Carolina es portuense desde los 11 años; desde tres años antes de que dejara de funcionar el Tren de Rota. Desde que sus padres, madrileño e italiana afincados en Rota, deciden comprar casa en El Puerto y cambiar su residencia. Así, Carolina tiene hermanos portuenses y hermanos roteños. Los vínculos entre ellos son como una calle de doble dirección: en una acera El Puerto, en la otra Rota.
Carolina has been living in El Puerto since she was 11; three years before the Rota Train stopped working; ever since her father, from Madrid, and mother, from Italy, who had settled in Rota, decided to buy a house in El Puerto and move there. Carolina’s sister lives in El Puerto and her brother in Rota, the link between them is like a two-way street: El Puerto on one pavement, and Rota on the other.
El desarraigo de Carolina, posiblemente el más difícil: en plena adolescencia, no hizo sino que se sintiera -y ejerciera- como una ciudadana del mundo: ha vivido en Colonia (Alemania), Londres y Madrid. Es Licenciada en Traducción e Interpretación, en Inglés y Alemán por la Universidad de Granada, tierra de traductores. Fue becaria Erasmus en Alemania; estudió en la Thames Valley University de Londres y en Madrid obtuvo otro tipo de certificaciones. La especialidad de Carolina Balsa Cirrito, son las traducciones científicas y técnicas, habiendo prestado servicios a diversas empresas de traducción técnica y científica de ámbito nacional e internacional. Pero luego volvió a El Puerto y se metió a empresaria, fundando CB Lingua, una empresa especializada en traducciones juradas y documentos legales, aunque presta otros muchos servicios en el ámbito de la traducción. Lo corriente: el alemán, inglés, francés e italiano es pan comido. Desde CB Lingua, han ido más allá y ofrecen sus servicios en árabe, chino, holandés, portugués, ucraniano, rumano, sueco, ruso y hasta catalán. Otros idiomas los resuelve sobre la marcha, pues tiene contactos en toda España, en todo el mundo ya que trabajan para España y el mundo. Será cuestión de ponerla a prueba... y comprobar como, efectivamente, sale airosa de diversos lances multilingües. La sensibilidad, la imaginación, el saber contar las cosas es de familia. ¿Se acuerdan de aquel famoso cuarteto de Rota que fue una revolución en el mundillo del Carnaval gaditano?: era su hermano hoy profesor y escritor, muy relacionado con el ambiente literario que se instala en Rota en verano: Sabina, Almudena Grandes, Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes, etc... Ella, con la Lengua, con el don de las lenguas, ayuda a construir --tras el buen ambiente vivido en familia-- en este Puerto trimilenario y americanista, una Ciudad para un vibrante siglo XXI. A pesar de todo.
EL TREN DE ROTA
«El llamado “tren de la costa” o ferrobús (en El Puerto, el Tren de Rota) enlazaba las poblaciones de El Puerto de Santa María, Rota, Chipiona y Sanlúcar, y realizó su último viaje día 31 de diciembre del año 1984, pasando a formar parte de la historia.
El proceso de expropiación de campos y tierras para la instalación del tren comenzó el año 1885, aunque la clase política no puso ningún interés en el proyecto de la Compañía Belga de Ferrocarriles Vecinales de Andalucía, tanto que a la inauguración, celebrada el domingo 9 de septiembre del año 1898, trece años más tarde, no asistió ninguna autoridad de ningún tipo.
Como curiosidad podemos decir que en un principio los vagones eran de madera y pasó a estar gestionado por RENFE el año 1945.
Podemos observar que parece que desde el principio al final de su existencia, los 88 años, no gozó de ninguna simpatía entre nuestros políticos, ni supieron defenderlo y primero ni asistieron a su inauguración y al final no hicieron absolutamente nada por no dejar desaparecer el tren que unía Sanlúcar, Chipiona, Rota, El Puerto de Santa María y Cádiz.» Antonio Barba.
Tren “Ferro-bus” que hizo las pruebas de la nueva línea Férrea que se iba a inaugurar entre Sevilla a Cádiz. Más información sobre esta efemérides y los componentes de la fotografía, en los comentarios de esta nótula.
«Poco antes de las siete de la tarde del pasado lunes, el “tren de La Jara”, “el tren de Rota” o el “tren de la Costa”, como indistintamente se le conocía, rendía su último viaje en El Puerto. Sanlúcar, Chipiona y Rota quedaban aisladas por ferrocarril del resto de la provincia. Es la última página de 120 años de historia, que se escribía entre lamentos ante la pérdida de algo que se había “dejado morir”, coincidiendo con la mayoría los viajeros en señalar que una de las razones que más han perjudicado a esta línea ha sido el mal horario de los viajes.» El resto del reportaje se puede leer en la hemeroteca del Diario de Jerez del 2 de enero de 1985 o en el propio Archivo Municipal portuense. La crónica es de José Ignacio Buhigas. Foto J.F.Ferrer.