«Así llegamos a la ocupación de la casa [Larga, 67 antiguo, 27 moderno y 23 actual] por parte de Carlos Sutton Campbell, al que normalmente citan sus contemporáneos como Carlos S. Campbell debido a que en la firma que poseía desde hacía muchos años utilizaba solo este apellido: “Campbell y Hodges”. Dedicada a la crianza y venta al por mayor de vinos, con tonelería propia, transformó la compañía, que paso a llamarse posteriormente: “Campbell & Co.” (Portada de Larga, 67 antiguo, 27 moderno y 23 actual. Foto: A.G.R.)
Libro de Registro del Padrón de Habitantes de El Puerto de Santa María, donde figura Carlos Campbell, el primero de la lista. (Foto: A.G.R.)
Este caballero inglés, nacido a principio del XIX en la ciudad de Edmonton, Vicecónsul de Su Majestad Británica en esta ciudad se había casado por el rito católico en la iglesia Mayor portuense el 2 de Agosto de 1834 con doña Luisa Walsh Linche, enviudando nueve años más tarde. De dicho matrimonio nacieron Carlos Luis, Francisca Guillermina, Juan, Isabel Luisa y Luis Alejandro Campbell Walsh. Seis años después contrajo nuevas nupcias en Woolwich, Inglaterra, con Margarita Murray, quince años más joven, que le dio media docena de hijos. Tres de ellos figuran censados en la casa de Larga 27 en el padrón de 1865: Aurora, Ernesto y Alejandra. Faltaba Isabel, que en esa fecha tendría 14 años y residía con su tía Isabel Norton Campbell, en Inglaterra y aún no habían nacido ni Olga, ni Oscar, que lo harían en los años 1870 y 871 en la propia casa. También estaba censado uno de los hijos del anterior matrimonio, Juan Campbell Walls que en esta fecha tenía 25 años y estaba soltero. Elegido por el padre y educado para ello, sería el continuador de los negocios familiares.
Entre los bienes que conocemos poseía se encontraban tres suertes de tierra en el pago de “Balbaina la Baja” que, juntos, sumaban casi treinta aranzadas sembradas de viñas, con casa de piedra en la que realizaban las faenas de vendimia. El edificio de bodega constaba de cinco naves y un patio que servía de trabajadero de tonelería, con pozo, en el valle de San Francisco –creemos se trata del ensanche del Campo de Guía-. A espaldas de las naves de bodegas tenía una huerta, nombrada “Santa Susana” compuesta de 8 aranzadas de tierra calma, con casa de piedra, pozo y alberca. Este fue el último inquilino, hacendado y bodeguero, que tuvo la casa.
Una insólita vista de una de las Bodegas de Campbell, desde los tejados de la Plaza de Toros.
EL CEMENTERIO INGLÉS.
Cerramos el presente capítulo aportando algunos datos sobre una obra suya, desparecida en la actualidad, de la que se sintió orgulloso mientras vivió. Se trata del lugar conocido como “Cementerio Inglés” o “Cementerio Protestante” que construyó en terrenos baldíos del Palmar de la Victoria que había comprado al ayuntamiento. Contando con la aprobación gubernamental y con las instrucciones recibidas del lord Obispo de Gibraltar procedió el día 3 de Julio de 1875 a la consagración del lugar, según el rito y ceremonia de la Iglesia de Inglaterra, como camposanto destinado para dar sepultura a los súbditos ingleses y demás extranjeros que profesasen la religión protestante. En un codicilo que redactó el verano de 1878 en la notaría de D. José Maria Palou, expresó su voluntad de que sus herederos cuidasen y conservasen este recinto, cercado con una tapia de mampostería y dotado de arbolado y jardines.
Vista aérea del Cementerio Inglés, en la antigua N-IV, a la altura de donde se ecuentra el Centro comercial El Paseo.
Fachada semiderruida de la desaparecida tapia del Cementerio Inglés. (Foto: Centro Municipal de Patrimonio Histórico).
El paso del tiempo y la extinción de la colonia inglesa existente sepultaron en el olvido y abandono aquel lugar, demoliéndose por necesidades de planificación urbanística de la zona después de cumplirse el siglo de su construcción, con la anuencia de las autoridades británicas a las que solicitó licencia el Ayuntamiento local. [Se construiría un Centro Comercial] (Antonio Gutiérrez, de A.C. Puertoguía. Fragmento de su trabajo inédito «Historiografía social de la Casa Palacio de Larga, num. 67 antiguo»).
Vista aérea de El Puerto en la década de los setenta. Podemos ver a la izquierda, el Cementerio Inglés. Aún no se habían construído ni PRYCA ni las Galerías de El Paseo.
En marzo de 1997, un octogenario John V. Drysdale Wilson, al que tuvimos oportunidad de conocer, estuvo visitando El Puerto investigando la historia de su tatarabuelo Charles Sutton Campbell vicecónsul de Inglaterra en El Puerto entre 1834 y 1883, es decir, durante casi 50 años. Nos refirió en aquella visita que su antepasado llegó a nuestra Ciudad procedente de Jamaica, donde su familia tenía plantaciones y empleados en situación de casi esclavitud, algo que no le gustaba y por eso cambió la orientación de sus negocios. Aquí se estableció en el Pago de Balbaína, por la carretera de Sanlúcar, detrás de la Viña del Caballo, en un lugar conocido por la gente del campo como ‘Locambre’, --Lo de Campbell-- algo que le resultaba difícil de pronunciar al campero. Y tuvo oportunidad de visitar entonces tanto la Viña Maria Luisa como la Bodega de Campbell & Co, que en 1997 pertenecía a Osborne. (Texto: José María Morillo).
Buenas hace poco estube en el museo del hospitalito y hay 2-3 lapidas que estuvieron en el cementerio ingles.
En El Cementerio Inglés o Cementerio de los Protestantes, estuvo a cargo de un primo de mi padre Manuel Bollullo Velázquez, cargo que dejó cuando los ingleses vendieron a Pryca este terreno para hacer parte de las instalaciones que tienen en la actualidad.
Manuel Bollullo Velázquez , Hijo de Miguel Bollullo Sánchez (hermano de mi abuelo Francisco Bollullo Sánchez) explotó mientras pudo y en precario una aranzada de tierra que los ingleses poseían junto al cementerio. Por cierto que el cementerior como en la época que yo lo conocí, ya no "dormía" nadie, era utilizado como gallinero, zahurda y establo por parte de Manuel, hasta que fué demolido.
Su padre Miguel Bollullo Sánchez, fué penitente fiel y acompañó hasta que su cuerpo pudo, a Nuestro Padre Jesús Nazareno y cuando era ya anciano, le exhortó a su hija Carmela Bollullo Velázquez que hiciera lo mismo, promesa que Carmela cumplió, hasta que su cuerpo aguantó y que continua haciendo su hijo Juan Sánchez Bollullo que debe tener 65 años.
El Puerto, 12 de Julio de 2.010
normalmente y mediante una orden de juez, se recogen los restos y se llevan donde el responsable de ese cementerio indique, imagino que irían al cementerio inglés de Málaga. Creo que hay una asociación que se llama San Jorge que en el cementerio inglés de Sevilla, creado por el súbdito británico John Cunningham y por las mismas circunstancias que ocurrieron con el del Puerto, tras varias denuncias del periodista Juan Miguel Vega llegaron a un acuerdo con el ayuntamiento y los promotores.
Yo recuerdo ese cementerio frente al Pryca ke ocurrio con los restos de esas personas?
A menos que el apellido de este ilustre personaje sea una excepción, me parece que la ortografía correcta es "Campbell" en lugar del "Capmbell" del artículo
Saludos