Baldomero Ruíz Jiménez, en una instantánea tomada en el Paseo de la Puntilla. (Foto: Emilio Aldana).
De Abraham Lincoln se cuenta que andaba un día enfrascado en la búsqueda de un candidato para formar parte del Consejo de Ministros, cuando uno de sus consejeros le sugirió el nombre de cierta persona. Lincoln lo rechazó de inmediato.
«--¿Por qué?», le preguntó el consejero
«--No me gusta su cara», respondió.
«--Ese no puede ser el motivo», exclamó el consejero. «--Él no es responsable de su cara».
«--Después de los cuarenta, cada hombre es responsable de su cara», dijo el Presidente de los Estados Unidos.
Observen un instante la cara de la foto de arriba. Si la miramos con detenimiento, podemos intuir que el hombre que la sustenta, Baldomero Ruiz Jiménez, lleva desde crío trabajándose un alma limpia, decente, amable, y eso, obviamente, se refleja en un rostro ayuno de maldad. Nos atrevemos a decir, sin temor a equivocarnos, que este hombre refleja su autobiografía de hombre de bien impresa en una cara que puede asomarse cada mañana al espejo de frente y por derecho.
Ahora, si todavía les queda tiempo, reparen unos minutos en la segunda foto situada a la izquierda de este párrafo, la de fondo granate, la que desvela que Baldomero también posee una mirada fuera de lo común para ver las cosas más comunes, valga la redundancia. Intentaremos explicarnos. Esos ojos semicerrados, que más que observar, sospechan, están mirando en dirección al pasado más decente de la historia de nuestra comarca, y pueden ver, a través del cristal opaco de botellas y botellines, con la intuición sabia del que recuerda, huele y rastrea en las huellas del tiempo, la vida cotidiana en las bodegas de la zona del siglo pasado, el sudor y las luchas de los trabajadores de la vid, aquellas vendimias que dieron de comer a El Puerto y su comarca.
Guarda Baldomero en su casa vestigios de esa época de esplendor, cientos de botellines de las antiguas destilerías portuenses, brandies del marco de Jerez, aderezados con catavinos, venencias y demás objetos relacionados con el dios Dionisio.
Sabido es que el olvido y la indiferencia torna grises y mustios los objetos. Pero hay personas que saben mirar más allá de modas y caprichos, y eligen minuciosamente rescatarlos del desván polvoriento del pasado.
Botella, bottle, bouteille, bottiglia, botila, flasche, garrafa, ...
Botella, casco, ampolla, bombona, frasco, redoma, vasija, cubeta, damajuana, ...
Botella, frasca, recipiente, envase, caneca, bote, cazolo, contenedor, bacinete, ...
Baldomero Ruiz Jiménez, de profesión electricista y de vocación amigo, no sólo es responsable, pasados ya los 40, de su cara y de su mirada. También se ha hecho cargo, en la pequeña parte que le toca, de descifrar los mensajes que dentro de cada botella introdujeron nuestros abuelos para que su recuerdo no se ahogara en las profundidades del olvido. (Textos: Pepe Mendoza) (Fotos: Emilio Aldana).