Juan Van Halen y Sarti, famoso general nacido en San Fernando en 1788 y muerto en El Puerto en 1864, donde vivió durante 18 años. Aunque de origen belga (flamenco), su padre Antonio Van Halen Morphy era de Cádiz. Su familia pertenecía a la Armada Española. Masón y conspirador, marino y militar español, con empleo en el ejército belga, donde fue comandante en Jefe de los ejércitos de Bruselas; teniente coronel español a las órdenes del General Mendizábal, alcanzando más tarde el grado de Teniente General; prisionero de la Inquisición en Madrid. En Rusia, luchó para el Zar, que le hizo Mayor de un Regimiento de Dragones del Cáucaso a las órdenes del General Yermolov, recibiendo sus despachos en Tiflis, en lo que es la actual Georgia. General español en la Guerra Carlista..., vivió en Cuba, isla en la que tuvo plantaciones, y en EEUU, donde residió impartiendo clases de español. Vino a pasar sus últimos años en El Puerto, dada su azarosa vida militar, no permitiéndosele vivir en capital de provincia ni plaza militar.
Pio Baroja escribía en la Colección ‘Vidas Españolas e Hispanoamericanas del Siglo XIX’, editado en 1933: « En 1846 vivía en el Puerto de Santa María en situación de cuartel, con autorización para poder viajar, previo aviso y pasaporte, por Bélgica y Prusia.
Hasta 1853, estuvo sin destino y haciendo frecuentes viajes desde El Puerto a Bélgica, Prusia, Italia y Africa, y en 1854, al ocurrir los sucesos políticos de julio, se le autorizó para residir indistintamente en Madrid o El Puerto de Santa María. En esa época, el Puerto de Santa María gozaba de alguna prosperidad. Tuvo muchos años Van Halen su residencia en el Puerto, habitando durante su permanencia allí en las casas de Luna, 45; Larga, 15 y, últimamente en la Sardinería, número 16. (Luego Descalzos y hoy Javier de Burgos).
Adquirió en la ciudad propiedades, siendo dueño de las famosas salinas que hoy explotan (el relato está escrito en 1933) los señores Benvenuty y Compañía, y de algunas tierras y haciendas de labor. Don Juan podía considerarse un hombre afortunado, para quien la vida fue relativamente fácil. Había sido español, francés, ruso y belga; había intrigado y había conocido reyes, príncipes y emperadores; había brillado como joven y elegante; había sido un Don Juan; ya no era más que un viejo andaluz que tomaba el sol y paseaba por el Vergel y por la plaza del Polvorista, contando a sus amigos sus aventuras».
Encontrándose en Cádiz, enfermo en curación, falleció a las cinco de la mañana del 8 de noviembre de 1864, a los setenta y cuatro años de edad. Su cadáver fue embalsamado, y solicitada la oportuna autorización fue concedida, comunicándose a la alcaldía de El Puerto en oficio de 12 de aquel mes y año, trasladándose a la repetida ciudad del Puerto desde esta capital, para ser allí sepultado en el lugar que en vida eligió para su reposo eterno».
Fue enterrado en medio de solemnidades militares, en el Pateón que Van Halem se hizo construir en el Cementerio Campal de la Santa Cruz de El Puerto. Situado en el patio primero, a la derecha de la capilla. (Foto: A.G.R.).
Figura hoy el aludido panteón en el Cementerio Campal de la Santa Cruz de nuestra Ciudad, y el enterramiento donde se guardan los restos de aquel soldado liberal, donde estaba enterrada su primera esposa, María del Carmen Quiroga y Hermida, lo cubre la siguiente losa:
DON JUAN VAN HALEN Y SARTI, TENIENTE GENERAL Y MARISCAL DE CAMPO DE LOS EJÉRCITOS DE ESPAÑA. 8 DE NOVIEMBRE DE 1864.