José Antonio González Herrero (El Puerto de Santa María, 1955) dimitió a principios de mes de la presidencia del Club de Rugby Atlético Portuense, poniendo fin a 21 años ininterrumpidos en el cargo. La historia del rugby local no se puede entender sin la figura de este aparejador que, tras suceder a Esteban Fernández Lópiz en 1994, comandó una larga serie de éxitos que ha supuesto que durante muchas temporadas el CRAP fuera la entidad provincial que ha competido al más alto nivel de entre todas las modalidades deportivas.
--La pregunta es obligada. ¿Por qué se va?
--Dimito porque considero necesario un cambio estructural y un rejuvenecimiento de la directiva, lo que ahora se llama "empezar un nuevo ciclo". Por lo que a mí respecta volvería a entregar al club estos veintiún años de mi vida, pero todo tiene su fin: el próximo mes cumplo sesenta años y llevo cuatro madurando esta decisión. Creo que dejo la entidad en una buena situación: el senior acaba de ascender a División de Honor B, hay otro equipo senior, sub 18, sub 16, sub 14 y escuelas deportivas y categorías hasta sub 6. Unas 400 personas practican este deporte. Las nuevas elecciones correspondían por ley en febrero de 2016, pero opté por marcharme antes para que la nueva junta gestionara la próxima temporada desde el principio.
--¿Cómo se prevé el calendario de los acontecimientos?
--Las candidaturas se presentan entre el día 23 y el 1 de julio. Siendo sintéticos hay que indicar que si sólo existe una propuesta sus componentes serán designados presidente y miembros de la junta directiva. Caso de registrarse competencia la fecha propuesta para las elecciones es el 10 de julio.
--En una situación como la suya los balances son inevitables. Empecemos por lo más grato.
--He de subrayar el gran apoyo, confianza y buen ambiente mostrado por las distintas juntas directivas y la actitud positiva de la afición y los amigos, sin percibir grandes críticas. El momento deportivo más dulce fue la primera fase de ascenso a División de Honor, vivida contra Hernani, Guernica y Les Abelles.
--Un periodo tan dilatado incluye también momentos amargos.
--Nunca he entendido la falta de interés de las instituciones locales, regionales y provinciales, que tuvieron en su mano la posibilidad de edificar en la ciudad un campo específico para la práctica del rugby. Si recuerda, se llegaron a colocar hasta dos primeras piedras. La Junta libró 400.000 euros y al final todo quedó en nada por falta de disponibilidad económica municipal. El capítulo de las infraestructuras es la espinita que me llevo clavada: las instalaciones de la Ciudad Deportiva dan pena. Pero el momento más cruel de mi mandato lo sufrí el año pasado, cuando tuve que ponerme delante de la plantilla del primer equipo para decirle que renunciábamos a competir en División de Honor B por falta de presupuesto.
--Se marcha orgulloso de los logros cosechados en la parcela deportiva.
--Desde mi llegada peleé por la formación de jugadores. Fuimos compitiendo en más y más categorías. El CRAP ha disputado dos ligas de ascenso a División de Honor, el rango más alto del rugby nacional, así como varias ligas de ascenso a Primera Regional, firmando un subcampeonato de España juvenil en 2000. Nuestros efectivos han participado en selecciones de todos los tipos, sin olvidar la nacional con Francisco Javier Fernández. Manolo González recibió el título de mejor entrenador español. Durante muchos años el senior se ha situado entre los puestos 18 y 22 del ranking nacional. Sin ánimo de ser petulante pero respondiendo a la verdad: no hay un sólo deporte en la provincia que pueda esgrimir algo así.
--La actividad del CRAP no se ha limitado a la competición. La entidad ha brillado igualmente por su faceta organizativa.
--El club ha sido pionero en el rugby nacional y andaluz, al frente de fases finales en campeonatos andaluces, cursos de formación para monitores, entrenadores y árbitros, torneos solidarios... Organizamos partidos internacionales como el España-Marruecos de la Copa de Europa en 1992, o el España-USA puesto en marcha en 1995 con motivo de la celebración del 75 aniversario de la Federación Española. En nuestro palmarés consta un Seven Internacional con la participación de un jugador de la selección inglesa y de un All Black (selección de Nueva Zelanda). El Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca acogió la Segunda Gala del Rugby Andaluz.
--Tienda la vista atrás. Con la experiencia acumulada, ¿cambiaría algo?
--Aumentaría la intensidad de mis vivencias en la institución. Uno se acuerda de los buenos momentos, los malos prefiere olvidarlos. Como suele pasar en muchos aspectos de la vida, si empezara otra vez haría las cosas de distinta manera. Buscaría financiación con otras estrategias y no me creería tanto ciertas promesas.
--¿Qué personas le vienen ahora a la mente?
--A nivel familiar quiero agradecerle su apoyo a mi hija Marta. Es la persona a la que mi dedicación al club le ha robado más tiempo. Tenga en cuenta que mi labor no sólo se ha extendido a El Puerto de Santa María: también he luchado por el CRAP y por el rugby en los despachos. Desde 1994 he ocupado diversos cargos en la Andaluza y desde 2001 he sido miembro del Comité de Apelación de la Española. Todo eso lo nota la familia. /Texto: Francisco Lambea Bornay.