Javier Alonso Osborne es un periodista porteño, actualmente director adjunto de la Revista ¡Hola!, donde trabaja desde hace 25 años. Hijo de María Teresa Osborne Tosar y del extremeño Javier Alonso Sotillo, nació circunstancialmente en Madrid durante la Guerra Civil en el hoy inexistente hospital Francés, el 21 de abril de 1937, siendo hijo póstumo pues su padre moriría asesinado durante los tristes episodios de Paracuellos del Jarama (Madrid), en 1936. (Foto: Javier Alonso Asensio).
Su padre, funcionario de Patrimonio Nacional, había sido detenido en su domicilio de San Lorenzo del Escorial por milicianos republicanos, y trasladado a Madrid. A partir de ese momento su madre, que también se traslada a la capital, no tendrá ya más noticias ciertas de su marido. (En la imagen, Antonio Alonso Sotillo, su padre).
Consigue un visado del consulado para abandonar con su hijo España, vía Valencia en dirección a Marsella. De allí viajarían a San Juan de Luz y de nuevo en España por Irún, Fuenterrabía, San Sebastián… hasta cruzar la Vía de la Plata y llegar a su Puerto natal. Aquí, tres años después conocerá el triste final de su esposo. Aquí en El Puerto, con ocho o nueve años, Javier se enterará del trágico suceso.
PICOLO: INFANCIA EN EL PUERTO.
En casa de su abuela habían viviendo unos soldados italianos. El grueso de la tropa estuvo alojada en el Cuartel de Caballería de la Plaza del Polvorista. Según cuenta Javier, recordándolo: «La cosa es que aquellos señores, que eran muy simpáticos según mi madre, y que hablaban muy mal el andaluz, vamos, el español, me cogían en brazos y me subían por encima de sus cabezas, como se hace con los niños chicos parar hacerles reír, y todo el rato decían: «¡El píccolo! ¡El píccolo!». Y ‘Picolo’ --pequeño, en italiano-- se le quedó como sobrenombre cariñoso por el que le conocen sus amigos.
Javier (en la imagen de la izquierda, vestido para la Primera Comunión) estudiará en El Puerto, hizo la primera comunión en las Carmelitas y en el Colegio de San José y San Estanislao, donde tendrá como condiscípulos a Crespo, Rascón, Gonzalo Benjumeda, Borja Osborne Vázquez, … ; luego vendría el Colegio de El Palo (Málaga), donde cursa el bachiller para mas adelante trasladarse a Madrid a hacer lo que siempre quiso hacer, periodismo. “Siempre me gustó escribir”. Así obtiene el título de Periodismo en la Escuela Oficial de Madrid.
PERIODISMO: DIEZ MINUTOS Y ¡HOLA!
Al finalizar los estudios de Periodismo con 23 años, Joaquín Valdés Sancho, --que fue para nuestro protagonista un maestro, del que hablamos en GdP en la nótula núm. 410 de María Merello--, y que era propietario de varias publicaciones, entre ellas ‘Anuario del Gran Mundo’ y ‘Diez Minutos’ lo fichó en 1960 para esta última publicación donde trabajaría por espacio de 25 años, sustituyendo a su mentor en las tareas de Director, por espacio de 12 años.
En septiembre de 1985 es contratado como subdirector por la Revista ¡Hola!, al año de fallecer su fundador, el rondeño Antonio Sánchez Gómez, donde ya lleva 25 años y, desde hace dos en las funciones de Director Adjunto. Recientemente, el 14 de julio pasado, ha fallecido Eduardo Sánchez Junco, hijo del fundador de la revista y, en la actualidad, continuando la saga familiar, el medio es dirigido, con gran éxito por su nieto Eduardo Sánchez Pérez, con la colaboración de sus hermanas Mamen y Mercedes, quienes tienen casa en El Puerto.
La publicación, nacida en 1944, tiene 12 millones de lectores en todo el mundo, alcanzando 13 ediciones y llegando a 70 países. La expansión de la marca dio comienzo en 1988, con el lanzamiento de la edición inglesa Hello!, estando presente en países tan dispares como Rusia, Canadá, Grecia, India, Turquía o Tailandia mientras que actualmente tiene hasta siete ediciones online (Reino Unido, España, México, Canadá, Rusia, Grecia), siendo Zinio la proveedora de Internet. Hola es la "revista mas respetada dedicada a la intimidad y el éxito de personalidades de diferentes ámbitos", así se define la propia revista en la recién estrenada edición brasileña.
Con S.M. el Rey, en una recepción en el Palacio de la Zarzuela, una vez repuesto tras el accidente que tuviera el monarca, esquiando en Suiza.
PERIODISMO POLIFACÉTICO.
Durante estos 50 años simultaneaba sus trabajos en ambos medios con otras ocupaciones esencialmente ligadas al periodismo. Así, prestaría sus servicios profesionales a partir de 1965 por mediación de quien fuera Ministro de Exteriores, Alberto Martín Artajo, en la Editorial Católica, donde trabajaría por espacio de diez años en las redacción del diario ‘Ya’; se fue al morir Franco.
Javier Alonso recibiendo el premio 'Popular' del diario 'Pueblo' de manos de Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona.
Y como Jefe de Redacción de tarde en la agencia de noticias ‘Logos’. Un colaborador de Gente del Puerto, Antonio Gutiérrez era el corresponsal en nuestra Ciudad de Logos y, aunque nunca se conocieron personalmente, recuerda que hablaron mucho por teléfono. Gutiérrez rememora como, con la noticia del accidente que sufrió Mariana Mateos, la primera esposa de Fernando T. de Terry Galarza cerca del desaparecido restaurante ‘Mi Casita’, en el que perdieron la vida ella y la asistenta doméstica, recibió por parte de Logos una mención o premio a la noticia más humana.
Unos jóvenes Javier y Rocío Jurado.
NOVELISTA
En 1972, su novela ‘Martín Grís’ “bella y triste a un tiempo” como escribiría el escritor Alfonso Grosso en su prólogo, quedó finalista del Premio ‘Café Gijón’. Hay quien afirma que, por razones de oportunidad política, no consiguió el premio que fue para un cubano: el padre de Mayra Gómez Kemp.
Javier, en un pulso contra dibujante de prensa, Antonio Fraguas 'Forges', descubrimiento de nuestro protagonista para la Revista 'Diez Minutos'.
Casado en octubre de 1963 en Madrid con la también periodista María Eugenia Asensio Iglesias, a la que conoce en la Academia de Luis María Ansón haciendo el preparatorio para la Escuela Oficial de Periodismo. Tienen cuatro hijos, María Eugenia, Alfredo, Elena –licenciada en Ciencias Políticas y Periodismo—y Javier fotógrafo de la revista ¡Hola!, quienes les han dado seis nietos. Aquí tiene casa en la Costa Oeste, donde aprovecha para relajarse e impregnar su retina de la luz y el color del mar de El Puerto.
En la reciente boda de Lolita Flores.
Portuense hasta la médula, su madre siempre le inculcó el amor a esta tierra, el amor a El Puerto. "Siempre me llamó la atención como dos escritores antagónicos en cuanto a las ideas políticas, Alberti y Muñoz Seca, vivieron en la misma manzana donde estudié las primeras letras: en las Carmelitas, calle Nevería, donde vivió Muñoz Seca y en Santo Domingo, Rafael Alberti”. Unidos desde la cuna, separados por la política, ambos hijos ilustres de El Puerto.
‘A MI MARIDO LO ASESINARON EN PARACUELLOS’.
“… No tengo más remedio que responder a las preguntas cada vez más insistentes de mis hijos y de mis nietos, algunos de ellos ya en edad de exigir contestaciones objetivas y concretas… De pronto me acordé del diario de mi madre que tuve olvidado durante setenta años, pero que la ‘memoria histórica’ había desenterrado, casi un siglo después, por la incesante búsqueda de fosas y trincheras, dormidas en la injusticia de los tiempos, para reivindicar a un abuelo muerto, cuando en casi todas las familias españolas hay un padre, un abuelo, un capitán republicano o de las tropas franquistas, o un tío cura cuya foto, ya casi olvidada –ni roja ni azul--, permanece en la cómoda del pasillo o en cualquier cajón sin que ni los hijos ni los nietos pregunten detalles de aquella guerra que debería ser una lección para aprender a vivir en paz, en libertad y democracia sin buscar, nunca más, revanchismos y nuevas venganzas…” Escribe Javier en su libro “A mi marido lo asesinaron en Paracuellos”, historia en forma de diario del puño y letra de la madre del autor, publicado por la Editorial Martínez Roca cuya reseña puede leerse en la nótula 591 en Gente del Puerto. María Teresa Osborne fallecería en Madrid el 27 de diciembre de 1987.