La Formulación Magistral es el medicamento preparado por el farmacéutico para un paciente individualizado para cumplimentar una prescripción médica. Tradicionalmente, los farmacéuticos habían elaborado artesanalmente los medicamentos para todos los pacientes de forma individualizada, hasta que empezó a desarrollarse a mediados del siglo pasado la industria farmacéutica. A partir de ese momento, la aparición de las especialidades farmacéuticas fue desplazando poco a poco a las fórmulas magistrales. Gracias al desarrollo industrial, se empezaron a fabricar series de medicamentos iguales, que normalmente tenían que prepararse para muchos pacientes que precisaban las mismas dosis. De esa forma se ganaba también el tiempo que el farmacéutico necesitaba para la preparación manual. Pero la formulación magistral no ha quedado abandonada, porque siempre permite individualizar el medicamento para cada paciente de acuerdo con las dosis que prescriba el médico según cada situación particular. Es una adaptación total del medicamento para aquel enfermo que tenga dolencias extrañas, no cubiertas de forma explícita por los grandes laboratorios.
En la fotografía, Florencia Viqueira Lamadrid, hija del jerezano afincado en El Puerto, José María Viqueira Prieto (Oficina de Farmacia en Calle Larga, esquina y vuelta con Palacios), cuyo despacho permanece abierto desde el año 1900, fundado por un gallego: el abuelo de Florencia. El conocido pintor de cristales (que pintaban del revés) Lepe y J. del Barco, pintó el rótulo, todavía existente y que se puede apreciar en la fotografía, en el interior de la Farmacia Viqueira.
me gustas leer este espasio pero siempre sale las misma caras
Florencia, soy Manolo Monge, el hijo de Domingo el Practicante, me alegro de que se hable de los famosos potingues, mi padre colaboraba en esa farmacia, cuando era muy joven, era muy buen amigo de tu padre, muy buena persona, tambien me acuerdo de mi primo, que trabajó en la farmacia, hasta que se jubiló, que alegria me da, que se hable de tan distinguida farmacia, un abrazo..
Se podrian decir tantas cosas de Flori!!! El Puerto necesita gente como tu. Saludos.
Miguel. M Jr
MAMA TE QUIERO!
FLORENCIA ES UNA DE LAS MEJORES FARMACEUTICAS QUE CONOZCO, MUY AGRADABLE, PROFESIONAL Y SIEMPRE AL PIE DEL CAÑÓN, ATENDIENDO A TODOS CON UNA SONRISA. AÚN CONSERVA EL TRATO HUMANO QUE MUCHOS NO DEBERÍAN PERDER. QUE NO NOS FALTES NUNCA. MARA
Por la proximidad donde pasé mi infancia yo he conservado fielmente el recuerdo de las visitas que cuando pequeño realizaba a la Farmacia Viqueira para recoger aquellas formulas maravillosas a las que yo llamaba potingue y que con mucho esmero preparaba don José. Gracias a esta fórmula magistral, a pesar de que los diagnósticos médicos no lo aconsejaban, los míos se recuperaban ante de lo previsto y salían a alta mar con todas la garantías, al menos sobre su estado salud.
En lo anecdótico, la coincidencia de los nombres de quienes por aquel entonces atendían la farmacia, el farmacéutico, José María Viqueira Prieto, y los auxiliares, José María Rodríguez y José María Santo, a quién no tuvimos más remedio que llamar Pepito que, por cierto, hasta su prejubilación reciente, en la Farmacia de la calle Santa Lucía, la de Muñoz Arjona, he continuado llamando Pepito.
La Formulación Magistral es una de las más prestigiosas actividades profesionales del farmacéutico. Las fórmulas magistrales son los medicamentos en los que se plasma la vocación del farmacéutico. La fórmula magistral consiste en la elaboración, de acuerdo a una prescripción médica, críticamente valorada, de un medicamento a la medida del paciente, en un compromiso profesional de solucionar un problema de salud. Elaborar una fórmula magistral es ante todo prestar un servicio sanitario de alto nivel y responsabilidad al paciente.Estamos asistiendo a un avance imparable de la terapéutica personalizada, donde la formulación magistral es el máximo exponente en atención farmacéutica y con frecuencia el único tratamiento al que pueden acceder pacientes con patologías calificadas como “raras” o cuyo tratamiento ha sido abandonado por la industria por falta de rentabilidad. La preparación del medicamento por el farmacéutico evita la marginación terapéutica del paciente diferente, del que no es rentable a los grandes laboratorios.