En la imagen, una hembra joven de Palomo de Clase.
La afición al divertimento con palomas ha sido a lo largo de los siglos cuestión de adoración por nuestra cultura y sobre todas, las influenciadas por las de descendencia árabe y como tal, nuestra ciudad no iba a librarse de ello.
Existen ya referencias a la ordenación gubernamental sobre la tenencia de palomas en nuestra provincia con las Reales Ordenanzas de Cádiz de 1759, en las que se disponían las normas para el vuelo y tenencia de estas aves, lo que dice mucho sobre la antigüedad y tradición de esta modalidad que fundamentalmente consistía en adiestrar tanto a machos como a hembras de esta especie a atraer a sus congéneres alados sin dejarse así mismo atrapar por otros aficionados que empleaban las mismas técnicas colombicultoras.
Lances de conquista del Palomo de Clase, en el aire.
EL CORTEJO O LOS PALOMOS RATEROS.
En resumidas cuentas, esta disciplina o mas bien arte, consiste en soltar uno o varios machos en soltería para captar o atraer hembras bien perdidas o de otros aficionados a su palomar, donde se dispone de trampillas en los cajones de los palomos a tal efecto y viceversa. Las hembras solteras atraerán también a los incautos machos que las pretenden siendo atrapados por los ‘hembreadores’ si estos se entregan a sus captoras.
Esta condición conocida y empleada por el hombre a través de los tiempos ha venido en denominar a este tipo de palomas como ‘Ladronas’ o ‘rateras, términos por las que han sido conocidas por las personas ajenas a esta afición, y que no hace realmente justicia al animal en sí, ya que su ejecutoria no es sino realizar su cortejo, consistente en llamar a su congénere al nido y prepararse para las futuras crías.
Pareja de macho y hembra de cortejo en el suelo.
SUSTENTO EN ÉPOCA DE PENURIA.
Es sabido que en nuestra tierra, el poseer una collera de estos palomos ‘rateros’ era sinónimo de tener garantizado el sustento en época de penurias con alguna que otra zurita o paloma común que echar al puchero. Durante mucho tiempo así se fueron seleccionando para este menester a las palomas mejor dotadas en esta condición captadora, dando este hecho lugar a que los aficionados perpetuasen diferentes líneas de sangre o genéticas. Ello ha derivado en lo que actualmente se conoce como razas de ‘Buchonas Españolas’, todas ellas con un marcado carácter y capacidad de búsqueda y conquista.
PALOMAS AUTÓCTONAS.
El ‘Palomo de Clase’, es una de estas razas de palomas autóctonas que se distingue de las demás --además de poseer estos rasgos de comportamiento-- por las figuras o posturas que adoptan en vuelo y por sus peculiaridades morfológicas de parada, establecidas en su estándar racial. (En la imagen de la izquierda, hermoso ejemplar criado y propiedad de F.M.B.V.).
EL NOMBRE.
Fue bautizado así, ‘Palomo de Clase’, precisamente por sus atributos en cuanto a la manera de seducir a las palomas y su forma de volar con un braceo grácil y elegante, como flotando alegremente al lado de su amada y conduciéndola hacia su palomar con nobles intenciones.
ORÍGEN ALICANTINO.
Son animales seleccionados a través del tiempo por los aficionados, realizando oportunos cruzamientos de palomos autóctonos con otras variedades que originariamente fueron palomas de origen levantino, traídos por marineros alicantinos principalmente a nuestra ciudad a mediados del siglo pasado. Coincidía con su asentamiento en El Puerto de Santa María y, posteriormente, allá por la década de los 70 con otros tipos de palomas de figura o postura denominadas ‘Holgueras’ y que fueron ideadas en la localidad vecina de Jerez de la Frontera.
Palomo de Clase con pintas 'Zarandalín', macho.
REPERCUSIÓN INTERNACIONAL.
Mas tarde con el trabajo adecuado de selección morfológica fueron fijándose los caracteres exigidos en su patrón racial, que fue aprobado por la Real Federación de Colombicultura en el año 1999 y que, a raíz de ello, han ido difundiéndose a nivel internacional, siendo hoy día una raza muy cotizada y valorada por sus atributos.
Integrantes de las Juntas Directivas de los Clubs de Palomos de Clase de las poblaciones de El Puerto, Jerez y Rota, el día de la ratificación del estandar de vuelo de dicha ave, celebrado hace un par de años en nuestra Ciudad.
FOCOS DE LA AFICIÓN.
En nuestra provincia, los focos principales de afición son El Puerto, Jerez, Rota, Sanlucar, Chipiona, San Fernando, Chiclana y algunas localidades mas que poseen Clubes o Asociaciones de criadores que aglutinan a los aficionados que participan en eventos organizados para valorar la calidad de sus ejemplares.
En nuestra ciudad existen tres clubes de aficionados a este palomo: Los Bravos, La Portuense y el Club deportivo Los Bravos que acumulan decenas de aficionados, amen de las personas que practican esta modalidad sin estar incluidos en asociación alguna y que se cuentan por cientos. (Cartel Certamen año 2009).
Así pues, la afición actual a nuestro ‘Palomo de Clase’ goza de buena salud pese a los cambios arquitectónicos sufridos en nuestra Ciudad, que cada vez lo hace menos propicia para practicar esta afición, así como a la merma en la cantidad de afición juvenil que hoy prefiere hobbies menos tradicionales, muy a nuestro pesar. (Texto y Fotos: Joaquín Cordero).
Más información: palomosdeclase.blogspot.com
Palomar en El Puerto, propiedad de Juan Reyes "El Roteño", donde vuela sus palomas de raza Palomo de Clase