Miguel Ángel en su estudio, trabajando en un diploma. Al fondo una vitrina con objetos de sus múltiples colecciones.
Miguel Ángel Pantoja del Puerto nació en nuestra Ciudad dos días antes de la festividad la patrona, la Virgen de los Milagros, en 1937, hijo de José Pantoja Leal y Ana del Puerto Capilla. Quinto de seis hermanos: José María, Francisca, Diego, Antonio, Miguel Ángel y Ángel. Desde su educación elemental hasta el bachiller, realizó sus estudios en eI colegio privado Don Juan Díaz, “el Cojo”, con nótula núm. 138 en Gente del Puerto.
La familia Pantoja del Puerto al completo en un montaje fotográfico (no hay que olvidar el Estudio de Fotos de la Familia Pantoja): de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha: José María, Francisca, Diego. Ana del Puerto Capilla y José Pantoja Leal. Antonio, Miguel Angel y Angel.
A muy temprana edad y durante años sucesivos, se matriculó en la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, donde recibe clases de dibujo artístico y pintura bajo la dirección del célebre pintor Juan Lara Izquierdo, como profesor, obteniendo notas de sobresaliente, premios y diplomas de reconocimiento. A la finalización de los cursos se exponían los trabajos de los alumnos más destacados. Su primera obra fue adquirida por 200 pesetas en 1952, que ya eran pesetas para la época, cuando apenas contaba quince años. La venta de aquella acuarela le produjo una enorme alegría.
Ya desde entonces advierte en si su inequívoca tendencia hacia la pintura realista, de cuidadoso dibujo, haciendo suyas las técnicas del dibujo a lápiz y a la plumilla, destacando muy especialmente la acuarela, técnica que valora sobremanera.
El 17 de abril de 1953, asistiendo a una clase en la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia, de la que era alumno distinguido y premiado.
En el año 1959, realiza el Servicio Militar, como cualquier ciudadano de entonces, en el Ejercito de Aire, en la Base Aérea de “La Parra’ de Jerez.. De ese período conserva el recuerdo de buenas amistades, pero también de "no tan buenos momentos vividos". Lo cierto es que Ia denominada "Mili" le pareció interminable. (En la imagen, accediendo a un avión en la Base de Jerez).
BODA EN ALEMANIA.
Sus inquietas ansias hacían lo desconocido y su insaciable búsqueda de nuevos horizontes, le indujeron a marchar, muy joven, al extranjero. Echó sus raíces en la moderna Alemania, donde en 1961 se casó con Helga Hölzer-Himmelmann y tuvo dos hijos que viven en Alemania.
INTERIORISMO.
Allí cursó sus estudios de Decorador-Interiorista (“Innenarchitekt”, titulo en Alemán), en el “Institut Für Lernsysteme”, de Hamburgo. Diplomado con la nota “1=Sehr Gut” (sobresaliente), madurando profesionalmente con éxito en la industria del mueble en empresas de ámbito internacional, donde ejerció esas labores tan vinculadas con sus tendencias, (planificación, dirección de montaje y decoración de ferias y exposiciones, tales como: Feria Internacional del mueble de Colonia- ¡la mayor del mundo!; Paris; Londres; Amsterdam; Bruselas; Madrid; Barcelona; etc.
En la imagen, Miguel Ángel Pantoja, a la izquierda, posando ante una de sus obras premiadas, en Alemania.
Su profesión también le depara, por sus continuos desplazamientos, la ocasión de conocer ampliamente los distintos parajes, no sólo de ese pais, sino igualmente, de la mayor parte de los estados europeos, los Estados Unidos de América y Canadá. Al mismo tiempo intensifica su vocación por la pintura, que nunca olvidó, formando parte del Grupo Artístico “Das Fachwerk” en Bad Salzuflen. Obtuvo un premio en el “Werbezeichnwettbewerb der Volkshoschule” en Herford. En Alemania expuso con mucho éxito obras con temas españoles y alemanes.
Una imagen costumbrista pintada por Pantoja en 1998: La Fuente de las Galeras Reales.
También tomo parte en numerosos cursos de Programación, Dirección de Personal, Organización de Empresas, etc. Debido a la capacidad bilingüe, (habla alemán perfectamente), actuó de coordinador comercial, a nivel de dirección en el Departamento de Exportación en todas las relaciones con países de habla hispana. Del mismo modo y durante años, impartió como docente Cursos de Español para alemanes en la “Volkshochschule” (Escuela Estatal para Adultos) en las ciudades de Vlotho, Löhne, Herford, etc.
En una exposición de su obra, en diciembre de 1990, en El Puerto.
Después de muchos años tras la muerte de su esposa regresa El Puerto, donde volvió a contraer matrimonio, el día 7 de Diciembre de 1989 con Margarita María Tienza Villalobos, maestra de Primera Enseñanza, dedicándose con afán y entusiasmo a la pintura como expresión artística. Ha obtenido varios primeros premios en Certámenes de Pintura y ha expuesto sus obras paulatinamente en exposiciones individuales y colectivas. También, en ocasiones, el cartelismo ha sido motivo de su atención.
Con la Junta Directiva del Club de Vehículos Históricos de El Puerto.
La pintura y el dibujo es su arraigada pasión, que comparte, aunque en menor escala, con otras aficiones, tales como la colección de juguetes antiguos, soldados de plomo, objetos militares, curiosidades etc. etc., igualmente tiene pasión por los automóviles y motos antiguos, siendo en la actualidad vicepresidente y tesorero del Club de Vehículos Históricos de nuestra Ciudad.
Colección de sables de paseo y otros, perteneciente a una de las muchas colecciones de las que es entusiasta poseedor nuestro protagonista.
En la imagen, de pequeño,
preparado para la Feria
de 1941. La foto está reali-
zada en Estudios Pantoja.
Un buen amigo, Paco Solís Muñoz-Seca, le escribió en 1973 en Colonia estos versos:
A MIGUELILLO,
ESPAÑOL Y SIN SOMBRERO.
De tu pasado saliste
como aquellos puestos de chucherías
que en nuestros recuerdos felices
de feria en feria se veían
Tienes figura de artista,
de gitano aristócrata,
también tienes algo de sabio
y de escondidos resabios.
Los arcos de los Portales
sombrearon tus pasos,
y tus amores en el Parque
en algún Otoño murieron.
¿Te acuerdas de aquellas Ferias,
en la de “Ganao” y en la Victoria,
cuando llenos de luz y alegría
lo pasábamos en la gloria…?
Recordando te haces hombre.
¡Qué suerte la tuya Miguel, qué suerte
ser del Puerto y por dos veces!