Miguel, en plena faena, cuando aún estaba activo en su accesoria de la calle Larga. (Foto: Colección Miguel Sánchez Lobato).
Miguel Morales Augusto, a sus 84 años --nació el 14 de febrero de 1926-- continúa impertérrito, siempre que puede, con su copita en el Bar La Perdiz. Ya felizmente jubilado --con los achaques y atenciones médicas que le han deparado su tabaquismo-- afortunadamente le podemos ver y disfrutar de su conversación en el célebre bar de Larga esquina con Ganado.
El año de 1926, año de nacimiento de Miguel, Rafael Alberti publicaba su libro ‘La Amante’, relato poético de un viaje en automóvil; Hipolito Sancho y Rafael Barris, publicaban su obra ‘El Puerto de Santa María en el Descubrimiento de América’; Pedro Muñoz Seca tiene un año muy prolífico, publica ‘Poca Cosa es un hombre’, ‘La Cabalgata de los Reyes’, ‘El espanto de Toledo’, La novela de Rosario’, María Fernández’, ‘El sonámbulo’, ‘Seguidilla Gitana’ y ‘La señorita Ángeles’. En 1926 existían en El Puerto, en los Jesuitas, las congregaciones religiosas de la Inmaculada, San Luis Gonzaga y San Estanislao de Kostka. (En la fotografía de Estudio, Miguel y José Roque Morales Augusto, en plena adolescencia).
Hijo de Roque Morales Ahumada y Luisa Augusto, segundo de tres hermanos: Luisa, nacida en 1924 y Roque, nacido en 1929. Miguel continuó el trabajo de su progenitor y desde los 8 años hasta su jubilación ejerció tan necesaria profesión, la de calzarnos y tener a punto los zapatos en la accesoria de la calle Larga, frente a la actual cafetería Roma, donde hoy se encuentra una tienda de ropa.
Miguel ha tenido siempre muy corto recorrido. Y nos explicamos. La tienda de reparación de calzado se encontraba en la calle Larga, como ya hemos dicho, frente a la cafetería Roma; la copa de relajación la tomaba en el bar La Perdiz, y su vivienda la tiene en la calle Ricardo Alcón, antes Muro, junto al pub Blanco & Negro, con lo cual el recorrido que realizaba a diario nuestro protagonista, como ven, era bastante reducido. Tanto más lo es hoy en día, cuando sus desplazamientos van entre La Perdiz y su casa, aunque algunas veces se acerca a visitar la droguería de su hermano Roque --con nótula 280 en Gente del Puerto--, un poco más arriba en la calle Ganado. También es un gran aficionado taurino.
Casado con Luisa Varoni, tiene cuatro hijos, Luchi, Leo, Roque y Paco, este último ejerce como cura en Jerez. Su sobrino Roque siempre nos recuerda que le enseñó la ‘fórmula magistral’ del Serote, una calibrada mezcla de cera virgen y colofonian (aquí le decimos perrubia a esa resina de pino), que en diferentes concentraciones se usa para los cabos de coser en zapatería, o para el carpintero que suple las imperfecciones de la madera.
Calle Larga, engalanada para las fiestas a principios del siglo XX. A la derecha tienda de limpieza de calzado, donde mas tarde se instalaría la zapatería de Roque y hoy hay una pequeña tienda de ropa; en frente, donde hoy está el ‘Café di Roma’, el Casino Portuense. (Foto Centro Municipal Patrimonio Histórico).