Tily Santiago Cossi abrió los ojos a la luz de la Plaza del Castillo, pues aunque nació y vivió en la calle Alquiladores, 9, casa de sus abuelos maternos, el dormitorio de sus padres, cuando se paría en las casas, daba a la histórica plaza el 21 de noviembre de 1960, que es la fecha de su nacimiento. Es la mayor de cinco hermanos, hija de Manolo y Matilde -Matildina- de quien hereda el familiar y señalado nombre de Tily. Le gusta reflexionar sobre el alma que, afirma, tiene El Puerto, esa que todavía “no hemos matado del todo” un Puerto “en coma que necesita un líder que recupere lo que queda de casco antiguo”, y abunda: "No hace falta hacer experimentos; podría valer el modelo de Cádiz de recuperación de casas y palacios que se caían y hoy están salvados para el disfrute de quienes vengan detrás".
Tily Santiago Cossi opened her eyes to the light of Plaza del Castillo; although she was born and lived at no. 9 calle Alquiladores, her maternal grandparent’s house, her parents’ bedroom, in the days when women still gave birth at home, looked out onto the historic square on the 21st of November 1960, which is the date on which she was born. She is the eldest of five siblings, daughter of Manolo and Matilde – Matildina – from whom she inherits the important family name Tily. She likes to reflect on the soul which, as she says, El Puerto has, a soul which “we haven’t quite killed off “ yet, a Puerto “in a coma which needs a leader to recover what’s left of the old town”. She goes on to say that “There’s no need to do experiments; the Cádiz model of salvaging houses and mansions which were falling down and today have been recovered for the enjoyment of future generations could be used”.
Aficionada a la lectura, pero con poco tiempo para escribir, aprovecha vacaciones y viajes: el último libro que ha leído es “Los hombres que no amaban a las mujeres». Con el cine le pasa igual: le gusta pero no es asidua a las salas de proyección... ¡ah el tiempo escurridizo! Y si hablamos de música, Serrat le llena la boca y una banda sonora, la de “Cinema Paradiso” que bien pudiera ser la banda sonora de su vida.
Tily estudió primaria en las Esclavas y el bachillerato en el Pedro Muñoz Seca -aunque a punto estuvo de ser mandada interna a las Esclavas de Cádiz con nueve años- pero sobrevivió a aquel Instituto novedoso frente al Penal, donde “El Arropiero” se apostaba por aquellas fechas cuando aún no era famoso. (En la fotografía, recogiendo un diploma en las Esclavas, con seis años. Podemos ver a Antonio Gómez, presidente de la APA y a Diego Mora, concejal de Educación. Nótense las tocas de las monjas. Año 1966.)
Luego vendría la Universidad Complutense en Madrid, donde estudia periodismo hasta que, en tercero de carrera tras hacer las prácticas en el verano de 1979 en Diario de Cádiz, se queda como corresponsal del rotativo provincial hasta el año 1983, en unos tiempos donde era la única periodista que informaba de las cosas de El Puerto, amen de colaboradores de agencias, o la Delegación que Radio Jerez abrió en El Puerto por aquellas fechas. (Tily, a los mandos de una máquina de escribir marca Olivetti, hoy convertida en reliquia).
En el Casino Bahía de Cádiz, en un acto organizado por la Cadena SER, dirigida por Rafael Plaza. De izquierda a derecha fila superior: Desconocida, Rafael Plaza Checa director de SER Cádiz, Manuel Moreno Romero (AP); Salvador Domínguez, Gobernador Civil; Rafael Gómez Ojeda, alcalde de la Ciudad; José Antonio Barroso Toledo, alcalde de Puerto Real; Horacio Lara Palma; Carlos Díaz Medina, alcalde de Cádiz; Luis Esteban Solinís, director comercial del Casino Bahía de Cádiz; José Higinio Lodeiro Alfaya, periodista; Antonio Muñoz Cuenca (PA); debajo: Tily Santiago, Antonio Yélamo, e Inés Alba, flanqueando a Antonio Morillo Crespo, Alcalde de Vejer de la Frontera. 27 de mayo de 1983.
Rafael Plaza, hombre de la radio que ocupa hoy un lugar destacado dentro del Grupo PRISA, era por aquellas fechas director de Radio Cádiz; ficha a nuestra protagonista para los servicios informativos de la SER en Cádiz.
De izquierda a derecha: Antonio Arias Collado, José Ignacio Buhigas Cabrera , José Lodeiro Alfaya, José Ángel Bermejo, Tily Santiago Cossi, Manuel de la Peña Muñoz, Juan Carlos Jiménez Laz, Juan Pedro Simó y Manuel Muñoz Fossati. Esa foto cumplirá el 8 de abril 25 años. Son los miembros de la redacción de Diario de Jerez, delante de la rotativa, cuando salió el primer número el 8 de abril de 1984. Tily tenía exactamente 23 años. (Foto cortesía Prudencio López Campuzano).
Tras once meses en la emisora, en 1984, Manolo de la Peña, hasta entonces Jefe de la Sección de Provincia de Diario de Cádiz la llama para incorporarla a su equipo en Diario de Jerez, del que sería su primer director, contando con Tily para la responsabilidad de Jefe de Provincia. Allí hacen un nuevo Diario, moderno, diferente al centenario de Cádiz -propiedad también del Grupo Joly-, donde Tily dejó su impronta y señaló un estilo propio, que va marcando donde ha trabajado, como se podrá apreciar a lo largo de su vida profesional, mirando siempre, de alguna manera para y por El Puerto, como hija agradecida que es de esta tierra porteña que la vió nacer.
Con Rafael Alberti.
Con los exministros de Economía, Carlos Solchaga y Miguel Boyer, en Las Redes.
Entrevistando a la diputada Carmen Romero. Nótese el tamaño de la grabadora.
Tras seis años en Jerez vuelve a El Puerto, ahora como Delegada de Diario de Cádiz en nuestra Ciudad. La segunda Delegada: en 1988 el recordado Agustín Merello inauguraba la Delegación y Tily dirigirá aquí, en 1990, a un joven equipo: Enrique Alcina Echeverría, Diego Mora Perles como redactores, Pepe Buhigas Cabrera de colaborador, Pedro Ríos Cote en Deportes y Fito Carreto Ruiz a cargo de la fotografía. Desde la calle Larga 27, coordinaba además la información de Sanlúcar, Rota, Chipiona, Trebujena y Puerto Real, con una precariedad de medios que suplían con el empuje y las ganas de aquel equipo dirigido por nuestra Tily. En esta segunda etapa asiste al nacimiento del partido independiente que liderara Hernán Díaz y le toca vivir en primera persona las peculiares relaciones del poder local con el medio decano en la provincia. El día 16 de junio de 1991 nacía su primer hijo, Ignacio, un día después de la toma de posesión como alcalde de Díaz. Tily permanece en El Puerto hasta que en 1997, tras siete años, la sustituye el actual director de Diario de Cádiz, Rafael Navas, quien se haría cargo de la Delegación de El Puerto.
En 1982, gobernando los comunistas en El Puerto, Tily Santiago fue el Rey Negro de la Cabalgata de Reyes. Además, ese año, SSMM los Reyes de Oriente fueron en dromedarios, domesticados para la ocasión. (Foto Rafa).
Tily llevaba planteándose buscar --a raíz del nacimiento de su segundo hijo en 1995, de nombre Raul. (*) Pulsando en Comentarios accede a un artículo de Luis Suárez Ávila dedicado al entonces recién nacido-- otro trabajo de comunicadora que le permitiera conciliar su vida profesional con la familiar. A la pregunta de como conciliar ambas responsabilidades, se respondió que trabajando en un horario de mañana y vino una oferta por parte de la Administración. Y hete aquí que en 1997 empieza a prestar sus servicios como Jefa de Prensa de la Delegación Provincial de Obras Públicas y Transportes que, a la sazón, dirigía José de Mier Guerra. Pero su gozo en un pozo: pues asume además las competencias de Jefa de Gabinete del Delegado lo que, unido a su estilo de trabajo responsable, haría que también le pusiera las horas que hiciesen falta a su trabajo, empero, al menos, no tenia que luchar con los horarios intempestivos de un periódico y los fines de semana y festivos. Algo habían ganado su marido y sus hijos.
El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, posando con la directiva de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC), de la que Tily fue secretaria durante dos periodos, hasta su incorporación a la Dirección General de Medios de Comunicación Social de la Junta. De izquierda a derecha: Ángel Galán, David Doña, Vicki de Haro, Paz Santana, Fernando Santiago, Manuel Chaves, Tily Santiago, Montse Barreiro, Carmen Morillo y Fabián Santana.
Tily Santiago, en una fotografía actual.
Y así llegamos al año 2004, tras las elecciones andaluzas. Tily había destacado por su rigurosidad, la impronta que le imprimía a sus responsabilidades a las que ya hemos aludido y se fijan en ella en Sevilla, siendo propuesta al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, para que ocupe la Dirección General de Comunicación Social de la Junta de Andalucía, adscrita a la Consejería de Presidencia, dependiendo del titular de la misma, Gaspar Zarrías. Allí coordina desde entonces, --ya va por el segundo mandato-- la comunicación institucional de la Junta en dos vertientes: Coordina la publicidad de toda la Junta y la identidad corporativa, es decir la imagen de la institución autonómica. También lleva la gestión de las radios y televisiones tanto públicas como privadas, la normativa reguladora, la inspección y el régimen sancionador, teniendo a su cargo sobre 30 funcionarios. A diario viaja a Sevilla a ocupar su despacho en la Avda. de la Borbolla, cerca de Viapol y la Enramadilla, frente a la Plaza de España, en largas jornadas a veces y otras mas reducida para -su eterna obsesión- conciliar. Viaja en tren, en coche particular, prestado, con compañeros, en coche oficial... viajes de ida y vuelta con El Puerto como destino de retorno. Eso sí, pendiente del teléfono, el portátil e internet.
En 1972, con 12 años, con las Guías de España. De izquierda a derecha: María José Perea, Mari Luz Campos, Carmen Cebrián, Tily Santiago, Isabel Sánchez, Cati Teja y Marito Perea.
Tily se casó en 1989 con José Ramón Invernón, canario hijo de militar afincado en Cádiz, que nunca volvió a su tierra y el matrimonio y sus hijos viven en El Puerto. Tienen dos hijos, Ignacio y Raul, de 17 y 13 años. Sus hijos, como ella, son scouts, ella perteneció a las Guías de España, comprometiéndose de diversas maneras, la última a través de una Asociación de Antiguos Scouts de la Provincia de Cádiz, donde además, los recuerdos que les unen han propiciado que hayan creado una buena pandilla de maduritos. La Tily de paisano no tiene nada que ver con la Tily en su trabajo, aunque son la misma persona, relajando la tensión de la responsabilidad y del trabajo por hacer. Por hacerlo bien.
En la Feria, en 1986
“Fuera aparte” de eso, practica el senderismo y le encanta perderse por los pueblos rurales que todavía no han sido víctimas de la explotación intensiva del monocultivo turístico y conservan la autenticidad de lo antiguo conviviendo con el progreso. Aficionada a la Feria desde pequeñita (existen documentos gráficos desde su más tierna infancia) nuestra Tily celebró su boda un jueves de velada en la Feria, concretamente en la Caseta de la Peña 'Los Trinca', donde los invitados de fuera pudieron conocer las excelencias de nuestra tierra a traves de la primera fiesta local. Nunca se la ha perdido, incluso desde que se encuentra trabajando fuera de El Puerto, incluso cuando coincide con la Feria de Sevilla.
Tily, con dos y tres años. La segunda foto está fechada el 19 de mayo de 1963. Al fondo el Castillo de San Marcos, visión privilegiada desde los balcones y azotea de su casa.
TILY QUIERO DEJARLE CLARO A ALGUNAS PERSONAs QUE FUISTE LA pRIMERA REY MAGO DE LA DEMOCRACIA EN EL PUERTO: AÑO 1982. POR FAVOR PON FOTOS DE LOS TRES REYES YO FUI CONTIGO EN CAMELLO. CASI NÁ
Perdón y muchas gracias por la doble aclaración. Les había encontrado bastante parecido, que le vamos a hacer!
Menestea ese señor es José Antonio Barroso Toledo, tubero de astilleros de Puerto Real. Superviviente de aquellos 'servidores publicos' que comenzaron su andadura en 1979... 'Amigo' de sus majestades, especialmente de don Juan Carlos de Borbon y Borbon.
Me atrevo a opinar que José Mª Morillo es el que está en el centro, el que en sus hombros descansa el brazo de la persona que tiene a la izquierda. Por lo menos tiene la misma cara de la foto que hay en la nótula nº 135. El club juvenil de la Prioral.
En la foto del Casino no he encontrado a José María Morillo, pero si en la amistad que profesas a todos los que hemos tenido la dicha de conoceros a los dos. Como bien sabes, sigo siendo "portuense" o "porteño" de corazón y me adhiero a la propuesta de "Tily para Alcaldesa"
Me encanta el traje de gitana de los tres años, estas guapísima y está claro que ya apuntabas qu e te encanta la feria. Muchios besos
Desde luego mi amigo José María Morillo no agota mi capacidad de sorpresa. Vaya pedazo de reportaje que ha hecho sobre Tily Santiago. Merece ser HIJO PREDILECTO de El Puerto. Hace falta una gran sensibilidad y un indeclinable amor por su patria chica para haber creado esta maravillosa página. Ojalá en Jerez tuviéramos algo parecido, sin dejar de valorar a buena gente que hacen cositas aunque sin llegar a estos niveles.
Por otra parte, merece la pena pasar por esta vida y poder conocer a personas tan maravillosas como Tily Santiago. Las fotos de pequeña y jovencita están llena de ternura.
El próximo martes tendré a José María en "ENCUENTRO CON LOS LIBROS" Sería imperdonable no llevar a mi tertulia de Onda Jerez Televisión a este excepcional "porteño"
Por favor señores, hablemos de Tily y dejemonos de chorradas, que si, calle si, que si calle no.
SE ME OLVIDO APUNTAR QUE NACI EN LA PLAZA DEL CASTILLO DODE VIVIAN Y VIVEN .DOÑA MANUELA .DOÑA CARMEN. DOÑAMILAGRO.DOÑA MARIA.DOÑA CONCHA ETC.ETC.ETC.ETC.ETC.---ALBAÑILES-MARINEROS.ARRUBADORES.ETC.Y SOBRE TODO ME ACUERDO DE LOS SOPLADDORES Y DE LOS LAVADEROS EN LOS LEBRILLOS .( si hace esquina y vuelta mi informacion es erronea PERDONE)..
plaza del castillo --carboneria-local-ultramarino-donde churrasca tenia los gallos luego butano-casa de belen luego pisos-casa poeta tejada-taller mecanico-casapalacio vibienda luego juzgados-castillo-vivienda-casa de los millones -casa de los balcone debajo churrasca-bar..de postigo tambien se ve el castillo vale....
Herminio, ratifico la información que aportas, esa esquina, ahora en obras, me recuerda siempre la inmensa fortuna que hemos tenido todas las personas que nos hemos cruzado con Tily y su familia. Si hubiera mas personas como ellos, esta claro que el mundo iria mejor....
Una excelente Alcaldesa que sería para nuestra ciudad. ¡Quién sabe, a lo mejor se anima!
Diotima, está usted muy mal informada, la calle Teniente de Navío Piury Quesada, o Alquiladores, concretamente la casa donde vivieron Don José Jacinto Cossi Ochoa, abuelo de Tily, y sus padres y donde nació Tily, tiene su fachada principal por la calle alquiladores, linda con la calle Misericordia y con la calle santo domingo, por lo que desde la azotea se ve el castillo. En realidad hace esquina y vuelta con la plaza del Castillo.
Un fuerte abrazo, de un viejo amigo de adolescencia.
Javier Thuillier
Muy del pueblo se comunica con todo el mundo y se pone a la altura de todo el mundo.
NANAY DE LA CALLE ALQUILADORES NO SALE NIGUNA AZOTEA ALA PLAZA DEL CASTILLO.........
RAULITO, O LA VIDA
A Tily Santiago, con el deseo de que haya tenido una horita corta.
Raulito. Ya se sabía que iba a ser niño y que se iba a llamar Raulito. Lo primero se conocía por las reiteradas ecografías; lo segundo, por imposición paterna en ejercicio de la soberana potestad que se atribuye al cabeza de familia. Y es que, ahora, lo que ocurre es una impudicia. Se llevan mirando, cada dos por tres, a la embarazada --"ocupada", decían los clásicos-- embadurnándola con potingues y aplicándoles una máquina de fotos al minuto, que fotografía lo que hay detrás de las paredes, para ver que, si le crece la "colita", será niño y que, si no, niña. A tan procaz averiguación se ha llegado, que ya no hay esa dulce y antigua expectación. Tan sólo se supo, porque los Profetas y el Angel Gabriel lo tenían dicho, que el Niño Jesús sería varón, como lo fue. Si no, vean Vds. cómo desde Martínez Montañés, y aún antes, se le esculpían al Santo Niño su correspondiente "colita" y sus "cataplines". La Historia Sagrada, no es que esté reñida con la ciencia. Es que los médicos han suplantado a los profetas. Esto de hoy, de fotografiar a los "nasciturus" y ya saber a qué clase de sexo van a pertenecer, aparte de ser una procacidad y atentar a la capacidad de sorpresa que todo ser humano debe alimentar, no se lo permitieron, ni siquiera Justino Castroverde, ni Francisco Sánchez Pérez, Quico, ni Cuellar, nuestros más preclaros y protohistóricos fotógrafos. Todo lo más, y Vd. lo habrá visto en cualquier casa decente, su padre o su madre, su abuelo o su abuela fueron fotografiados, después de nacer, sobre un cojín con el culito en pompa, pero, por delante, nada de nada.
Y es que antes había más pudor. Antes, además, se mantenía el alma en vilo a la madre, que preparaba la canastilla "unisex", pero con un buen pertrecho de lazos azules --por si era niño-- y rosas --por si era niña-- para, de momento, tenerlo todo adobado y dispuesto. Antes, se barajaban nombres masculinos y femeninos, a tono con los de los familiares más queridos, o se eliminaban los de los más antipáticos. Era la quiniela de los lazos y los nombres un saludable juego de azar que mantenía una cierta benefactora desazón familiar. Era la reolina que alimentaba la dulce espera del adviento de un nuevo ser humano.
Ahora, todo ese misterio se ha deshecho. Se le han caído todos los palos al sombrajo de la expectación y la sorpresa.
Antes, uno lo primero que veía en este pícaro mundo, eran las caras de Doña Carmen Gabiola o de Doña María Gálvez, Profesoras en Partos, atentas y diligentes; antes, lo primero que hacían con uno era amarrarle el cordón umbilical, bañarlo en agua calentita, y ponerle la fajita y los perifollos, convenientemente perfumados con alhucema de la sierra; antes, se paría, en las casas, con dolor y a grito pelado. Toda esa liturgia del parto doméstico, se ha ido desnaturalizando y para bien de la salud de la madre y del recién nacido, pero ha perdido su ascética, su estética y su ritual.
De la botica, traían una caja de madera, pintada de blanco, que contenía toda clase de aparatos y artilugios para salvar cualquier emergencia. Se montaba un amplio dispositivo de toallas, paños higiénicos, agua caliente, etc. etc. etc. Se oían frases como "está dilatando"; "ya ha roto aguas"; etc., etc.,etc. Y todo, acompañado de abundantes gritos y ayes de dolor de la parturienta que se convertían en muestras de profunda placidez cuando se oían, por fin, los ¡Uhá!, ¡Uhá!, ¡Uhá! del recién llegado. La madre, entonces, se quedaba tranquila, como si hubiera parido, que se dice.
Cuando uno nacía, el trasiego de gente en las casas, a comprobar el buen estado de la madre y del recién nacido, era enorme. Por acá, aparecía la mandadera del Convento del Espíritu Santo, llena de cordones de San Blas, brevetines, carteritas del Niño Jesús de Praga, la reliquia de San Blas y otras lindezas y amuletos; por allá, no iba a la zaga la portera del Convento de las Pobras Capuchinas, con idem de lo mismo y más; más luego, la de la Purísima Concepción, con escapularios y medallitas; aparecían Cruces de Caravaca, la bolsa de San Ramón Nonato, el cuadro del mismo Santo y un olor, mezclado de alhucema y clorina, con la que lavaban los "bajos comerciales" a la recién parida, que, como una gallinita clueca, se mostraba, en cama, con "mañanitas" varias de encajes y lazos, a la vista de todo el que llegara. Por aquí, las tacitas de caldo; por allá, tres pollitos tomateros, todos los días, para reponerse de lo laborioso del parto y, así, hasta varias semanas.
"Salud para criarlo", le decían los visitantes curiosos. "En vida de Vd.", se les contestaba.
Lo más normal, en estos casos, era sacarle parecido al recién nacido. Eso de decir que, de nariz para arriba, era del padre y de nariz para abajo, de la madre, o viceversa, siempre ha privado, aunque, a decir verdad, todos los niños chicos se parecen a otro niño chico y nada más.
A renglón seguido, se participaba a las amistades del nacimiento: "Los señores de...., ella de soltera,....... participan a Vd. que, desde el día.... cuenta con un nuevo servidor". Pero el nuevo servidor era, como suele decirse, "una persona humana" y no "espíritu glorioso". Al pobre infante, que dormía o atronaba la casa desde la cuna, de cuando en cuando se le cogía, se le limpiaba, se le cambiaba y, si acaso no evacuaba con la asiduidad precisa, se le introducía por salva sea la parte, un tallo de perejil mojado en aceite puro de oliva que facilitaba, al parecer, las deposiciones, que dicho sea sin ánimo de ofender, tenían un particular color "caca de niño chico" y un tufo como agrio. Las gasas, los cuquitos, las fajas, el refajo, la camisita, el chalequito, el babero, los patines..., todo, hasta las trancas, había que cambiarlos a poco que el olor indicara su conveniencia. Entonces, comenzaban a funcionar la palanganita del agua, la esponjita, los polvos de talco y el "Bálsamo Bebé", para evitar las escoceduras en las partes pudendas del pobre niño.
Como un bendito se quedaba el neófito, cuando comía. Sobre todo, cuando, después de comer, estimulado por unas palmaditas en la espalda, producía un ruidoso eructo.
La mayoría de las veces, la madre le daba el pecho al niño. Decían que la leche materna contenía toda clase de vitaminas, minerales y hasta inmunizaba al tierno mamón. Otras veces, cuando la madre "no tenía leche", los calostros los facilitaba una ama de cría, que se anunciaba en la prensa. Antes se conocía a las amas de cría por los zarcillos que llevaban, que consistían en dos bolas, una mayor y otra menor, de oro, superpuestas. Casi siempre se trataba de una señora que había perdido su hijo, en aquellas épocas de terrible mortandad infantil, o que tenía leche abundante y estaba criando. Así que muchos había que, no siendo hermanos de sangre, se decían hermanos de leche.
Los principales puntos flacos de un recién nacido eran siempre el ombliguito, hasta que se le secara el cordón, a base de muchos polvitos de sulfatiazol, y la mollera. La mollera, se advertía siempre a los hermanos, no debe tocarse a un niño. Por la mollera, si se oprime o se toca, puede salir una palomita y el niño desaparecer, convertido en paloma. Así se asustaba a los hermanos mayores y a los niños curiosos que veían con estupor la hundida cavidad por donde se acababa cerrando el cráneo.
Convenientemente preparado, almidonado y planchado el enaguado de cristianar, se ordenaba lo pertinente para el bautizo. La recién parida, que al cabo de varias semanas lo seguía siendo, contemplada y reverenciada, sobrealimentada y repompeada, se quedaba en su cama, convaleciente. Los padrinos eran designados, no sin alguna discusión sobre ello. Con los padrinos se recrudecían las anteriores disputas sobre el nombre a imponerle al niño, porque aparecían en escena dos personas nuevas con sus gustos y sus manías, a las que, a veces, había que ceder.
El niño o la niña eran llevados a la Iglesia. La tata portaría un jarro de plata con agua calentita, para que, mezclada al agua salvífica, borradora del pecado original, tuviera la deseada temperatura y la entrada del neófito en la cristiandad operara sin iniciales reparos. Pero, al cabo los tendría, porque, si no era con la sal, lo era con el crisma, con el agua, con los latines, o con la música. No conozco a ningún niño que no haya prorrumpido en llanto al entrar en el seno de la Iglesia. De aquellos bautizos, yo recuerdo a los pillines de los monaguillos, contestando por los padrinos aquello de "Volo", es decir quiero, y pidiendo la propina al padrino, por bajo cuerda:" Padrino, no te lo gastes en vino". A la vuelta, los padrinos, adquirido un nuevo parentesco espiritual y la obligación de educarlos en la Doctrina cristiana, ceremoniosos, entregarían el niño a la madre: "Nos lo diste moro y te lo devolvemos cristiano".
La madre proseguiría todavía en cama, a base de caldito de puchero, pollitos tomateros, jamoncito...hasta que decidiera salir. Entonces, la primera salida a la calle sería para la "misa de parida".
Dije que, antes, lo primero que uno veía en este pícaro mundo era la cara de Doña Carmen Gabiola o la de Doña María Gálvez. Ahora lo que ven algunos niños es el tapón de la bañera yacussi, que se ha puesto de moda parir en el agua con burbujas. Así salen los niños, que al primer sábado que los dejan se cogen una borrachera de ron con tónica, porque es que, desde chicos, los acostumbran a lo malo.
Claro al que lo acostumbran, porque algunas, por aquello de que la Ley se ha adaptado a la "realidad social", se ponen en manos de un matasanos, de esos que hay, y acaban con el huevo o cigoto, que es el germen vivo de un futuro hombre, llamado a dominar la tierra y a ser el rey de la creación. Los progres de los ecologistas y las tías feministas, por cierto todas más feas que un tiro de mierda, no han reparado en que reinvidican multas millonarias y penas de cárcel para quienes destruyan los nidos y los huevos del pato malvasía o de un águila real. Pero, ¿qué tendrían que pedir para quienes destruyen el huevo, el cigoto, de un ser humano? Pues figúrese Vd.
Por la vida, en paz, hay que estar; por la vida sana; por la vida de todos: por la del pato malvasía y por la del águila real, por la del burro y la de la vaca, por la de la hormiga y la del escarabajo pelotero, por la de la lagartija y la del camaleón, por la de la flor y la del árbol...incluso por la del huevo o cigoto del hombre. Por esa, la primera.
Raulito, que la vida te sonría.
Luis Suárez Ávila