Integrantes de la Congregación de Luisa de Marillac, conocida como ‘Las Luisas’, cuya sede estaba en el antiguo Hospital Municipal de San Juan de Dios. Agachada, está Conchita Oviedo, justo detrás Anita Blanquer, junto a ésta, a la izquierda, Lalo Bermúdez Tejada, y a la derecha de Ana, de perfil, Marcela, antigua Enfermera Jefe del Ambulatorio de la Seguridad Social ‘Virgen del Carmen’. Al fondo, detrás de la mesa, hay una chica morena, enfermera del ambulatorio igualmente: Delia Rodríguez que vive en la calle Cruces esquina con Postigo, madre de Mercedes y Antonio Morales Rodríguez.
Las congregantas y las monjas preparaban en las cocinas del antiguo Hospital ingentes cantidades de comida en grandes pucheros, para repartir entre las familias más necesitadas de El Puerto. Había hambre y necesidad. Estas familias se acercaban al Hospital con ollas, cacerolas o cualquier otro recipiente, para recoger las raciones de comidas necesarias para sus hogares. A las personas enfermas o imposibilitadas de movimiento, que no podían recoger los guisos, estas congregantas las llevaban personalmente a sus domicilios. Cáritas colaboraba también con esta labor y las voluntarias de lo que hoy sería una ONG también colaboraban con cuotas, loterías y rifas que se encargaban de vender para obtener beneficios para aquellos fines de beneficencia. Existían otras congregaciones, la de María Milagrosa, que pertenecían al desaparecido Orfanato de la calle Cielos, y las de María Inmaculada, con nótula anterior núm. 390, que pertenecían a Safa. Estas dos congregaciones se diferenciaban de ‘Las Luisas’ porque daban de comer solo a niños y además servían en comedores. (Foto: Colección Coral Piá Oviedo).