Juan Fabra es un porteño aficionado al vuelo con planeadores que está descubriendo El Puerto desde otra perspectiva a la mayoría de los portuenses e incluso a quienes nos visitan. El Puerto desde el aire, en movimiento y a una distancia cercana a la tierra. Tiene, de momento, una serie de vuelos sobre las playas de El Puerto que iremos publicando en Gente del Puerto, pero sus proyectos no se paran ahí. También piensa en sobrevolar edificios desde el interior. E incluso con un amigo, Rafael Rodríguez, están estudiando grabar vuelos en helicópteros en miniatura.
Juan utiliza planeadores de gran altura a los cuales incorpora 2 o 3 cámaras, según la ocasión, bajo unas condiciones metereológicas óptimas y por la mañana temprano, cuando no hay gente se va a poner en el aire sus artilugios. Los vuelos duran sobre 15 minutos aproximadamente usando unos equipos eléctricos supersilenciosos.
Esta modalidad de vuelo se llama FPV, siglas correspondientes a First Person View, es decir ‘la primera persona que ve’. Luego, Juan pasará estas imágenes a su hermano Victor que es quien recibe todo el material con el que compone, en el trabajo de montaje, el resultado final de los distintos vídeos.
En la imagen el superplaneador de dos metros y medio de envergadura Diamond 25000, que funciona por radiofrecuencia a 2.4 GHz. Es un motovelero burshless muy estable gracias a sus características de planeador, con flaps en las alas parar aminorar la velocidad en el aterrizaje o frenar el avión en el aire. Es capaz, además, de subir verticalmente a gran velocidad. Tiene autonomía para 40 minutos de vuelo.
En la actualidad, para que las películas sean mayor calidad, Juan utiliza un avión que vuela a baja altura y más lento --también con motor eléctrico--, equipado con 3 cámaras. De una sola pasada se obtiene suficiente material para estos documentales a vista de pájaro, con el que Victor hará la realización de los mismos.
VUELOS CON CUATRO AVIONES.
Fabra está trabajando con cuatro modelos de aviones: el primero vuela en condiciones meteorológicas adversas (con fuerte viento de Levante), de un metro y medio y un kilogramo de eso. Tiene previsto usarlo para grabar Regatas y obtener imágenes del mar embravecido. El segundo es un bimotor que vuela lento y saca imágenes en espacios reducidos tales como parques y necesita muy poco espacio para aterrizar, solo 15 a 20 metros, (este y el anterior avión despegan desde la mano). El tercero si despega y aterriza desde tierra, es muy potente y tiene una maniobrabilidad extrema. A este modelo le acopla unos flotadores especiales consiguiendo amerizar en la lámina de agua, con el que quiere sacar imágenes de los bajos existentes en El Puerto y en Cádiz. Y por último este gran planeador, el Diamond 2500 con el que graba imágenes de grandes espacios. (En la imagen, con el Diamond 25000, que funciona a radiofrecuencia de 2.4 GHz).
SOBREVOLANDO INTERIORES.
Juan está inmerso en la actualidad en localizar una cámara de poco peso y buena resolución para un avión que efectué vuelos en interiores, tales como un pabellón deportivo, naves industriales y por que no templos como la Iglesia Mayor Prioral. Este avión pesa solo 100 gramos. Se obtendrán así, imágenes diferentes y muy curiosas de El Puerto.
Juan, con uno de sus planeadores.
NUEVAS VISTAS.
Juan quiere hacer vídeos de El Puerto desde diferentes ángulos y zonas de la Ciudad desde ángulos de visión inéditos y desconocidos, nunca vistos anteriormente. Anda Juan gestionando poder usar tanto el estadio José del Cuvillo como la Ciudad Deportiva, obteniendo vistas diferentes de estos espacios deportivos y, de camino, usarlo como pista de aterrizaje para desde allí obtener otras zonas de El Puerto.
En este vuelo que ofrecemos hoy, resumen de los que ha efectuado en las playas porteñas, ha usado un avión de gran altura, de una envergadura de 2,6 metros, volando a una altura entre 250 y 50 metros, pero estos equipos, con la equipación correspondiente pueden subir a mucha más altura.
Si don Juan Fabra, el médico --su padre-- hubiera podido contemplar estas vistas...