El nomenclator de las calles portuenses constituye uno de los elencos urbanos más bellos de la provincia. La profesora y escritora jerezana, Pilar Paz Pasamar, en 1976, escribió un delicioso artículo, en el Diario de Cádiz, al que tituló las bien nombradas. Y lo justificaba diciendo: “Me refiero a las calles del Puerto de Santa María. Son las calles con mejor nomenclatura que conozco de nuestra provincia, aunque si nos fijamos, también los nombres de los pueblos andaluces –muchos con el inicial bostezo “al” y el suave ronquido “guad” del lingüístico sueño árabe –no son mancos- de belleza. Llamarse bien es importante, quiero decir y ustedes me entienden, que una persona, un artículo o un libro con nombre sonoro, o raro, o gracioso, ya queda iniciada con buen pie su andadura.”
Bueno, pues acaba de llegar a las librerías portuenses un nuevo libro sobre El Puerto. Se titula “El Puerto de Santa María”. ‘A través de sus calles, sus gentes, sus tierras, sus playas...’ Consta de 700 páginas y unas 300 ilustraciones gráficas. Ha reunido un importante elenco de documentación sobre las calles, plazas, tierras y gentes de El Puerto, pero quiere ser, más que un libro de investigación, una obra de divulgación del patrimonio humano, geográfico, histórico y artístico de la ciudad.
Existen muchas tesis, estudios y trabajos exhaustivos sobre temas puntuales de El Puerto, pero faltaba una compilación de toda esa riqueza patrimonial que el ciudadano medio portuense no ha tenido la oportunidad de conocer. Esta obra, más que un estudio de investigación, quiere ser, por tanto, un instrumento de divulgación, para que todos los portuenses puedan conocer la historia de sus calles, de sus tierras, de sus playas, de sus gentes. Es decir, con su carácter divulgativo, quiere facilitar los caminos de todos los que aman El Puerto, tanto nativos como amigos y visitantes de la ciudad.
Las raíces de El Puerto se remontan a la antigüedad clásica, pero sus brotes más genuinos comienzan en la Edad Media. Alfonso X aparece en la ciudad en el siglo XIII y, pocos años después, concede la Carta Puebla de la fundación de la ciudad. En el siglo XIV, queda ligada a la Casa de Medinaceli y se construye la Iglesia Mayor Prioral. En el siglo XVI, la población alcanza los 6.000 habitantes y se construyen los conventos de la Victoria, de San Francisco, del Espíritu Santo y de la Concepción. En el XVII, ya existe un núcleo central perfectamente urbanizado. En el XVIII, surge la ciudad diseñada de forma reticular tal como la conocemos hoy. El siglo XIX es el de la eclosión de las grandes bodegas catedrales. Y el XX y el XXI, los de la explosión demográfica con cerca de los 100.000 habitantes.
El gran interrogante ha surgido en la primera década del siglo XXI. ¿Qué puede ofrecer la ciudad a sus cerca de 100.000 habitantes? El Puerto debe utilizar su privilegiada situación geográfica, con tres elementos de excepcional interés en el siglo que acabamos de comenzar: el turismo, con su patrimonio histórico y artístico; el comercio, con sus grandes áreas mercantiles y la riqueza autóctona de la industria vinícola y piscícola con un incremento racional de sus inversiones. Por eso, la imaginación de sus gobernantes deben ponerse en marcha sin demora.
El gran acicate, sin embargo, tiene que ser el objetivo prioritario de la educación de sus niños, adolescentes y jóvenes para el reto que se avecina y que se llama Europa. El libro abunda en todos estos temas propiciando la lectura con reportajes periodísticos, artículos literarios, crónicas históricas y acontecimientos legendarios.
Plano de Miguel Palacios y Guillén (1845)
LA OBRA: 142 CALLES.
La obra está distribuida en 142 calles, integradas en las letras correspondientes y orden del alfabeto castellano. Constituyen 21 Capítulos, ya que hay letras que no contienen ninguna calle. Las calles del casco histórico antiguo ocupan cada una un puesto diferente. Las barriadas modernas, que han ido surgiendo a través de la historia, también tienen su espacio, pero sus calles están incluidas en ellas. Existen también lugares, ejidos, baldíos y bujedos que tienen sus nombres insertos en cada uno de ellos. Igualmente ocurre con los pagos, las playas, las huertas, los huertos, los cortijos, donadíos, etc. Por todo ello, podríamos hacer un elenco de otros 200 nombres referidos en la obra.
Cabecera del nomenclator de 1904.
Hay que indicar, asimismo, que cada calle ha ostentado a través de su historia diversos nombres. Son importantes porque constituyen los distintos momentos de la historia de cada calle. De cada uno de esos nombres, ofrecemos las razones que movieron a que cambiaran la denominación, aunque los más populares los aportó el pueblo y no acusan razones oficiales que lo avalen.
Vista aérea de la década de los cincuenta del siglo pasado.
Otro de los datos destacables es la configuración de las calles portuenses. Responde al diseño reticular que los arquitectos portuenses hicieron de las calles de la ciudad. Son calles, por lo general, rectas, largas, con aceras y travesías de continuos cruces. En su tiempo, debió significar un avance extraordinario. Ciertamente, contienen un hálito de elegancia y grandiosidad, aunque con el tiempo han quedado menguadas para en tráfico que tienen que soportar.
Los autores de la obra son: del texto, Juan Leiva Sánchez (izquierda), profesor de Lengua y Literatura, periodista y escritor; y de las fotografías, Cristóbal Leiva Fernández, (derecha) funcionario de Banca y fotógrafo. Ambos están avalados por una larga experiencia: el primero con más de veinte obras publicadas; el segundo, con un elenco de premios recibidos en toda España.
hola soy el propietario de la libreria cervantes del puerto y mis clientes me preguntan por su libro como puedo tener algunos ejemplares . mi email es toneleros7@gmail.com espero sus noticias . gracias
Soy el hijo de D. Felipe Lamadrid Gutiérrez, y hoy por casualidad, he encontrado este comentario preguntando por mi padre; la fecha es del año 2010 y estamos en 2013, ha transcurrido bastante tiempo, pero aún así, me gustaría tener un gesto de gratitud hacia MARRUFO. A través de su escrito puedo comprobar que tiene información veraz de él, por lo tanto no sé que más datos desea obtener.
Sólo me resta decirle que estoy a su entera disposición y si este escrito llega a buen puerto, internet a través del correo electrónico, (anahy_59@hotmail.com)será nuestro mensajero.
Sin más me despido, reiterándole mi más sincero agradecimiento.
Un saludo.
José María Lamadrid Aguilar.
Tengo curiosidad por el texto sobre el nomenclator y toponima ubana del Puerto de Sta. María. y las calles de esta ciudad desde el punto de vista fisico como idología, el espacio público como ideología. Amigo Leiva, en mi proxima visita a las librerias tendré la ocasión comprarlo. Aprovecho tambien el momento para preguntar por un personaje de El Puerto de Sta, Maria: Felipe Lamadrid Gutierrez, inspector de enseñanza en los años 3o. Maestro, periodista, afiliación lerruxista. Estuvo en Trebujena en los años 34 o 35. Depurado en 1936. Prision en el Penal del Puerto de Sta. Maria. Maestro en Lebrija en los años 50. Muríó en Lebrija el año 1958.
Un fuerte abrazo
Marrufo.-
Lo compré el otro día,estaba deseando que saliera un libro sobre el Puerto Sta.Maria
Me gustaría saber, como me puedo hacer con un ejemplar. Gracias
Hola , el que sale en la portada es mi padre Jose Grado Hidalgo , Maestro redero de El Puerto ,oficio del que ya quedan muy pocos en esta bendita tierra. Estaria bien hacer algun articulo sobre esta profesion.
Tiene usted alguna informacion si este libro se puede conseguir en los Estados Unidos? Gracias por su ayuda.