Manto de Castillos y Leones. (Foto: J.M.M. 2010).
Este año la Patrona, Titular y Alcaldesa Perpetua de este Gran Puerto, la Santísima Virgen de los Milagros, ha sido vestida con el manto real de castillos y leones, tal cual el de Alfonso X El Sabio con aparece en el códice de las Cantigas. Es un homenaje a la Virgen y al piadoso introductor de la devoción fundacional de esta Ciudad. Es el manto de la polémica. Es el manto que se estrenó, en 1991, frente a la prohibición y la rabieta del entonces Obispo de Asidonia-Jerez. Es el manto del LXXV aniversario de la Coronación Canónica de esta imagen. Es el manto diseñado por mi mujer y por mí, con la sana idea de homenajear a la Virgen en ese aniversario, pero sin que costara mucho porque no lo había.
Miniatura de Cantigas de Santa María de Alfonso X, 1248 h. Biblioteca de El Escorial. El rey luce un manto de castillos y leones.
La Archicofradía y Esclavitud lo tenía aprobado desde mucho antes. Así es que, encargada la tela a los mejores sederos del Reino de Valencia, los hermanos Miralles, nos encontramos con que el Obispo decidió prohibirlo. Ese propio año, la Virgen de la Merced de Jerez estrenaba con el beneplácito del Obispo un costoso manto bordado. Pero más que nada el Obispo, en nuestro caso, se opuso porque el Alcalde acordó que el Ayuntamiento se haría cargo del costo del manto. Y Alcalde y Obispo estuvieron a "la tuya sobre la mía". La cosa saltó a la prensa y a los demás medios. Y se armó.
Este año, por segunda vez consecutiva, la Corporación Municipal ha asistido bajo mazas en la procesión de la Patrona. Previa y posteriormente desfilaron en la Procesión Cívica, esto es, la corporación municipal bajo mazas trasladándose desde un edificio del Ayuntamiento --el Centro Alfonso X 'el Sabio'-- hasta el lugar de la procesión religiosa. En la imagen, la corporación, constituida como Procesión Cívica, saliendo de la Prioral al finalizar los actos religiosos. Iban precedidos por dos guardias de gala, maceros con el uniforme tradicional de castillos y leones, --en esta ocasión no iban los clarineros--, cerrando el cortejo tras la Corporación, dos guardias de gala, el Jefe de la Policía Local y el Comisario de Policía. (Foto: J.M.M.)
El paso de la Patrona, a su paso por la calle Palacios, frente al antiguo Hospital Municipal.
La Peña "Los Bolaos" capitaneó un movimiento popular y se organizó una fiesta en la Plaza de Toros para recaudar fondos para el manto. Y se recaudaron. LLegó la tela, magníficamente tejida en los telares de los Miralles y gustó a unos y no gustó tanto a otros. Hubo que explicar el sentido historicista del diseño: de cómo la Virgen de los Reyes tiene un manto de castillos y leones; de cómo la Virgen de Monserrat de Sevilla, también... El caso es que en casa de Antonio Sánchez Cortés se había terminado de confeccionar el manto. Pero el principal escollo era "saltarse a la torera" a la autoridad eclesiástica y lograr ponérselo a la imagen de la Señora.
Imagen de 1908 de la Fábrica de Tejidos de Seda de los Miralles, en el camino de Burjasot (Valencia). Esta saga se inició hace algo más de un siglo en Alcoy, con un tejedor que hilaba y tintaba. Los Miralles exportan tapicería lujosa, contando con operarios especializados en telares manuales que hicieron las históricas sedas valencianas, introducidas antaño en Europa destacando su filatura, colorido y estampación.
Gracias al Papa Alejandro VI, que impulsó la exportación a Italia, ya que ennobleció con damascos, brocados y tisúes su residencia, mantiendo el gusto de realzar con ornamentos la pomposidad de las ceremonias.
Con ocasión de la Misa de Ofrendas, el pueblo soberano organizó un Rosario cantado desde la casa de Antonio Sánchez Cortés (en la imagen de la izquierda) y portaron, en una servilla de mimbre, un gran centro de flores. Debajo de las flores iba, perfectamente doblado, el manto. En el ofertorio de la Misa, varios miembros de "Los Bolaos", llevaron al altar el centro de flores --y el manto-- y quedó la cosa así. Ante la actitud del Obispo, la Esclavitud de la Virgen quiso estar a la obediencia, aunque contrariada. Pero de madrugada, del 7 al 8 de septiembre de 1991, la Virgen fue despojada, "milagrosa" y clandestinamente, del manto de los "Panaderos" que vestía y amaneció con el de castillos y leones. Y nadie se movió.
Solamente el Obispo se negó a venir a decir la Misa de 8, que la concelebraron muchos sacerdotes portuenses. Sin embargo, vino el Arzobispo Metropolitano a la Función y todos aplaudieron el gesto popular de obsequiar en su aniversario a la Patrona. Un trozo de tela del manto expuesto en una Exposición Internacional de Gremios consiguió, para los Miralles, la Medalla de Oro y, desde entonces, los Miralles se han hecho devotísimos de la Patrona y la han colmado de regalos. Quede escrito. (Texto: Luis Suárez Ávila).