Felipe Bononato Saez, nació en 1942 en el número 102 de la calle Larga. Su gran envergadura humana y su humanidad, hicieron que durante su juventud, fuera conocido con el cariñoso aumentativo de Felipón. Su padre, taxista, tenía un citröen color plata que era conocido como “el coche de los novios”, pues se usaba para los menesteres propios de las bodas. Estudió en el Colegio de la Merced, en la calle Ganado con Miguel Cea, donde hizo la Primera Comunión. Interrumpe entre los 9 y 11 años sus estudios a causa de una meningitis que superó, felizmente, incorporándose a continuación a los Jesuitas donde termina el Bachillerato. Hace la mili como voluntario en la Base Aérea de La Parra, en Jerez y entra a formar parte del mundo laboral, colaborando con la elaboración del censo de 1962, contratado por el Ayuntamiento. (En la fotografía, Felipe en la actualidad en el despacho de su casa).
En la fotografía, Felipe, el 5º por la izquierda, el día de su Primera Comunión.
Felipe Bononato Saez was born in 1942 at number 102 calle Larga. Being such a benevolent person meant that during his youth he was known as Felipón, an affectionate name given to him by others. His father, a taxi driver, had a silver citröen which was known as “the bride and groom’s car”, since it was used for weddings. He went to school at the Colegio de la Merced, in calle Ganado with Miguel Cea, where he did his First Communion. He didn’t attend school for two years from the age of 9 to ll due to meningitis which he recovered from, luckily, and the joined the Jesuits School where he finished studying for the Baccalaureate. He did his military service as a volunteer in the Air Base at La Parra, in Jerez and entered the world of work, helping carry out the census in 1962, working for the Town Council. (In the photograph, taken recently, we can see Felipe in his office at home).
De izquierda a derecha, Felipe Bononato, el Director General del Instituto Social de la Marina, y el alcalde de la Ciudad, a la sazón, Manuel Martínez Alfonso, en 1976, durante la inauguración de la Casa del Mar.
En 1963 estuvo trabajando en la bodega Fernando A. de Terry y entre los años 1964 y 1967 presta sus servicios profesionales en la Metalúrgica Portuense. Se casa en 1967 con Milagros Güelfo Álvarez, con la que tiene cuatro hijos quienes, a su vez le han dado seis nietos. En 1968 hace oposiciones para el Instituto Social de la Marina y, con el tiempo pasa a ser el director del mismo en nuestra Ciudad, hasta su jubilación.
Trabaja para la construcción de la Casa del Mar -el Instituto hasta entonces había estado en la Cofradía de Pescadores- y durante su etapa se amplían la labor administrativa del organismo, aumentando las prestaciones a los hombres del mar. En el año 2003 se jubila de forma voluntaria con 61 años, para dedicarse al Diaconado, estando adscrito a la Parroquia de la Palma. Se ordenó en el año 2001 por el Obispo de la Diócesis de Jerez-Asidonia, Juan del Río.
Su relación con la iglesia viene desde los 12 años como aspirante de Acción Católica, junto con su hermano Pepe, Jacinto Cossi, Pablo Cerdá, Rafael Corzo, Luis Fernández y tantos otros. Guarda muy buenos recuerdos de aquella época de los curas Luis Bellido Salguero y Anastasio Pérez de Andrés, el primero sería el párroco de San Dionisio en Jerez y el segundo Capellán del Penal. Se había iniciado a la música y el teatro con los grupos de jóvenes, con su voz de bajo, partició con el maestro Francisco Dueñas Piñero, Sochantre de la Prioral y director de la Banda de Música y de diversos coros, uno de ellos en Bellas Artes, durante cuatro años. (En la fotografía de la izquierda, Felipe en una actuación, interpretando con voz de 'bajo').
De ahí pasa al mundo de las hermandades y cofradías -con el tiempo llegaría a ser presidente del Consejo Local-, con Manolo Pico Ruiz-Calderón, Luis Poullet, José Luis López Franco, Guillermo Romero Rivas. Después de una Semana Santa se plantean crear alguna asociación piadosa novedosa en el mundo de las hermandades, dando un vuelco a lo existente hasta entonces, que fuera “de silencio” y dedicada a las obras sociales. Estamos en 1950 y Felipe era el niño de la Hermandad, el más joven, con apenas 18 años de la Hermandad del Dolor y Sacrificio, en la que pasó por todos los cargos. Entre 1971 y 1979 fue Hermano Mayor. Durante su mandato, en 1975, se añade el paso de Jesús Cautivo. Felipe recuerda que la labor social ha estado presente siempre en la vida de la Hermandad, dedicando al menos el veinticinco por ciento a dichas actividades caritativas. (Los titulares de la Hermandad del Dolor y Sacrificio y Jesus Cautivo, expuestos en besamanos).
El Consejo de Hermandades, inaugurando la Carrera Oficial en la Plaza de Isaac Peral en 1986. De izquierda a derecha los Hermanos Mayores, Adolfo Ortega, Antonio Márquez, Felipe Bononato, Enrique García Máiquez, Emiliano Cristóbal, Paco del Castillo semioculto por el capirote, Paco Rodríguez, al paso de la Hermandad de la Soledad y Santo Entierro.
EL CONSEJO DE HERMANDADES Y COFRADÍAS
En 1980 sustituye en el cargo de presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías a Juan Ortega García, entidad religiosa constituida tres años antes. Felipe estuvo durante dos mandatos de cuatro años mas dos de prórroga. Durante esos diez años, se renovaron los estatutos de las Hermandades, se trabajó en la formación continua cofrade, se concienció a las cofradías en las reformas de la Iglesia Católica y el mundo cofrade y especialmente, adaptándolas a los nuevos tiempos que corren.
Cuando Felipe llevaba ocho años al frente del Consejo, el Obispo Rafael Bellido, conocedor de que nuestro protagonista quiere comprometerse de otra forma con la Iglesia, le propone que de un paso mas en ese compromiso y le invita a hacer los cursos de Diaconado. Esa decisión queda en suspenso al no aparecer nadie para sustituirle al frente del Consejo. El Obispo le anima a que busque a alguien y Adolfo Ortega se acaba haciendo con la presidencia del órgano de gobierno de las cofradías.
EL DIÁCONO BONONATO.
En 1990 el Obispo Bellido le emplaza para que se piense su paso al Diaconado. «Sentí la llamada del Señor por medio del Obispo Rafael Bellido», afirma. De acuerdo con su familia transcurre ese año de estudio y discernimiento y en 1992 inicia los estudios de Ciencias Religiosas -lo mismo que estudian los seminaristas- obteniendo la Diplomatura. Estuvo un año de pastoral -de prácticas para que nos entendamos- en la Parroquia de La Palma y está, como hemos dicho, adscrito a dicho templo con Julio Juez Ahedo, como Párroco. Allí es responsable de la pastoral social y de liturgia y ayuda al párroco en sus menesteres y sacramentos: matrimonio, bautizo y exequias. (En la fotografía, durante la ordenación como diácono por Monseñor Juan del Río, en 1991, en presencia de otro presbítero porteño).
El Diácono Bononato ha impartido conferencias, escrito artículos y pronunciado pregones: el de la Patrona en el año 2000 o el de Semana Santa en 1993, por citar los más relevantes. Es Secretario del Tribunal Eclesiástico, asistiendo algunas mañanas al Obispado jerezano donde colabora con el Vicario Judicial. También es Capellán de la Clínica Jerez, trabajado en la pastoral de la Salud. Heterodoxo y polifacético también cultivó la afición por los pasos en miniatura. (En la fotografía, durante el Pregón de los Cultos de la Patrona, en el año 2000. Foto Colección J.M.M.)
Pasos en miniatura, obra de Felipe Bononato, Vírgenes de El Puerto.
Tambien habria que mencional su gran labor en colaboracion con la Asociacion de Belenistas Portuense Angel Martinez en la organizacion del concurso de belenes y exposiciones conjuntas desde los años 90.
Tambien junto con Ramon Pinto fueron Pregoneros de la Navidad Organizado por la Asociacion de blenistas de Puerto real
El pregón de nuestra Semana Santa llevado a cabo por Felipe fue en 1993. Queda dicho.-
El hermano de Baldomero, creo se llama Francisco, como su padre.
Me gustaría añadir a lo comentado la vinculación que tuvo Felipe Bononato Saez, durante bastantes años, con la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen y San Marcos, concretamente con su párroco, el padre Ramón González Montaño, meses después de su arribada a El Puerto.
Aquello ocurrió cuando Felipe se encontraba trabajando en la Metalurgia Portuense y a continuación de su ingreso en el Instituto Social de la Marina. Fue unos de los colaboradores más activos de la Parroquia de la que formó parte de su Junta Económica. Además, apoyó a que la labor del cura Ramón diera su fruto, con la construcción del Grupo de Viviendas San Marcos.
En lo anecdótico, referirme a que Felipe fue el primer agraciado con un coche seat seiscientos en unas de las rifas que se hacían por aquel entonces en la Parroquia del Carmen para la obtención de fondos para necesitados.
Por último, quiero significar aquí, para retomar luego cuando se ofrezca otra nueva oportunidad, que la Caja de Crédito Marítimo y Pesquero creada por Ley de 10 de octubre de 1919, nace en el seno de los Pósitos de Pescadores, en la actualidad Cofradías de Pescadores. Posteriormente la Caja de Crédito sirvió de base para la creación del Instituto Social de la Marina, siendo este el motivo por el cual las delegaciones locales y provinciales del Instituto Social de la Marina estuvieran bastantes años dentro de los edificios de los Pósitos Pesqueros y Cofradías de Pescadores, colaborando estas viejas instituciones en gran medida durante todo ese tiempo con el Instituto Social de la Marina, hasta que fueron instaurándose las Casas del Mar, hecho que aconteció en El Puerto en el año 1976, como queda reflejado en esta nótula.
Cabe recordar una labor muy importante desarrolada por los médicos, don Antonio García Sánchez, don Agustín Fernández Rodríguez y don José Joaquín Muñoz Bela y la del practicante don Felipe Lamadrid Muñoz en el ambulatorio del Instituto Social de la Marina en las antiguas instalaciones de la Cofradía de Pescadores, primero en el antiguo sindicato, hoy Edificio Vista Alegre, próximo a donde esta El Kiosko del Landa, con nótula propia en gente el Puerto, 01, en la confluencia de la calle Micaela Aramburu esquina y vuelta con Guadalete, delante de la Capilla de Los Afligidos, en lo que fue el antiguo Hospital Municipal. Y posteriormente, ya en la década de los años 60, en la Avenida de Bajamar donde también estuvieron los doctores Manuel Pérez-Blanco Muñoz y Mario García Sánchez.