De Rafael, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que estamos ante un personaje esencialmente portuense. Los tres primeros años en nuestra Ciudad le marcaron profundamente para bien. Ya al bajar del tren, su luz le cautivó. Los recuerdos se amontonan en su cabeza. «--Estoy en la azotea de La Salle, con los hermanos. Es domingo. Si miro a Oriente veo la marisma, las salinas, las pirámides de sal, los dos ríos, la sierra, la luz. Si miro a Poniente veo el patio de tierra, blanquecino, como de albariza, paralelo al edificio escolar donde cada mañana de domingo jugaba el San Marcos Juvenil entrenado por Ricardo el de las gomas»
Rafael Bermudo Delgado nace en Huertas de Ánimas (Trujillo-Cáceres) el 7 de Enero de 1949 en el seno de una familia humilde. Es el 2º de dos hermanos. Mª Teresa nació en 1946.
Huertas de Animas es una aldea o arrabal de Trujillo situada a dos kilómetros de dicha ciudad en zona relativamente llana, aunque de grandes peñascales. Ha tenido un crecimiento notable en los dos últimos siglos, con una población dedicada al sector primario, sobre todo la ganadería, abastecedora de la ciudad cabeza de partido.
Sus padres, Manolo y Teresa, gente sencilla dedicados al trabajo en el campo en régimen de aparcería con otros trabajadores del pueblo en una finca llamada Rongil. La niñez de Rafael está enormemente marcada por sus primeros años de vida. Las vivencias, especialmente las del campo y en las casas de los abuelos, marcan nítidamente la personalidad de este maestro extremeño: forma de ser, de actuar , facilidad de adaptación a todo tipo de circunstancias vitales, su manera de relacionarse con la gente y con el medio, y sobre todo, el profundo amor por la naturaleza que mantiene intacto alimentado posteriormente, por lo vivido en el término municipal de El Puerto, en la provincia de Cádiz, en toda Andalucía y en la tierra de su mujer, Asturias. (En la imagen de la izquierda, Huertas de Animas el lunes de feria).
Su maestro, Don Cecilio y su primo José Manuel Bermudo marcan su trayectoria como estudiante. El primero recomienda a sus padres intenten “dar estudios” al chico. Saben de las dificultades económicas de la familia, que se sacrifican para que esto ocurra. Cursa Bachillerato Libre. Don Cecilio lo preparaba como podía. Los exámenes los realizaba Rafael en el Instituto Hace Ingreso y 1º de Bachillerato en el mismo Curso.(1959). Su primo José Manuel, que ayuda a Don Cecilio, marcha a Cataluña en1962 (hoy ejerce como Catedrático de Filosofía en la Universidad de Barcelona) y Rafael se queda ‘huérfano de profesor’ al que quería, respetaba, admiraba y el espejo donde se miraba. Con su Bachiller Elemental conseguido con esfuerzo, no sabe que hacer. Tiene 13 años . José Manuel le recomienda intente finalizar Bachiller Superior de Ciencias cosa que logra en 1964 .Tiene 15 años
Las circunstancias laborales de su padre cambian. Pese a que éste adora el trabajo del campo del que su hijo Rafael tiene recuerdos imborrables durante esa etapa (sementera, la siega, trilla, recolección de grano y paja… olores del pasto, de la paja al llenar el pajar, de la tierra “molida como harina” por el hierro de las ruedas de los carros), la familia reconoce que el campo no da para vivir!. Manolo vuelve al pueblo. Trabaja en lo que sale hasta que se coloca como Conserje de la Plaza de Mercado de Trujillo. Rafael está ocioso en verano del 64. Sin saber qué hacer. (En la imagen, con su padre, fallecido en 2002 poco antes de cumplir 92 años, en buena compañía vínica).
Su madre abre una tienda: pescadería y frutería, en Huertas. Rafael acude a Trujillo todas las mañanas muy temprano a recoger el pescado y las frutas y verduras con un carrillo de mano.
COMIENZA MAGISTERIO.
Comienza Magisterio también como alumno de Enseñanza Libre, en la Escuela Normal “Rufino Blanco” compaginando sus estudios con el trabajo. Cursa 3º de Magisterio Oficial en Cáceres, ‘becado’ por su tío Ezequiel, económicamente mejor situado que su hermano Manolo. La vida en la capital forja al joven Rafael. No puede fallar a los que tanto hacen por él, especialmente su querida madre, la que sufrió el día a día del Rafael estudiante y así finaliza sus estudios en el año 1967. La Reválida la aprueba en la primera semana de Octubre. Son las Fiestas del Rosario, patrona de Huertas. Sus amigos y amigas están en el baile. Lo celebran con él. Saben que no lo había tenido fácil.
Estación de Renfe en los años en que Rafael Bermudo llega a El Puerto.
LLEGADA A EL PUERTO.
En Julio de 1968 su primo Martín Delgado, hermano de la Salle en El Puerto, visita a sus padres en Huertas de Ánimas. Contacta con Rafael y le cuenta que en ‘su colegio’ hay una plaza de Interino. Rafael ya había solicitado interinidad en varias provincias. Quería trabajar y … ¡No lo dudó ni un momento!
Tiene 19 años. Ha viajado poco. Trujillo- Mérida en autocar. Monta en tren por primera vez para ir de Mérida a Sevilla. Es el 8 de Septiembre. Día significativo pues coinciden en él la Patrona de El Puerto, la Virgen de Guadalupe Día de Extremadura y la Virgen de Covadonga (importante en su vida como veremos más adelante), patrona de Asturias. Duerme en Sevilla y… a las 11:00 horas del 9 de septiembre llega a la estación de El Puerto.
No tiene donde alojarse. Los Hermanos le ofrecen el colegio hasta que encuentre una pensión asequible. Los Hermanos son su familia. Disponía de un hermoso cuarto orientado hacía el Este, de un salón biblioteca , televisor y radio. La primera radio que tuvo Rafael se la regaló por su santo un alumno de su primer grupo: José F. Ferrer Morató, hoy fotógrafo .
Profesores de La Salle en las escaleras de acceso de la calle de la Rosa. Fila superior, José Luis Corbacho Gallart, Hermano Julio, Pedro Bravo, Hermano Taudiano Prieto Palacios, Carmina y Rafael Bermudo. Fila segunda, Antonio Velázquez, Tere Crespo y Antonio de el Bar. Fila tercera, Carlos Casado, Siro Morata Torrres, Joaquín Corredera Andrés, Inés Monguió, Eusebio Espinar y Juan Bautista Moragues. Fila inferior, Jerónimo Nogueroles y el Hermano Francisco Moreno.
EL PRIMER AÑO EN EL PUERTO.
Comía con los hermanos. Recuerda la calidad de la comida del cocinero Pepe. “¡Qué bien guisaba!”. En los ratos de ocio, iba siempre con ellos: playas, la Inmaculada, a otros Centros de la provincia, pero sobre todo el centro le brindó la posibilidad de seguir practicando, diariamente, hasta el anochecer, en el patio del colegio el deporte que amaba, practicaba en su tierra y sigue practicando todavía: el fútbol. Lo hacía con antiguos alumnos, los chicos de 4º de Bachillerato, Luciano, Juanito Martín, Salva Bautista… y los Hermanos Pepe Navarro, José María y su primo. No conocía a nadie en la Ciudad. Durante ese curso salía muy poco. Escribía mucho a su familia y los amigos/as de Huertas. Corregía en su cuarto diariamente todos los cuadernillos de los alumnos. Recuerda la primera película que vio en el Puerto. Fue El Doctor Zivago en el Cine Victoria. De esa noche grabadas quedan en su memoria las imágenes del regreso al Colegio. Era invierno. Solitaria travesía.
Gracias a las visitas de antiguos alumnos va introduciéndose en la vida de la Ciudad. Sus amigos Luis Sánchez Matabuena (+), Paco Chica y J.L. Muñoz Benítez, son sus guías. Los que abren los ojos para que Rafael se pueda mover por la ciudad, la conozca en otras facetas distintas a las colegiales.
LA PROFESIÓN VA POR DENTRO.
Su primer sueldo es de 5000 ptas. Abre su primera Cuenta en La Caja de Ahorros de Cádiz en la Plaza de Isaac Peral. Se le asigna un grupo de 2º de Primaria. Más de 50 alumnos. El elevado número no le asusta. El aula estaba situada en el subterráneo del colegio. Recuerda los nombres, apellidos y caras de cada uno de ellos. Allí estaban los primos Aragón, Vicente y Oñi; los primos Ordoñez García, Méndez Cuevas, Pepe Contreras, Velarde, Enrique Moresco, Rojas Ortiz, Gago Fornell, Ferrer Morató, Santos Raposo, Vargas de La Rosa, Naharro Sucino, Buhigas, los tristemente desaparecidos Javier Sánchez y Vázquez Rodríguez entre otros.
El Hermano Ignacio y el Hermano Visitador en una aula del Colegio.
Un grupo que, por su ascendencia social dispar representaba a variados niveles sociales de la Ciudad: mundo de la hostelería, bodeguero, sanitario, marinero, administrativo, de la construcción, de la política… Con muchos de ellos y con sus padres mantiene aún buena relación y amistad en muchos casos. Recuerda que celebraron juntos el año 2000 el 25 aniversario de esta promoción. Rafael recibe en el aula, con cierta frecuencia, al Hermano Visitador y al Hermano Fundador Ignacio Orbegozo. El Hermano Ignacio, mano sobre hombro de Rafael, le augura un exitoso porvenir en la profesión que acaba de iniciar. La dilatada trayectoria y los resultados certifican que al menos puso el alma en el empeño. Pasaba todas las horas del día con el grupo o con sus trabajos. Sabía hasta cómo respiraban. Estaba ilusionado. Recuerda gratamente cómo el 24 de Octubre de 1968, San Rafael, le colmaron de todo tipo de regalos sus alumnos. Aún posee alguno. En la Salle trabaja y vive feliz. Fallece el Hermano director, el Hermano Manuel.
BUSCANDO CASA.
Al finalizar el curso, Rafael debe ponerse en serio a buscar alojamiento, recalando en la Pensión Frasquita, en Ganado, 43. Allí coincidirá con muchas personas con las que traba amistad. Entre ellas los futbolistas del Racing Portuense. Ya conoce bien El Puerto. La zona del barrio alto es ‘su hábitat’. Hacía diariamente el mismo recorrido: Ganado, Cielos o Cantarería, Santa Clara, calle de la Rosa… y el Colegio.
Curso 1969/70. Ya el hombre había llegado ese verano a la Luna. De izquierda a derecha, fila superior: Polanco, Márquez, Reina Ares, Neva Delgado, Morro, Durán Rey, Pablo Pérez, Alberto, Ortiz, Romero, Márquez, Ibañez. Fila de enmedio: Caamaño, Castillo, Antonio Ahucha Femenía, Gonzalo Ganaza Pérez, Nimo, Carlos Escalante, José Ferrer Andrade, Juan Luis Pérez Sánchez, Álvarez, José Luis Ballesteros Benjumeda, Miguel Roselló Martí, Juan Ramón Guardiola Crespo y Rafael Bermudo Delgado. Sentados: Eugenio Carmona, Alejandro Gutiérrez, José María Morillo, Kiko García Junquero, Palenque, Selma, Pedro Gallardo Garcés, Domínguez Ibáñez, Jerónimo Herrera Lara, Javier Ojeda Guerrero, José Cecilio González Borrachero ‘el Chili’, Marcos Martínez y Díaz. Falta Guillermo Domínguez Ibáñez.
CURSO 1969/70
En el curso siguiente la dirección le asigna un grupo de 1º de Bachillerato. Rafael ha ganado en experiencia. Confían en él. Nombra a los alumnos del grupo: Pedro Gallardo, Escalante, Ballesteros, González Borrachero “El Chili”, Reina, Neva, Ojeda, Caamaño, Morillo, Ahucha, entre otros. La enseñanza era colegiada. Se debían examinar en Junio en un Instituto Público. Recuerda especialmente la dificultad que tuvo al finalizar el curso para nominar para Diploma a los tres alumnos más destacados. Había 5 ó 6 que lo merecían. Durante ese curso se incorpora a La Salle Joaquín Corredera procedente de Educación de Adultos. Al poco de conocerse, entablan amistad. Una amistad sincera que hoy, 41 años después permanece viva.
Tutoría de 3º de Bachillerato. Curso 1970/71. De pie: Rafael Bermudo, Marcos Reinaldo (+), Frauca, Quiles, Vichy, Fernández Graván, Ojeda Guerrero y Sánchez Delgado. Agachados: Escámez, A. López, Guerra ‘Boli’, Macías, González Suano y Andrades Macías (+)
CURSO 1970/71: LA MUERTE, LA OPOSICIÓN, LA MILI.
Durante el curso siguiente lleva la tutoría un grupo de 3º de Bachillerato en el que imparte Matemáticas, Física y Química .Tres hechos ocurren durante el mismo que difícilmente olvidará Rafael y que entristeció a todos. El primero, la muerte durante el curso de su alumno Marcos Reinaldo, el portero del equipo de fútbol. El segundo, aprueba la Oposición de plaza fija en la Enseñanza Pública en Cádiz. El tercero, cumple el servicio militar en Cáceres, entre Octubre de 1971 a Diciembre de 1972, donde dará clases a los soldados que no disponían de Certificado de Estudios Primarios. Antes de ‘incorporarse a filas’, La Delegación Provincial de Educación le asigna plaza en Educación Permanente de Adultos en la provincia, con la suerte de que se le asigna una en El Puerto. Sólo unos pocos días, Rafael ejerce su cometido en el Edificio de Falange, hoy Centro Alfonso X ‘el Sabio’ y Biblioteca.
Tercero de bachiller, tutoría también de Rafael. La fotografía está tomada en las desaparecidas gradas del campo de fútbol. Fila superior: R. Sucino, Vichy, Rincón, Juan Carlos Neva, Andrés Daza, Juan Antonio Blanco Domínguez, Paco Trillo, Zarazaga, Gregorio Cardellat Martí, Pérez Enríquez, Ordoñez García. Fila segunda, Francisco Andrade Gómez, su primo Joselito González Gómez, Fernández Graván, Sevilla, Rosso Riverola, Quiles, Guerra, A. López, González Suano, Beuzón Caballero, Gutiérrez. Fila tercera, Vicente, Pablo Santa Cruz, José Antonio Andrade Macías, Jesús Pérez Izquierdo, Escámez, Prius, Bautista Feria, Luque, Verano E. García Couso, Camacho Perdiguero, Fernández Vaca. Fila inferior, Julio Acale Sánchez, Sánchez Delgado, Frauca, Padilla, Cordero, Ojeda Guerrero, Juan Rincón Ares, Aurelio Adán, Obregón, Miguel Ferrer Martí y Juanito García Domínguez.
EDUCACIÓN DE ADULTOS.
Cumplido el Servicio Militar, regresa en Diciembre de 1972. Toma posesión de su plaza en Adultos que comparte con el trabajo en La Salle: de 09:00 a 17:30 en La Salle y de 18:00 a 22:30 en Adultos. Más de 12 horas de trabajo casi ininterrumpido. Se hospeda en Casa Pina en la calle Larga frente a Alquiladores. Come en el Bar Manolo, donde hizo buena amistad con Felipe.
En Adultos imparte clases para la obtención del Certificado (E.P.) y del Graduado Escolar. Los alumnos son adultos trabajadores en distintas áreas. Hoy recuerda con nostalgia cómo se sacrificaban éstos después de haber realizado su trabajo diario. Alaba su tenacidad. Casi siempre ese sacrificio mereció la pena. Rafael era ‘un chiquillo’ para muchos de ellos. De todos aprendió. A todos recuerda con cariño.
Algunos amigos de Rafael de 1973, algunos años después. Raquel (+), Manolo Couto, Mari Carmen, Luis Hoyos Lorenzo, María García, Paco Perdigones, Toñi Suárez, Concha García, Luis Soriano, Higinio Obregón. Debajo, Luisa Cárave y Rafael Bermudo.
APARECE TOÑI EN SU VIDA.
En Febrero del 73, ya Rafael (en una fotografía de dicho año) conoce bien El Puerto y sale con frecuencia por las noches: a cenar, entre otras cosas. En una de esas noches de invierno, alternando como otros muchos jóvenes por el Centro: El Faro, El Central, La Mina, Las Columnas, La Garita, El Apolo…, conoce a Toñi Suárez (asturiana que ejerce como tal ) profesora de Geografía e Historia del Instituto Pedro Muñoz Seca. Quedan para salir. Se enamoran . Ella comparte piso con otros profesores y amigos en la calle Chanca: Beatriz, Adriana, Paco Perdigones, Fermin de Sande y Elsa. Rafael conoce al grupo y poco a poco, hace amistad con ellos. Hoy 37 años después Paco, Fermín y sus mujeres son parte de su familia. Ya el Muñoz Seca empieza a serle familiar a Rafael.
LA FAMILIA: LOS HIJOS.
Rafael, se casará con Toñi el 29 de Diciembre de 1974 en Covadonga (Asturias). Tienen dos hijos: Ramiro de la cosecha de 1977 y Alba de la de 1979. Ramiro cursará Infantil y EGB en el Sagrado Corazón. Alba, tras dos años en el Sagrado Corazón, hará lo propio con la EGB en Las Esclavas. Ambos estudiarán el Bachillerato de Ciencias en el IES Pedro Muñoz Seca. Rafael se incorporará al Instituto cuando sus hijos están en la Universidad. No coincide con ellos en el Centro. Pero no adelantemos acontecimientos.
En el presente, su hijo Ramiro, Carmen mujer de éste, Ramón, marido de Alba y ésta, hija de Toñi y Rafael.
Ramiro se licenció en Ciencias Económicas y Alba en Ciencias Químicas. Cursan los estudios en la Universidad de Oviedo. Ambos están felizmente emparejados. Alba reside en Oviedo, casada con un ovetense y Ramiro, casado con una gaditana, reside en Madrid. Aman El Puerto, lo visitan menos de lo que quisieran, pero mantienen en esta Ciudad, además de a sus padres, un numeroso grupo de amigos.
El Curso de 1973/74, en cuarto de Primaria. De pié: Neva Magrañal, Travieso, Cobos, Sánchez Gallego, Posada Simeón, José Luis Ramos Rivera y Rafael Bermudo. Agachados: Hormigo, Paquito, Guerrero, J.M.Benítez, Gallart, Isidro Obregón y Máiquez.
COLEGIO SAGRADO CORAZÓN.
El curso 1973/74 es el último en La Salle. Lleva la tutoría de un 4º de Primaria Los chicos recuerdan cómo Rafael formó un equipo de fútbol del grupo que ganó la liga colegial a 5º y 6º. Al finalizar el Curso, La Delegación Provincial le comunica que debe pasar de Adultos a Régimen Ordinario donde necesitan maestros. Designan para ello a los de las últimas promociones. Entre ellos está Rafael. No hay vuelta atrás. La Salle sigue viva en su corazón, pero… ¡Tiene que marcharse! Los hermanos lo lamentan; sus amigos y compañeros también. Tiene 24 años. Se incorpora al Colegio Público Sagrado Corazón en la Rotonda de La Puntilla.
Pese a conocer a pocos maestros del Centro, se adapta con rapidez a él y muy especialmente a su entorno y alumnado. Pronto toma el pulso al Centro. Le asignan un 2º de Primaria. El primer curso mixto del Centro. Rafael se vuelca con estos chicos. Recuerda que entre ellos se encuentran tres hijos de profesores: Oscar Amosa, Luna y Rafa Navas. El grupo crece con Rafael hasta Junio del 81. ¡Siete cursos! Recuerda su primera promoción en este Centro de una manera muy especial.
Se proponen visitar Madrid al finalizar el Curso. Se necesita mucho dinero. Surgieron dificultades. El clima creado por el caso del aceite de Colza., el 23-F, la lejanía,… Con una ilusión desbordante cumplen el sueño: Siete días en Madrid y alrededores. Del 22 al 29 de Junio. Insiste en que se realizó fuera del calendario Escolar. Lourdes Caballero enfermó el día antes de partir . No pudo ir. Una alumna maravillosa, hoy profesora de Inglés del IES Javier de Uriarte.
Viaje de Estudios a Madrid. Promoción 1980/81. Zoológico de Madrid con los profesores Manolo López Rey, Antonio Ferrero y Rafael Bermudo: más de 50 alumnos en 1981. Entre ellos:, M.Posada, J.Antonio Luna, Morató, Perles, Trujillo, Oscar Amosa, Muñoz Merlo, Rafa Navas, Eva Gómez, Mercedes Romero, Maria del Mar Pérez, Elvira Polanco, Inma Espinosa, Mª Mar Portela, Milagros Martínez, Carmen L. López, Carmen López García, José Antonio Raposo, Roldán Simeón, Caamaño, Lora, José Luis Pacheco, Lourdes Pacheco, Mila Hermoso, Inma Almagro, Beatriz Vela, Carmen Arjona, Miguel Vega, María A. Rivas, Manuel Suano, Cristina Castro, Victor Cerratos, María de la O Manga, Cordón Quintana, Pérez Boy, Carrasco, Rebeca Valiente, Muñoz Raposo, M.Marín, García Costales, Alfonso Cordones, M. Bueno
El senador Esteban Caamaño, facilitó la visita al Congreso de Diputados. Un joven diputado, José Bono, --hoy presidente del Congreso-- atendió con exquisitez al grupo. Hizo de cicerón y permitió al alumnado, además de presenciar las huellas del bochornoso 23 F, hacer uso de los aparatos que utilizan los Diputados para votar, visitar salas, verlo en profundidad. Un ejemplar de la Constitución firmado por el Senador y el Diputado así como una réplica de los Leones de Las Cortes se entregaron a la directora del centro, Mª Paz Vargas-Machuca.
REFLEXIONANDO, RECORDANDO.
A Rafael Le gusta ir al mercado de abastos; lo considera como un lugar de encuentro y de conocimiento de costumbres portuenses : expresiones, forma de ser, comidas sencillas típicas… Es fiel a sus amigos tenderos: fruta y verdura en Tani; pollos en la recova de Ochele; pescado en Joselito Almagro; café en Vicente Sordo… Recuerda a Juan Ferrer, veterano conserje del mercado, buen amigo, ya fallecido, al igual que el hijo que le sustituyó en el cargo, ex alumno de Rafael, también fallecido.
Rafael, en el mirador de El Ancla, sobre la Playa de Santa Catalina.
Parte de El Puerto que conoció al llegar quedó atrás. Muchas tiendas de ultramarinos regentadas por montañeses de Santander, aquellos chicucos, los freidores de los gallegos’, cafés y bares con solera ya desaparecidos: Cafetería Central, La Mina, El Faro, Cervecería Sánchez, Los Maeras, El Golpe… La fábrica de botellas VIPA, el puente San Alejandro, Bodegas Cuvillo y Alameda, destilerías Galloso, futbolines y billares en la calle Palacios –el Pato-- y Plaza de las Galeras, el Club Taurino del Parque Calderón, la Colmena con Márquez al frente, la Antigua Lonja.
La Fábrica de Botellas VIPA (Vidrieras Palma).
El terroso Camino de los Enamorados con retamas, tunas y zarzas; la playa de La Puntilla con sus casetas de rayas, los valientes y, a veces temerarios jóvenes cruzando a nado el río Guadalete para pasar a Valdelagrana a la altura de lo que hoy son los espigones, los bocadillos del bar González o del Piriñaca, en La Puntilla, los pajaritos de huerta… (Rafael pensaba en gorriones cuando alguien los solicitaba en esos bares. Se alegró al comprobar que eran pimientos verdes fritos). La Feria ubicada entonces cerca de La Puntilla, con el Balneario como Caseta Municipal..
El autobús en el descampado en lo que hoy es el nacimiento del espigón le llevaba a la Plaza de Las Galeras. El sol de julio a las 6 de la tarde. Olor a mar, a redes secando, a sal marina… Calle Luna arriba, La Placilla, Ganao, pensión Frasquita. Recorrido que permanece nítido en la mente de Rafael. Ducha de rigor y ... con ropa de calle, a pasear por el Parque Calderón. ¡Mil vueltas por el parque! El Puerto tenía entonces unos 48.000 habitantes. Una ciudad pequeña, compacta, muy cercana. Con personalidad bien definida.
La Playa de La Puntilla, con una pequeña escollera, no existía aún el espigón.
El mundo bodeguero, el mar --la mar-- algo de agricultura y servicios. Alrededor de los dos primeros sectores se movía su economía: Fábrica de botellas, de cápsulas y corchos, mallas de botellas --mujeres malleras--, barcos, exportadores de pescado, fábrica de hielo, sal, redes y rederos --recuerda a Ayala, un redero amigo alumno en Adultos--, bares abiertos de madrugada frente a la Lonja, freidores, … Comercios familiares que cubrían bien, con sencillez, todos los sectores.
Conoció bien las primitivas playas --de La Colorá tiene una imagen imborrable--. Vio hacerse el espigón y el paseo de La Puntilla, el del Aculadero, Puerto Sherry muy de cerca pues por el camino de tierra iba hasta el pinar que daba a La Colorá y, a la derecha, a la Venta Ceballos. Muchos días de la semana lo recorría, haciendo deporte. Hoy sigue frecuentando esas zona. Camina por ellas, observa… ¡Piensa! El silencio le produce una paz que le ayudó siempre hasta en los momentos mas duros de su carrera profesional. (Continuará).
Querido paisano y amigo Rafa, por mi hermano Quico he recibido esta referencia tuya, que alegria saber de tí y saber de tu buen hacer como maestro, resido en Monesterio desde 1987, lugar por donde pasas obligatoriamente para subir a nuestro querido pueblo, para un día y tomaremos una copa de Jerez y un jamón iberico de Monesterio.Me sumo a todos los comentarios vertidos.Un fuerte abrazo
Citando a Don Antonio Machado: En En el Buen sentido de la Palabra, un Hombre Bueno.
Un abrazo DON RAFAEL.
Buén PROFESOR Y MEJOR PERSONA. Tuve la suerte de ser alumno suyo el año que llegó al colegio, estabamos en segundo de primaria, le encantaba el fútbol y los amigos. Aún cuando me ve me dice "que gran portero se perdió El Puerto". Un fuerte abrazo DON RAFAEL.
Don Rafael, mi maestro
19/06/2001
A lo largo de la vida son muchas personas las que se cruzan en nuestro camino.
De ellas, los profesores tienen una gran importancia, no sólo porque nos enseñan conocimientos, sino porque también nos forman e instruyen como personas.
Y de todos los profesores, los que marcan más nuestra personalidad son los que nos encontramos los primeros años de vida.
Tuve la enorme suerte de que don Rafael Bermudo Delgado fuese mi profesor tutor entre los 6 y los 12 años, en el colegio Sagrado Corazón de Jesús.
Quienes hemos tenido el privilegio de ser sus alumnos podemos dejar constancia no sólo de su indiscutible valía como profesor, sino como persona capaz de ilusionar cada día con su generosa entrega y servir de ejemplo para generaciones.
Haber sido alumno de don Rafael es como haber sido depositario de un don especial porque encarna a la perfección la figura del profesor completo: ameno, amable, original, educado, simpático, exigente, tenaz, tolerante y progresista, creativo, dinámico, amante del deporte.
Hasta buen futbolista.
Un pedazo de profesor, preparadísimo, genio de las Matemáticas, capaz de dar a sus alumnos una base no ya suficiente para el Bachillerato, sino para toda la vida académica.
El encuentro diario con don Rafael lo consideré siempre como una extensión de la vida en mi propia casa, tal era el clima que siempre se percibía en su clase.
Se cumplen ahora veinte años desde que, en junio de 1981, me despedí de él tras el viaje de fin de curso de octavo.
Nunca he olvidado ese momento como tampoco el día en que aún de la mano de mi padre llegué a su clase por primera vez y me encontré con aquel bigote grande y aquellos ojos azules.
Desde ese instante se inició la experiencia apasionante de una aventura del conocimiento llevada al grado más humano por un maestro excepcional.
Por eso, cuando he sabido que la Concejalía de Educación le ha concedido una mención especial a don Rafael por 33 años de dedicación a la enseñanza, me he emocionado y sentido orgulloso una vez más de haber sido alumno de un gran profesor y de una gran persona, como luego también lo fui de Toñi, su mujer, profesora igualmente entrañable, en el instituto Pedro Muñoz Seca.
Este sencillo y sincero testimonio, que estoy convencido es también el de todos sus alumnos, es mi particular mención especial a Rafael Bermudo, mi querido maestro, don Rafael.
Rafael Navas
Diario de Cádiz.
Ha Rafael lo conocmos hace siete años cuando llegamos a El Puerto fué por casualidad, pues fuimos a matricular a mi hijo mayor al IES Jose Luis Tejada, nos informaron que no había plazas, que por cierto no nos dejaron ni entrar al centro, nos atendieron de lejos. Entonces preocupados preguntamos que otros centros había en la zona, nos dijeron hacia allí hay uno y hacia alla hay otro, por suerte fuimos hacia alla, y nos encontramos con Don Rafael que era director del Pedro Muñoz Seca hemos tenido la gran suerte de encontrar a una persona maravillosa un profesor extraordinario, amable,cariñoso, todo lo que digamos de el es poco pues lo estimamos mucho mucho al igual que los profesores que hay y los que han pasado por el centro
Jamás olvidaré cuando iba a mi casa a darme clases para poder terminar el curso, mientras convalecía de interminables operaciones quirúrgicas de aquella época. Fue mi maestro, siempre me trato como a otro igual y junto a mi madre inventaron "la integración del minusválido en la escula"...Nunca olvidaré lo que hicieron por mi. Explicaba como nadie Geografía.
Un abrazo. Desde Puebla.Mexico
D. Rafael,quizá uno de los mejores profesores que tuve.Varios años en el Sagrado Corazon alla por el principio de los 80,su pasion por el deporte,sobre todo el futbol,su comprension y su humanidad fueron valores que nos quedaron de este fantastico profesor.Tambien me gustaria recordar desde aqui a D. Modesto y D. Jose Manuel profesores de este colegio que junto con D. Rafael formaban un buen grupo.Un abrazo de un alumno que despues de mas de 30 años te recuerda,será por algo.