José Ignacio Buhigas Cabrera --Pepe Buhigas--, nació en la calle Larga el sábado 15 de diciembre de 1951, un día antes del aniversario de la fundación de El Puerto de Santa María por Alfonso X ‘el Sabio’, algo que parece le ha marcado toda una vida de amor y servicio a su Ciudad y a su Historia. Días pasados recibía un merecido homenaje por su jubilación, como responsable del Archivo Municipal donde es muy querido por compañeros, investigadores y munícipes. Reconocido periodista durante muchos años con Diario de Cádiz, ha sido testigo de los cambios vividos en la provincia y de las importantes transformaciones de dicho medio, decano de la prensa andaluza.
1951.
El año de su nacimiento era alcalde, Eduardo Ciria Pérez. Rafael Alberti publicaba: ‘Buenos Aires en tinta china’. El pintor porteño Enrique Ochoa, legaba a la Ciudad una importante colección de obras de su producción. El escultor José Ovando Merino tallaba, con la madera proveniente de dos cipreses del Cementerio de San Fernando de Sevilla, la imagen de estilo neobarroco del Cristo de la Hermandad de la Misericordia.
En la imagen, de izquierda a derecha, el presidente de Bellas Artes, Ramón García-Llano, la pareja del pintor Carmen Oses, Eduardo Ciria Pérez alcalde de la Ciudad, Enrique E. Ochoa y el Teniente Coronel de la Guardia Civil y amigo de juventud del pintor, Enrique Rodríguez de Hinojosa, en la Academia de Bellas Artes.
Como José Ignacio, veían la luz el músico Andrés Olaegui; Francisco Román Sánchez, vitolfílico (1951-2010). Mercedes Toronjo Soler El profesor y político de Independientes Portuenses Juan Gómez Fernández, Rafael Osborne Fernández y Macarena Claudia Osborne Heard. Ese año fallecían Cándida Jiménez Huelva, Cándida la Negra’, que nació esclava y murió libre y centenaria en El Puerto; el filántropo Elías Ahuja y Andria. (1863-1951) y el que fuera ministro de la gobernación con el gobierno del dictador Franco, Valentín Galarza Morante (1882-1951).
En la fila de abajo, cuarto por la derecha, en el Colegio San José y San Estanislao, conocido como Colegio de la Pescadería. Enseñanza Primaria. Curso 1959-1960.
Nuestro protagonista es hijo de Manuel Buhigas Cala y Milagros Cabrera Caballero y nieto de José Buhigas Simeón, quien fuera cochero de Terry. Su padre nació el 16 de diciembre de 1907 y José Ignacio el 15 de diciembre de 1961 --hubo ese día una procesión extraordinaria de la Patrona-- y que, como era sábado, fue inscrito en el Registro el lunes siguiente. Está casado con Concha León Ortega con quien tiene tres hijos: José Ignacio, Mauricio y Miguel. Tiene una hermana de nombre Manuela, nueve años mayor que él. Estudió en el Colegio de la Pescadería e hizo el Bachillerato en San Luis Gonzaga, "con un Pre Universitario memora le con una proclamación de dignidades renovadora, con un Pedro Salvatierra tocando la marcha triunfal de Aida" --recuerda su compañero de colegio Diego Utrera-- para posteriormente iniciar los estudios de Historia del Arte, primero en el Colegio Universitario de Cádiz y posteriormente en la Universidad de Sevilla.
Su abuelo José Buhigas Simeón, al pescante del coche de Terry, le llevaba consigo en muchas ocasiones por las calles de El Puerto.
Escritor, investigador y poeta.
Participante activo de Medusa, la agrupación cultural portuense, en su sección juvenil Memphis, José Ignacio recuerda a Faelo Poullet (ver nótula núm. 266 en Gente del Puerto) guía y mentor de las inquietudes culturales de muchos jóvenes de entonces, a los que reunía en audiciones y lecturas de poesías en su casa de la calle Larga.
Pepe Buhigas tiene publicados varios libros, así como colaboraciones en medios y obras colectivas. ‘Primera Palabra’ (1970), prologado por José Luis Tejada en el que afirmaba que: “José Ignacio Buhigas tiene dieciocho años de juventud atenta y asombrada y dieciocho siglos de inquietud, de voluntad y vocación”. En el volumen tras el relato inicial de prosa drámática y lírica, incluía tres breves piezas de técnica teatral que ya habían sido representadas en El Puerto.
Portadas de sus libros 'Primera Palabra' (1970) con 18 años y 'Eimar' (1974), I Premio de Poesía Librería Alberti, con 22 años.
En su segundo libro, ‘Eimar’, I premio de Poesía Libería Alberti de El Puerto (1974) incluye un poemario y comparte volumen con otros dos poetas: Milagros Vaca Gilabert y Juan Manuel Poullet. "Carnaval: un siglo de historias del Puerto" (1836-1936) junto con Tily Santiago. (1983). Figura en la "Antología poética de autores portuenses: 100 años de poesía". de Rosario Guardiola Garijo. (1991).
Otras publicaciones de Buhigas son “El Marqués de la Cañada y su gabinete de antigüedades del x. XVIII en el Puerto de Santa María”. (1993). “La sección de ‘Papeles Antiguos’ del Archivo Municipal de El Puerto de Santa María”. Revista de Archivos y Bibliotecas de Andalucía. “Catálogo de planos de la Sección Policía Urbana del Archivo Municipal de El Puerto de Santa María”, Partes 1 y 2. Revista de Historia de El Puerto (1997). “Notas para la historia de las galeras del siglo XVI. Un intento del Duque de Medinaceli de eliminar de El Puerto el fuero militar”. “La iniciación teatral de Muñoz Seca a través de la Revista Portuense”. (1998). “Itinerarios portuenses de la arquitectura del s. XIX: Miguel Palacios Guillén”. Junto con Manuel Pacheco Albalate y Fernando Acale Sánchez. (2004). “Historia de una fotografía: los archivos de El Puerto y sus investigadores en los últimos veinte años”. Junto con Ana Becerra Fabra. (2005). “Catálogo de Acuerdos de la Junta Subalterna de El Puerto de Santa María (1808-1809)”. Junto con Ana Becerra Fabra. (2010).
A la izquierda vemos a Ramón González Montaño, en la bendición de la primera piedra de la que sería la parroquia de San Marcos, a su lado un joven reportero de la revista local Cruzados, micrófono en mano José Ignacio Buhigas Cabrera recoge las palabras del Obispo Auxiliar, Monseñor José María Cirarda Lachiondo; a la derecha de la fotografía podemos ver al Arcipreste de la Ciudad, Manuel Salido Gutiérrez, párroco de la Prioral (ver nótula núm. 2.219 en Gente del Puerto) Está tomada en el lugar que hoy ocupa la Comisaría de la Policía Nacional. Su primera entrevista en Cruzados fue al deportista local Manolo Ojeda Lores cuando partía para entrevistarse con el equipo técnico del Real Madrid, haciendo un recorrido de su trayectoria.
Periodismo
José Ignacio Buhigas estaba estudiando Historia del Arte en la Universidad de Sevilla en 1976. El desaparecido Agustín Merello del Cuvillo (ver nótula núm. 262 en GdP) le llamó en febrero de ese año para trabajar en la redacción de Diario de Cádiz en la capital con una tarea muy concreta: crear el suplemento dominical “lo importante para lo que hablamos –recuerda José Ignacio-- era el encargo con el que entré: sacar el suplemento dominical, iniciando la impresión en offset, el formato tabloide y el color. Para ello los Joly habían montado un taller nuevo en la calle Hércules (paralela a la gaditana calle Ceballos), la primitiva Ingrasa. Allí las galeradas de plomo de las linotipias pasaron a ser tiras de texto impresas en papel fotográfico. Hay que imaginar cuanto suponía y el mimo con que trataban este nuevo sistema".
De izquierda a derecha, Rafael Alberti, José Ignacio Buhigas, Agustín Merello y desconocido. En segundo término a la izquierda, Rafael Gómez Ojeda y al fondo, Mario Peluffo, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. La imagen está tomada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Alberti había sido recibido por la Corporación y acababa de realizar la promesa formal de ceder a El Puerto de Santa María su patrimonio artístico para que se instalase en una casa, a poder ser en una de las que habitó durante su infancia. 9 de julio de 1979
Conserva nuestro protagonista, encuadernadas, las pruebas iniciales que se hacían y todos los suplementos que trabajó solo, hasta final de octubre de 1976. Obviamente no redactaba todos los textos sino que coordinaba también diversas secciones que hacían otros redactores: Ana Mª Rodríguez-Tenorio; Gaby Cañas o el propio Federico Joly padre.
“Había llegado entonces [octubre de 1976] como director Augusto Delkader –con el tiempo director general/presidente de la Cadena SER--, y me pasó a la ‘mesa de Información Nacional’, que desde entonces compartí con Antonio Pérez Sauci y Lalia González-Santiago (primera directora de la Voz) y se amplió después con 'Internacional'. Años 1977, 78, 79… levantamos todas las noticias de la transición, aunque Augusto se volvió a El País a finales de 1977 y nos quedamos sin aquellas maravillosas reuniones de redacción en las que él, después de escucharnos a todos, “resolvía” la primera página y la pintaba cada día. Entonces se hacía el periódico a partir de las cinco de la tarde y hasta la madrugada".
Antonio Femenía, anterior responsable del Archivo Municipal y corresponsal de Diario de Cádiz y Rafael Pérez, el fotógrafo.
José Ignacio dormía en su casa de El Puerto y, en ocasiones cuando no le daba tiempo al fotógrafo Rafael Pérez González ‘Rafa’ (ver nótula núm. 1.781 en GdP) a llevar las imágenes de El Puerto para la edición del día siguientes al autobús Comes o al Vapor pasaba por casa de éste y se llevaba sus fotos para Cádiz. El corresponsal era entonces Antonio Femenía Máiquez (ver nótula núm 2.309 em GdP) y durante algún tiempo Antonio Gutiérrez Ruiz (ver nótula núm. 2.915 en GdP). La sección de provincia del Diario de Cádiz la llevaba Higinio Sáinz, que escribía también sobre los Toros y la información de la Policía Local.
Los miembros de la redacción de Diario de Jerez, delante de la rotativa, cuando salió el primer número el 8 de abril de 1984. De izquierda a derecha: Antonio Arias Collado, José Ignacio Buhigas Cabrera, José Lodeiro Alfaya, José Ángel Bermejo, Tily Santiago Cossi, Manuel de la Peña Muñoz, Juan Carlos Jiménez Laz, Juan Pedro Simó y Manuel Muñoz Fossati. /Foto Colección Prudencio López Campuzano.
De Diario de Cádiz a Diario de Jerez
José Ignacio deja Diario de Cádiz en 1981, siendo la dimisión de Adolfo Suárez la última pieza que escribe desde la capital y ya el 23 de Febrero –el día de la asonada militar—no estaba en el periódico, pasando a trabajar en el Archivo Municipal del Ayuntamiento de nuestra Ciudad. En 1984, Manuel de la Peña director de Diario de Jerez y la portuense Tily Santiago (ver nótula núm. 219 en GdP) le llaman para que colaborase con ellos en el diario que en la actualidad dirige otro portuense, Rafael Navas Renedo (ver nótula núm. 608 en GdP). El gusanillo del periodismo pudo con él y estuvo colaborando, aunque por poco tiempo, al no querer simultanearlo con su puesto de trabajo en el Archvio del ayuntamiento portuense.
La Delegación en El Puerto.
En junio de 1988 –hace 28 años-- se abría la Delegación de Diario de Cádiz en El Puerto en la calle Larga, donde todavía sigue. Hubo presentación oficial en el Castillo de San Marcos con Agustín Merello como Delegado y los redactores Enrique Alcina, Antonio Bueno, Diego Morra y José Ignacio Buhigas. Fito Carreto nos sorprenderá con sus maravillosas instantáneas y Pedro Ríos, nos tenía al día sobre la vida del desaparecido Racing Club Portuense, aunque dependía directamente del Jefe de Deportes en Cádiz, Paco Perea. José Ignacio había coincidido con Merello en la Revista Cruzados --que coordinaba el desaparecido Agustín, teniendo José Ignacio por compañeros a Diego Utrera Sánchez, Javier Renedo Varela, Antonio Carbonell López entre otros--, pero en Cádiz, salvo una larga entrevista a Manuel Fraga, no tuvieron ocasión de trabajar juntos.
Juan Manuel Torres (ver nótula núm. 817 en Gente del Puerto) y Agustín Merello, alcalde y delegado de Diario de Cádiz en junio de 1988.
Recuerda José Ignacio que “Desde el primer día de la Delegación en El Puerto, Agustín Merello nos cautivó con su recuadro “La Fuente de las Galeras”. Volvía a tener a su ciudad como universo donde desarrollar su pasión por comunicar y en El Puerto quedó decantada la plenitud de su ejemplar trayectoria de integridad intachable. Asumió el compromiso de plantarse con su voz cada mañana en el foro diario de la ciudad y proponer una mirada sobre la actualidad que iba más allá del impersonal lenguaje periodístico y la acercaba, no limitándose a “mostrar la noticia” sino demostrando por qué era importante. […] Aquellas palabras de Agustín, bandera de una información valiente, sin remilgos ni dobleces, que fueron la mejor veta que alimentaba su fuente y aliento de la delegación, siguen ahora –”lejanas” y “vivas” como los retornos albertianos– ofreciéndose ilusionantes frente a la bochornosa y decepcionante tristeza de una tan extendida prensa lacayo de los poderes.”.
En El Puerto se trabajó en los primeros tiempos con el antiguo formato ‘sábana ‘del Diario, maquetando y ajustando sin plantillas las páginas o columnas y los textos se mandaban a Cádiz por un primitivo modem al que había que cambiar la clavija, turnándose para enviar los textos. José Ignacio permanecerá hasta 1991, hasta poco tiempo después de sustituir Tily Santiago a Merello en la Delegación, coordinando nuestro protagonista la sección de historia local ‘Puerto Escondido’, o los textos para las láminas que se publicaron con motivo del comienzo de la edición de El Puerto, en aquella línea inicial que tuvo tan buen desarrollo y consolidación. Siempre se ha sentido y siempre será ese ‘colaborador de siempre del Diario…
El Archivo Municipal en la planta alta del antiguo Ayuntamiento, Palacio de Reinoso.
Archivo Municipal.
Apenas coincidió con su antecesor en el Archivo, Antonio Femenía que también había sido corresponsal de Diario de Cádiz en El Puerto. Su primer concejal de Cultura, fue Antonio Muñoz Cuenca (ver nótula núm. 069 en Gente del Puerto) con quien trabaja en los actos conmemorativos del 700 Aniversario de la Carta Puebla, en diciembre de 1981, como secretario de la comisión organizadora. Llegaba pues, en 1981 a la planta alta del Palacio de Reinoso, antiguo ayuntamiento donde se encontraba la sede del Archivo Municipal que para él fue: "todo un descubrimiento". Los archivos que hoy conocemos se deben a su interés y empeño por hacer de dichos documentos, elementos vivos para estudiosos e investigadores. Y todavía, 35 años después, encuentra Ignacio nichos de investigación aún inexplorados en los fondos históricos.
Tras el incendio producido en 1986 en el antiguo Penal donde estaban depositados archivos municipales, bajo la dirección de José Ignacio pudo salvarse y organizarse la documentación afectada.
Durante su etapa en el Archivo Municipal José Ignacio ha vivido muchas vicisitudes y cambios, muchos procesos de modernización sobre lo antiguo, episodios difíciles como el incendio de los archivos que se custodiaban en el antiguo Monasterio de la Victoria y su posterior traslado a los bodegones de la Plaza de Toros donde, bajo su dirección, hicieron cuanto estuvo a su alcance para salvar lo afectado
Los archivos estuvieron depositados durante un tiempo, tras aquel desastre en sendos bodegones de la Plaza de Toros.
El traslado de los archivos históricos desde los altos del Ayuntamiento de la plaza del Polvorista al edificio San Luis Gonzaga, la custodia de parte del archivo en un almacén de la gaditana Zona Franca, o la inauguración del archivo administrativo histórico municipal de la calle Los Moros, rehabilitando un antiguo casco de bodega y adaptándolo a una nueva función con modernas tecnologías.
El Archivo Histórico en el Edificio San Luis Gonzaga.
El Archivo Administrativo Histórico en la calle de Los Moros, inaugurado durante el pasado mandato municipal.
Mucho ha visto y vivido José Ignacio en estos más de 30 años de archivero, mucho ha ayudado a cuantos se acercaron a interesarse por algún asunto de la historia portuense, adelantándose incluso a las peticiones y siempre dispuesto a colaborar. Mucho se le echará de menos, aunque deja a dos buenos colaboradores, Jesús Puente y Ana Becerra, tan encantadores y colaboradores, como su predecesor.
Merecido reconocimiento.
El pasado viernes día 11 de noviembre José Ignacio recibía un homenaje de reconocimiento a su trayectoria de cuantos se han relacionado estos últimos años con él en el Archivo Municipal: compañeros y amigos, concejales, investigadores y estudiosos de la historia de El Puerto.
Foto de familia de los asistentes al homenaje de José Ignacio.
Se refería a él María Antonia Martínez, anterior concejala de Patrimonio Histórico: “Existen personas que poseen una educación y profesionalidad exquisitas e inigualables. Este es el caso de José Ignacio Buhigas, quién tras muchos años al frente del Archivo Municipal ahora pasa a disfrutar de una merecidísima jubilación. Gracias por ser como eres y por estar siempre a disposición de los demás. Siempre te estaré agradecida. Fue un verdadero placer y un honor trabajar contigo”.
El historiador Enrique Pérez, afirma que: “Pepe es la bondad y el buen hacer personificados. No es que haya sido el mejor archivero que ha habido y que habrá, que también, sino la persona -en todas las generaciones que han sido y son- que más ha hecho por el conocimiento de la Historia de El Puerto”.
Asistieron cuatro concejales que coincidieron en su etapa política con José Ignacio. En la mesa de presidencia, empezando por el centro y rodeando la tabla, Ana Becerra, Rosalía González, María Antonia Martínez, Jesús Puente, María Eugenia Lara, los hijos del homenajeado, José Ignacio Buhigas, su mujer Concha León, Luis Suárez y Juan Gómez.
La ex Directora de la Biblioteca Municipal, Pilar Alcina, se refería así a José Ignacio: “?Enhorabuena a tí, José Ignacio, pero lo siento por el Ayuntamiento. Nunca volverán a tener un archivero como tú. Un abrazo muy fuerte por tantos años compartidos”.
El portuense Alfonso Álvarez ha dejado escrito: “?¡Qué tristes quedarán los legajos! Ignacio ha sido durante décadas el honesto guardían de nuestra memoria colectiva, el dominador del tiempo. Salud y felicidad en tu nueva vida”.
El homenajeado junto a su familia, el Jefe de Fotografía de Gente del Puerto, Vicente González Lechuga y los actuales archiveros municipales, Ana Becerra y Jesús Puente.
El colaborador de Gente del Puerto Luis Suárez, ex concejal de Cultura que fue quien creó el Centro Municipal de Patrimonio Histórico afirma que: “Hay que destacar de Pepe su bondad y profesionalidad, algo en lo que coincide todo el mundo, no conozco a nadie que no se deshaga en elogios hacia su persona”.
En su despedida afirmaba José Ignacio Buhigas: “Espero colaborar --ahora será a distancia-- en todo cuanto pueda mejorar el acceso a los contenidos de ese archivo maravilloso en el que he tenido el privilegio de trabajar, para que las demandas de todos vosotros, administración e investigadores, encuentren respuestas aún más exactas y eficaces, que es el empeño diario de este servicio”. /Texto: José-María Morillo.
El tiempo no pasa.
Se queda esperando…
esperando,
esperando que le pregunten.
Que le pregunten, que le pregunten
cuándo abrirá la tarde sus puertas,
cuándo abrirá sus manos
y llegará la libertad,
la libertad,
la libertad para poder ser más allá del tiempo,
para poder sentir eternos los momentos…
José Ignacio Buhigas /Fragmento.
Buen investigador y mejor persona, mi admiración para toda la vida, saludos amigo.
Honrado y honesto. Meticuloso y ordenado. Tímido y servicial. Exquisito en el trato, en el fondo y en las formas. Portuense. Buen hombre. Por no seguir -sin que Pepe se sienta incómodo-, ahí me quedo. Bien saben los que le conocen que, en el mejor de los casos, me quedo corto.
Presumo de ser amigo de Pepe a través de mi padre. Él fue nuestro nexo de unión, el que hizo posible que en el palomar del antiguo ayuntamiento, bajo esas crujías (que ejercían de tales), forjásemos una amistad que aún perdura. Allí, arriba, en ese áticogallinero de la Casa-Palacio Reinoso Mendoza (de las de los denominados "cargadores a Indias"), empecé a conocer y saborear el talante de los archiveros de verdad, de los narradores, de los analistas, de los muñidores de crónicas, de los historiadores en suma.
Alrededor de esa insustituible mesa de trabajo, prolongación de la pequeña ventana a la plaza (subiendo una interminable escalera, a la izquierda), imaginaba mi ciudad a través de los siglos. Y de aquellas tertulias, mi interés por defender con uñas y dientes mi ciudad y su historia.
Pepe es un servidor público a carta cabal. Esa es su tarjeta de visita. A él no le hacen falta apellidos que no sean los heredados de sus padres. Desde que lo conozco pensé que le venían, que ni pintado, aquellas primeras estrofas del caminante de León Felipe: "Ser en la vida romero/ romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos/ Ser en la vida romero,/ sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo./ Ser en la vida romero, romero..., sólo romero".
Tras esa elegante modestia que le caracteriza, Pepe tiene madera de periodista, intuición de investigador y sensibilidad de poeta. Cultiva estas tres facetas con mucho acierto. Tanto es así, que hoy es difícil entender la historia de El Puerto, sin tener en cuenta el laborioso y pormenorizado trabajo de Pepe Buhigas. Hoy a punto de jubilarse.
En el tiempo, Pepe tuvo el acierto (eso creo) de situarse -tal como aprecié en mi padre-, del lado de esa frase de Ortega y Gasset: "Quien quiera enseñarnos la verdad que no nos la diga. Que nos sitúe de tal modo que la podamos descubrir nosotros mismos". Gracias Pepe. Un abrazo.
Una excelente persona y gran profesional. El verano del 94 realicé un trabajo de Historia de la Medicina para la Universidad de Extremadura, sobre una década del Hospital San Juan de Dios del Puerto de Santa María, y todo fueron facilidades y ayuda por parte de Pepe, El quizás no lo recuerde, ya que era así con todo el mundo, pero desde aquí quiero darle las gracias y desearle todo lo mejor en su nueva etapa ya de jubilado.
Gracias por vuestro afecto. Sabéis cuánto debe mi vida a la acogida que siempre tengo en vosotros.
La cara es el espejo del alma,seguro que tendras una jubilacion como te mereces y yo deseo ¡¡¡Es un orgullo para nuestra ciudad tener un hijo como tu !!! Un saludo.
Un lujo para El Puerto. Humildad, educación y una cultura enciclopédica siempre al servicio del prójimo. Le deseo lo mejor en esta nueva etapa.
Pepe: eres una persona como ser humano estupenda y te agradesco algunos favores cuando me acerco al archivo. Larga vida para un juvilado te deseo.
Pepe, eres, además de una excelente persona y un caballero, un guardián incansable de nuestro rico pasado. Muchas gracias por tu amistad y por tus generosos y desinteresados servicios a El Puerto y los portuenses. Siempre, "gratis et amore" al servicio de los demás. Tu vida profesional ha sido verdaderamente rica. Ahora tendrás tiempo para hacer otras cosas interesantes también. Eres muy grande. Un abrazo fuerte.
No solo me gusta,sino me encanta que a Pepe se le reconozca su labor profesional. Una de las mejores personas que he conocido. Hombre bueno,cariñoso y enamorado de su profesión
Mi familia y yo,le tenemos un cariño especial. Gracias por todo Pepe
Muchísimas felicidades, Pepe, has conseguido jubilarte antes que yo... Felicidades, José María Morillo, has sabido retratar al Pepe de la intimidad y José Ignacio en sociedad. Genial tu escrito, yo añadiría dos pequeños detalles: un Preu memorable con una proclamación de dignidades renovadora, con un Pedro Salvatierra al piano tocando la marcha triunfal de Aida. Y, por otro lado, la figura de Faelo Poullet , guía y mentor de nuestras inquietudes culturales. Pepe, aún recuerdo los nocturnos de Chopin que oíamos en el cassette en tu cuarto. Un grandísimo abrazo a Concha y a tí.
Una persona grande y buena, al que todos los portuenses admiramos y queremos. Gracias José Ignacio.
Gracias por todo Pepe, siempre tan atento y siempre dando soluciones a los que las hemos necesitados en algún momento. Un abrazo y a disfrutar.