El general de Brigada de Infantería de Marina en la reserva José Antonio Alcina del Cuvillo, nacido en Cádiz pero vecino de El Puerto, fue nombrado con 42 años, en 1978, Ayudante de Campo de SM El Rey, servicio que desempeñó a lo largo de seis años. Pero fue en el año 1984 cuando don Juan Carlos I le confió la tarea de vigilar la educación y formación del Príncipe, acompañándole con frecuencia, orientándole y dirigiéndole con proximidad y asiduidad. En 1989 fue nombrado Ayudante-Secretario de Don Felipe de Borbón con las misma atribuciones de los años anteriores. Participó activamente en todo el proceso formativo del Heredero hasta 1993, cuando fue cesado de sus funciones.
The general of the reserve Marine Brigade José Antonio Alcina del Cuvillo, who was born in Cádiz but lived in El Puerto, was named at the age of 42, in 1978, Assistant to HM The King, a service which he carried out for six years. But it was in 1984 when Juan Carlos I entrusted him with the task of taking care of the Prince’s education and training, often personally accompanying him and providing guidance on many occasions. In 1989 he was appointed Assistant-Secretary to Felipe de Borbón carrying out the same duties as in previous years. He actively participated in the whole educational process of the Heir to the crown until 1993, when he was stopped working in that position.
A partir de ese año desempeñó el cargo de Segundo Jefe del Cuarto Militar de SM el Rey y en 1996, tras dieciocho años de servicio a la corona, pasó a la situación de reserva.
Una vez retirado, y tras publicar en 2004 en la editorial La Esfera de los Libros un volumen con el título «Felipe VI así se formó el príncipe heredero», se aficionó a la pintura. Para ello tuvo durante un par de años de maestro al pintor italiano afincado en El Puerto, Franco Policastro. Su muestra abarca desde paisajes hasta marinas y fachadas donde plasma en sus pinturas mucho de los viajes realizados por el pintor. En diciembre del año pasado inauguró una muestra de pinturas en el Club de Mar de Puerto Sherry.
En la foto tomada hace pocos días en el Real Club Náutico de El Puerto, el General de Brigada de Infantería de Marina en la Reserva. Ingresó en el cuerpo de Infantería, previa oposición, en 1956. Tras cinco años en la Escuela Naval Militar ascendió a teniente y fue destinado al Grupo Especial de Infantería de Marina en San Fernando. Durante su carrera militar realizó numerosos cursos de especialidad en España y Estados Unidos. Diplomado de Estado Mayor del Ejército, es un experto en comunicaciones navales y un apasionado amante del flamenco. Es padre de cuatro hijos. Aborrece la hipocresía, la cobardía y la mentira y son una pesadilla para él, lo cutre, la ordinariez y la mala educación. Tiene buena memoria pues recuerda casi todo, en ese casi olvida los malos momentos. Admira la verdad y la belleza. A continuación, un fragmento de su libro:
-«¿Qué le ha pasado, Don Felipe?», pregunté con seriedad.
-«Me he caído con la moto en una de las curvas», me contestó sin vacilar, haciendo una pequeña mueca de dolor y sacudiéndose el polvo que aún le cubría los pantalones.
-«Eso le pasa, seguro, por ir siempre a tanta velocidad. Un día se va a matar», le espeté sin pensarlo dos veces.
-«Esta vez te equivocas. No ha sido eso. Se me ha cruzado un jabalí con sus crías. No los he visto y me he pegado un trompazo ».
-«Está bien Alteza pero tenga cuidado y... otra vez dígame que quiere dar una vuelta para estar atento. Buenas noches y procure estudiar».
«Felipe VI. Así se formó el Príncipe heredero», de José Antonio Alcina del Cuvillo
(Editorial La Esfera de los Libros). Leer otros pasajes del libro aquí.