionario del Flamenco de José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz. Editorial Cinterco. 1985).

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