Retablo Cerámico que estaba situado en la antigua carretera de circunvalación, frente al cementerio y sobre la puerta principal de la finca "El Caracol", de la que salían excelentes espumosos como el "Continental". (Azulejo plano. Medidas: 0,30 m. x 0,40 m. aprox. Siglo XVIII). La leyenda del retablito ponía 'Hacienda de la SsMa Trinidad y Ánimas Benditas'.
Podríamos estar hablando del retablo cerámico más antiguo de El Puerto de Santa María, situando la fecha de su ejecución en el siglo XVIII. Se desconoce tanto la fábrica que lo produjo, como el autor del mismo.?? Su estado de conservación era deficiente, faltando parte de la cerámica vidriada del mismo hasta el punto de que era necesario fijarse bastante desde la carretera para verlo.
Imagen del desaparecido arco, con el retablo cereámico en la parte superior, bajo el bluende.
En todo su perímetro una cenefa de color azul pintada sobre los mismos azulejos seervía para enmarcarlo. El motivo representado es la Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo que se encuentra auxiliando a las almas del Purgatorio. Pervivían aún distintas letras de una leyenda situada en la zona baja en la que podían leerse sobre las almas de los que penan, "S S MA TRINIDAD".
El retablo estaba muy deteriorado, con grave riesgo de pérdida total. Aproximadamente un año antes de que comenzase la obra de la carretera me presenté en el Edificio San Luis y entregué diversas fotografías acerca del estado del retablo de la Trinidad. La persona que me atendió me dijo que vería que podían hacer. Cuando volví a dirigirme a Cultura al ver el inicio de la obra, me indicaron que me pusiese en contacto con el Museo Arqueológico de El Puerto cosa que hice de inmediato, allí me indicaron que los azulejos, debido a su estado, al intentar recuperarlos se habían desecho y en consecuencia, se habían perdido.Lamentablemente solo nos queda la foto. (Textos y Fotos: Alfredo García Portillo), tomadas el 23 de septiembre de 2008).
Tras el desdoble de la carretera de circunvalación, frente al Cementerio Campal, quedó destruido el arco de piedra de manos de la constructora que hizo la obra de esta vía, algo que resulta inexplicable en pleno siglo XXI, máxime en una Ciudad que goza de la protección de ser Conjunto Histórico.
MIS RECUERDOS SOBRE LA FINCA "EL CARACOL"
Quienes de nostros, los que peinamos canas, aunque pocas por la escasez de pelo, no se ha fijado en la portada de "El Caracol". En otro tiempo la distribución urbanística de zona que denominaba "el lejío", estaba formada en parte por "La Angelita", "El Caracol", el camino que es hoy la avenida de Valencia y "Las Carrales" y delante de ellos el ferrocarril El Puerto-Sanlucar. Recuerdo una vez un accidente, en el cual un carro tirado por dos jamelgos, no hizo caso al poste de hierro con una señal cruzada que decía "Ojo al tren", y allí quedaron despanzurrados caballos, carro y el cochero salió milagrosamente ileso.
Por circunstancias que no vienen al caso tuve que pasar una temporada en "El Caracol", un tío mío fué casero cuando vivió allí el hermano del actual propietario.
La portada un arco adintelado, formado por dovelas pintadas del color amarillo de El Puerto, hagan Vdes, memoria que la mayoría de los zócalos de las fachadas de la casas del barrio alto estaban pintadas de este color, se compraba con este nombre en las calerías. Que pena que hayan demolido esta portada, no sé por que suceden estas cosas, pues la misma formaba parte del paisaje de la zona y perdemos con su desaparición parte de nuestros recuerdos.
Desde que murió mí tío, no he vuelto a entrar en "El Caracol", me gustaría; pero no he olvidado su distribución, entrando a la izquierda tenía un pozo enorme, que supongo estará todavía, más adelante una casita, que era la del casero, unida por un arco a la casa principal, más a la izquierda lindando con "La Angelita", unos hornos de cal. Detrás de la casa principal había un monte con árbol encima, recuerdo que nos subíamos arriba y monte abajo rodábamos como si fuéramos toneles, alguna que otra vez soñé que seguía rodando y al final del monte levantaba el vuelo, al final caía de la cama y aterrizaba en el suelo, como es natural con algún que otro chichón. A la derecha de la finca había, al menos yo lo veía así, un gran prado con algunos árboles, ¡ pocos eh !; pero era uno de los sitios donde más disfrutaba, lo digo por la cantidad de hierbas, malvas, vinagreras, leche de burra, jaramagos y destacaban sobre todos las amapolas, dicen que las amapolas proliferan más en los trigales, pues nó, había miles. Alrededor de este increible tapíz una indescriptible multitud de abejas, abejorros, cigarrones y chicharras como música de fondo; en otro planos más alto jilgueros, verderones, colitas, chamarices, abubillas y gorriones a cientos. Y el perfume cunado de forma inconsciente rozabas las flores te llenaba de unas sensacioneas que creías que estabas en un mundo irreal y fantástico, ¡ que belleza !, por que nos habremos hecho mayor, y este paisaje haya desaparecido..
Desde mí óptica actual y recordando mi niñez en "El Caracol", entiendo la inspiración que pudo sentir Antonio Vivaldi al componer sus Estaciones o a los impresionistas franceses como Degás, Monet o Renoir entre otros.
Espero que, quien tenga la posibilidad de reconsiderar que aunque la portada de "El Caracol" tenga arquitectonicamente un valor escaso, puede seguir siendo lo que fué, la entrada a los recuerdos del gran personaje Washintong Irving.
En El Puerto a 12 de Mayo de 2.010.
De verdad que me parece increible.En el momento que comenzaron las obras ya yo sabia cual era el fin de ese arco.Aqui si algo estorba le metemos la maquina y a la escombrera,¿es que no hay nadie en el ayuntamiento que tenga dos dedos de frente y que entienda que estas construciones forman parte de nuestra hstoria?.Ya paso con la Angelita,con la antigua estacion de renfe. Y lo penultimo ya es de juzgado de guardia,pr lo visto tambien quieren echar abajo el mercado de la Concepcion ya que segun ellos carece de valor patrimonial y hace falata el solar para un parking.A quien corresponda, por favor hagan algo urgentemente nos quedamos sin El Puerto.
Yo tuve la suerte de pasar mi pasar mi juventud en el Caracol, la hermana de mi madre vivia alli,pero nunca supe hasta ahora que Washington Irving vivio en la casa, hasta mi esposo que recuerda visitar a mis tios se ha quedado asombrado. Que pena que tiraron el arco, yo lo sabia ya por mi hermana que me lo comento, y siento tanta indignacion que ya no se que pensar. Es que parece ser que no entienden lo que la palabra "historia" significa, dejeme que lo ponga con palabras facil de entender. Cuando se destruye un monumento, un palacio, un arco, es como ir a tu casa y destruir todos las fotos desde tu nacimiento hasta el dia de hoy. Que verguenza de los lideres del Puerto, que verguenza......
HACE MUCHOS AÑOS QUE EN EL PUERTO SE ESTA DESTRUYENDO SU PATRIMONIO CULTURAL Y NADIE HACE NADA.HAY QUE CREAR,SI NO LA HAY,UNA ASOCIACIÓN DE AMIGOS PRO-DEFENSA DEL PATRIMONIO DEL PUERTO.
Que pena de mi Puerto. Otro "monumento" del pueblo pasado por la piqueta. Me parece increible este derribo. Ahora tambien se quieren cargar el Mercado de la Concepción. Si no se hace algo, seguro que tambien se perderá.
yo le hubiera dejado pasar y le diría; !vete a tu casa y léete un libro!
El pasado viernes 3 de abril, se cumplieron 227 años del nacimiento del escritor norteamericano Washington Irving y 27 del homenaje que le ofrecimos, delante de la placa que recuerda su estancia en El Puerto en 1828, en el inmueble de la calle Palacios donde se encuentra Ultramarinos La Diana. Hace 26 años trabajaba con Antonio Muñoz Cuenca, a la sazón concejal de cultura, y le propuse que hiciéramos una lectura de textos del norteamericano, delante de su casa. Antonio acogió la idea con entusiasmo y, junto con el poeta Jesús María Serrano y otros que no alcanzo a recordar, nos fuimos aquel domingo abrileño a la calle Palacios esquina con San Bartolomé a reivindicar que un famoso literato romántico había vivido entre nosotros. Allí nos concentramos, cortando la calle y grupo no muy numeroso que no llegaba a quince personas. Muy felices nos la prometíamos pero, pasados un par de minutos de iniciada la lectura de un pasaje de ‘Cuentos de la Alhambra’ un conductor de un coche de tonos amarillos matrícula de Madrid, salió del vehículo con un bate de béisbol en la mano y nos conminó, imagínense de que modo y formas, a que nos retiráramos de allí. Inútil fue que le explicáramos que aquel era un acto cultural que no alcanzaría más de cinco minutos. Nuestro amenazante conductor no transigió y se dirigió a nosotros de tal modo que, tuvimos que interrumpir el acto, sucumbir ante las amenazas, -¡que otra cosa podíamos hacer!- dejarlo pasar y continuar nuestra lectura entre ruidos de tráfico y la incompresión de que la fuerza siempre intentará arrollar a la cultura.
José María Morillo
La leyenda del retablito ponía: Hacienda de la SsMa Trinidad y Ánimas Benditas. Como los Ayuntamientos son unos bárbaros, no respetan nada y lo han derribado.