Antonio Rodríguez García, nació en la calle Mazuela, núm. 6, el 13 de agosto de 1940, cuarto de cinco hermanos fruto del matrimonio formado entre Manuel Rodríguez García e Isabel García García. El apodo de 'el Bicho' le viene de familia. Su abuelo, que tenía una carbonería en la calle Ganado, un poco mas abajo del Bar Rueda, también era conocido con ese sobrenombre sin que Antonio sepa explicar por qué, ¿será porque allí también vendían leche y se pasaba de lo blanco a lo negro en cuestión de segundos? Antonio estudió en el colegio de Bellas Artes y, luego, en la calle Cielos con D. Manuel Alcón, frente a la Papelería Bollullo.
Bar Los Majara. 28 de julio de 1959. De izquierda a derecha, Pitito, Chaqueta, Kiko el Betunero, Juan Antonio Jarque Barrera, Eloy Izaguirre Vallar -el cartero- dueño del Bar , Antonio el Bicho, Manolo de la Venta Manolo (camino viejo de Rota).
Antonio recuerda su primer trabajo, con 8 años, guardando cochinos en el campo. Luego, con 14 años entraría como chicuco en Casa Eloy, en la calle Ganado esquina con Cruces: un almacén, estanco y tienda de bebidas de donde saldría con 34 años. Por cierto que almacén de comestibles sería luego traspasado a Roberto Caramé.
Antonio es uno de los fundadores de la Peña 'Los Majara' a mediados de los cincuenta del siglo pasado en aquel bar mítico de la calle Ganado, junto a Juan Antonio Jarque Barrera 'Kiko el Betunero; Manolo Carrizales, Manolo 'Baules', Ricardo Ragel Márquez, los hermanos Paco y Manolo Gabino, los hermanos Joaquín y Paco Caballero, ... muchos de los cuales hoy no están ya con nosotros. (En la imagen de la izquierda, Antonio en la Velada celebrada en La Victoria, junto a la desaparecida fuente luminosa, con un cubo de aquella famosa 'Tómbola del Cubo', hace 50 años el 9 de mayo de 1950).
En 1974 Antonio decide independizarse y abre un negocio de hostelería por su cuenta, en la misma calle Ganado, un poco más arriba: el Bar 'El Bicho', que regentará durante 7 años hasta que, en 1981 lo traspasa. Aquello tenía menos papeles que... y una inspección de Hacienda le hizo pensar que trabajar y llevar las cuentas con el fisco no era lo suyo. Así que Antonio cambia de oficio y entra a trabajar de evuentual en Bodegas Fernando A. de Terry. Y de camino, haciendo trabajos esporádicos en la construción, pintura y reparaciones en general. Luego se va trabajar a la explotación ganadaera de Doña Carmen, madre de Augusto Haupold, que era veterinaria, donde compartiría oficio de hombre para todo junto a Juan 'el Gallego'.
Antonio con su mujer, Teresa Villanueva Pérez, en una visita a Bodegas Osborne.
Antonio, en un puesto en el Parque en el año 2009.
Antonio se ha hecho famoso por ser el vendedor ambulante que más kilos de avellanas vende en la Semana Santa. La pasada han sido más de 120 kilos, unidos a trompetitas y la típica pelota con elástico de Semana Santa. Con una salvedad, aquellas pelotitas blancas, hechas de pellejo y cosidas a cascos, rellenas de serrín, con una cinta elástica ya no son las que fabricaban en Valencia, que dejó de ser rentable para los hijos de quienes las hacían y quizás alguna vienen de Jaen, pero Antonio las compra en un importador chino. También en Carnaval instala su puesto en el Parque Calderón con martillos. E incluso en la Plaza de Toros, entre toro y toro, se le ve con el canasto ofreciendo su mercancía. Por cierto que aquí a los cacahuetes se les ha llamado toda la vida avellanas o 'arvellanas' y las otras, las redondas, las que traen un solo fruto 'avellanas de los toros'. Y en verano se busca la vida como guarda de los puestos de artesanía y venta ambulante del Parque, en horario de 9 de la mañana a 6 de la tarde. Además reparte carteles y correspondencia.
Antonioi, en un puesto en el Parque en el año 2008.
Vamos que es un hombre que se busca la vida para haber sacado adelante a su familia. Casado con Teresa Villanueva Pérez, tiene tres hijos, el varon camarero del Bar la Mezquita desde hace muchos años.
Peña La Charanga. Caseta de mediado de los noventa del siglo pasado.
En la Feria, junto a su mujer, en el espacio del concurso morfológico.
Pero donde Antonio disfruta especialmente de su trabajo es en la Feria. Desde hace 17 años colabora con la Peña La Charanga, la mítica caseta que mejor gusto demuestra año a año decorando interior y exterior de la caseta, marcando una pauta de como se deben hacer las cosas. Antonio se ofrefció en 1993 a los peñistas para trabajar como montador y hace de todo: de guarda, ayuda en la decoración, pinta, hace portes, busca oficios, ... 12 días viene a durar su aventura ferial desde que se empieza a levantarr la caseta hasta su desmontaje, en el que por cierto, también participa de forma activa a sus casi 70 años bien cumplidos.
'El Bicho', contando su experiencia en el montaje de caseta de Feria.