Victor Manuel Coronado Gómez nació en 1970, el 19 de diciembre, hijo de José Coronado Fernández, natural de Jerez y de Juana Gómez Colón, de Paterna de Rivera, aunque ambos se trasladaron a El Puerto siendo muy jóvenes. Victor era el segundo de tres hermanos, en medio de María José y Juan Carlos. Por la profesión de su padre, Guardia Civil, vivió en diferentes municipios, aunque pasó la mayor parte de su vida en El Puerto, estudiando en el Colegio Antonio de la Torre. Su abuelo paterno fue guardea en la finca propiedad de los Terry, San José del Pedroso, de la que precisamente era jefe de guardas, Juan García, el padre de Mondeño. De su relación sentimental con la mejicana Patricia Esquivel deja un hijo, Victor Patricio, al que la familia ve con con cierta periodicidad, bien en sus visitas a El Puerto o de éstos a Mejico.
1970.
El año del nacimiento de Victor (en la imagen de la izquierda, con pocos años) José Luis Galloso debuta como novillero sin picadores a los 17 años, el 22 de marzo, en Barcelona. El 3 de diciembre muere en El Puerto Francisco Marín Ramírez, a manos del tristemente famoso Manuel Delgado Villegas, 'El Arropiero'. Se crea la Parroquia de San José Obrero, con un fuerte carácter social, desmembrándose de la de San Joaquín. El Convento del Espíritu Santo reforma parte de sus instalaciones, para poder compaginar la vida contemplativa y la enseñanza.
Ese año, Luis Ortega Bru talla la figura del 'ángel confortador' que figura en el paso de la Hermandad del Olivo. El 17 de junio, Luis Rivas Acal crea la Taberna La Galera. Se edita el disco 'Cantata de Santa María de Iquique' del grupo chileno Quilapayún.
También en 1970 Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE), añade a la definición de ¨porteño¨de 1.984 (pag 1.051,2), como naturales de Puerto de Santa Martía, lo siguiente: // Perteneciente o relativo a la ciudad de la Santisima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires. En la palabra ¨portuense¨ (1.051,3) no hace ninguna referencia a Puerto de Santa María.
LA AVENTURA DE LA VIDA.
Victor Manuel afrontó la aventura de la vida, con sencillez en el día a día, con gran corazón, dando mucho a quienes le rodeaban, sacando enseñanzas de cosas insignificantes; siempre tenía la palabra justa para animar a un amigo. Persona culta y de gran sensibilidad, respetuosa, sentía una gran pasión por el flamenco y los caballos. Su experiencia laboral, aparte de ser matador de toros, que no es poco, se basó en la creación y gestión de diferentes empresas de hostelería en El Puerto, Jerez, Arcos y Benalup entre otras poblaciones, máquinas tragaperras y coches de importación. (En la imagen, el torero visto por Ángel Pantoja).
EL TOREO.
Victor Manuel, que era como se anunciaba en sus comienzos como novillero, demostró desde muy temprana edad sus dotes para el toreo. Alumno de la Escuela de Tauromaquia de Cádiz, se formaría junto a Juan José Padilla, Cristo González o Jesulín de Ubriquerealizó diferentes campañas en España y Francia, llegado a quedar entre los diez primeros del escalafón.
Debuta con picadores el 13 de septiembre de 1992, en El Puerto de Santa Maria con Juan José Padilla y Joselito de los Reyes, con ganado de Ana Romero. Su gran temporada de novillero fue la de 1995 con 32 novilladas toreadas. Alternaría con José Tomás, Victor Puerto, José Padilla, Canales Rivera y Cristina Sánchez, entre otros. Después de la última novillada, decide marchar a América en 1995 a torear en el país azteca durante un par de años como novillero hasta que el 5 de abril de 1997, en Texcoco (Méjico) ciudad hermanada con El Puerto, toma la alternativa de mano de Armillita chico y actuando como testigo Fernando Ochoa.
Derechazo en la Plaza de Chaviñas. (Perú).
Vendrán a partir de ahí 200 corridas de toros entre Mexico, Colombia, Venezuela y Peru. Llegaría a indultar seis toros a lo largo de su corta pero fecunda carrera. Pero muy a su pesar nunca se presenta en España ni en El Puerto, en particular como matador de toros. Destacan la gran cantidad de festejos benéficos en los que colabora en estos países, siendo nombrado por ello hijo predilecto en la ciudad peruana de Coracora (palabra qechua, que significa lugar de mucha hierba), capital de la provincia de Parinacochas, perteneciente al estado de Ayacucho, donde actuó y donó un vestido y capote de paseo con cuya recaudación se restauraría el deteriorado tendido de la Plaza.
Por su profesión viajó por toda España, Portugal, México, Perú, Colombia y Venezuela, llevando en su cartel el nombre de El Puerto de Santa María, como bandera.
SE ESTABLECE EN MEXICO, PERÚ Y VENEZUELA.
En Mexico, en Texcoco, recibió el apoyo de otro portuense, Antonio Ariza Cañadilla, (en la iamgen de la izquierda) ‘un avaro de la amistad’ como se definía a sí mismo este importante empresario portuense afincado en Méjico, que falleció en 2005 con 84 años y que ya ayudara al pintor Juan Lara en su estancia en el país azteca. Allí residió.
En Perú, vivió en casa de su apoderado, el torero Gustavo Jiménez, ‘Pelusa’. Una de sus metas fue torear el la plaza emblema de Acho.
Por último Victor Manuel fijó su residencia en el año 2004 en Venezuela, en la municipalidad de San Cristóbal, capital del estado de Táchira, fronterizo con Colombia, en la ganadería de Rancho Grande, propiedad de Hugo Molina, con quien le unía una fuerte amistad.
LA PLAZA DE EL PUERTO.
Victor tenía muchos y muy buenos amigos, destacando su compañero de fatigas, el banderillero porteño José Antonio Heredia, José Luis Galloso, Gregorio Cruz Vélez, Paco Moreno Martínez del bar ‘El Paseíllo’ y la familia jerezana Lechuga o el matador Juan José Padilla. El malogrado torero se quedó con una pena, con un dolor, el de no haber podido actuar como matador de toros ante sus paisanos y en su Plaza Real. Se preparaba a diario para cuando le dieran esa oportunidad, no fallar. Al final no pudo ver cumplido su sueño. (A la izquierda, rezando en la Capilla de la Plaza de Toros de Chaviñas - Perú).
EL FATAL ACCIDENTE.
El 17 de octubre de 2006,Victor Manuel y su amigo y apoderado, el empresario jerezano Diego Lechuga Barrera. Habían partido desde Caracas en un taxi y atravesaban el venezolano estado de Aragua con la intención de asistir a una tienta en el rancho de Hugo Molina. Pensaban estudiar unos contratos y reunirse con los organizadores de la Feria Taurina de Mérida. No llegarían muy lejos: al medio día, el coche en el que viajaban fue violentamente embestido por detrás y arrojado de la carretera, el firme estaba mojado, en las proximidades del llamado Peaje de las Tejerías, falleciendo los pasajeros de forma inmediata, no así los conductores de ambos vehículos que resultaron heridos de diferente consideración.
La madre del torero, ante una vitrina en su casa de El Puerto, donde tiene guardados algunos trajes y alamares de Victor Manuel Coronado.
Los cuerpos de ambos serían trasladados a España 12 días después vía avión --gracias a las gestiones realizadas por Hugo Molina-- y, tras llegar a los aeropuertos de Barajas y Sevilla, sus restos mortales serían conducidos en sendos coches fúnebres hasta el tanatorio de Jerez, donde se instaló la capilla ardiente. Tras el oficio religioso celebrado en la Catedral de Jerez Asidonia, en el albero de la Plaza Real de El Puerto que no lo vio torear como matador, recibió un homenaje, para descansar en el cementerio de nuestra Ciudad.
De izquierda a derecha, Gregorio Cruz Vélez, Victor Manuel Coronado y Alejandro Morilla, tres toreros de El Puerto, junto al crítico taurino y colaborador de estas páginas, Curro Orgambides, a las puertas del Hotel Los Olivos, en Lima (Perú). (Foto: Colección M.J.V.D.)
VERSOS.
Del XXI Pregón de la Tertulia Taurina Monasterio, (en la imagen inferior, el premio obtenido por Victor Manuel otorgado por dicha tertulia) de Rocío Oliva celebrado el 20 de abril de 2008, son estos versos:
Navega, vaporcito, navega
y llega a tierras americanas,
dale a aquella afición
dale mlles de gracias
por el cariño y el amor
que a Victor Manuel Coronado entregaran
Dile Vaporcito, dile que no lloro de pena,
que lloro de rabia,
porque mientras allí triunfaba un torero
aquí yo mis puertas le cerraba.
En la invitación al oficio religioso que le organizó su apoderado en Perú, Gustavo Jiménez 'Pelusa' reza un terceto que refleja la personalidad de Víctor Manuel Coronado:
El descanso del guerrero
con fuerza de león
y alma de golondrina.
(Las imágenes han sido facilitadas por la familia de Victor Manuel Coronado).