Antonio Almagro Buhigas, 'el Pleti', nació en 1942 en la calle San Sebastián, número 13. Aquel día sus padres Manuel y Ángeles supieron que su hijo daría la talla. Y por encima de la media. Antonio mide en la actualidad 1'90 (de alto) y considera que a sus 66 años está 'hecho un mulo' pesando tan solo 74 kilos. ¿Cuantas veces se habrá vestido 'el Pleti' de D. Quijote en carnavales y obras de teatro? De sentido del humor anda sobrado, gracias a Dios.
Estudió en el colegio de Don Juan 'el Cojo' (donde hay publicada una fotografía suya en solitario) y en el Instituto Laboral, ambos con nótula propia en Gente del Puerto, pero los estudios reglados no eran su fuerte y aunque ya ayudaba a su padre en el taller de cerrajería mecánica al salir de clases, con 13 años abandona su corta carrera académica para dedicarse a los hierros y los tubos en el taller que daba a la Plaza de la Herrería y al Parque, junto al Bar de Paco Ceballos. Aquel taller estuvo funcionando desde 1950 en el que su padre se lo alquila primero y luego compra a Felix Tejada, hasta aproximadamente 1978 en el que ya él al frente del negocio, se traslada a la calle Curva, cuadruplicando espacio y pasando a 400 metros, en una permuta efectuada con Romerijo.
En 2002 decide dejar de trabajar y pasar a ser rentista. Hace una reforma a la antigua carpintería mecánica -los ahorrillos y un crédito bancario ayudaron- y la convierte en tres locales que en la actualidad forman parte de la oferta de copas nocturnas del centro porteño: "El Burladero", "La Bodeguita" y el antiguo "Camballá" lo que unido a su pensión de jubilación le dan la tranquilidad suficiente para ser un jubilado mas que jubiloso y feliz rentista. (En la fotografía, de izquierda a derecha: Amalia; su padre, Manuel Almagro; su madre, Ángela Buhigas; Teresas Gilloto, su abuela; Antonio Almagro, su abuelo; el niño Antonio Almagro Buhigas, sobre una bicicleta de ruedas macizas; su tía Milagros y en los brazos, la hermana de Antonio, Elena).
Aficionado a los toros quiso ser torero, más por el empeño que puso en él su padre, que por propia convicción. Tuvo el honor de torear con Francisco Rivera 'Paquirri' en la plaza de Tahivilla (Cádiz) y allí se dió cuenta de que aquello no era lo suyo. Aquel fue su debú y retirada a un tiempo. De aquella afición conserva una colección de más de mil unidades de objetos taurinos: carteles, programas de manos, etc... En su casa de la calle San Sebastián era costumbre que se vistieran los toreros locales: José María Susoni, Antonio González Sabio, Antonio Morales, Fernando Heredia... que se vistieran y que se tomaran aquella sopa de puchero con picadillo que les preparaba su madre, Ángeles. (En la fotografía grande su familia, en el patio de su casa de la calle San Sebastián, 13, con el torero José María Susoni. La foto pequeña, Paquirri).
En la fotografía, en el antiguo taller que daba a la Plaza de la Herrería y el Parque. De izquierda a derecha: Paquito, Peralta, Pete, Manuel Almagro y nuestro protagonista con muy pocos años, de aprendiz. Antonio conserva entre otras aficiones una colección de radios antiguas de las que ha llegado a tener setenta ejemplares, o un par de motos clásicas una Guzzi y una Vespa, matrícula CA-3899.
Una foto familiar en la cocina de la casa: de pié su hermana Elena, desaparecida hace un año; su madre, Antonio dando cuenta de un buen almuerzoy su padre. Es una típica cocina de los años sesenta, con cocina de gas incorporada y aparador con platero.
Antonio es un hombre de izquierdas. El latido del corazón para ese lado le viene de familia. Su padre, Manuel Almagro Guilloto --pariente de aquel otro portuense republicano, el General Modesto-- estuvo preso en el Penal de El Puerto entre 1936 y 1939, algo que probablemente le salvara la vida y no la terminara en alguno de aquellos paseos del tenebroso coche 'La Viuda Negra' en el que recogían, ajusticiaban y dejaban los cadáveres de 'los rojos' en las inmediaciones de la Plaza de Toros. Su padre llegó a afirmar, cuando le preguntaban entonces, que su segundo apellido era Guillot; caso de haberlo relacionado con el General Modesto su destino podría haber sido otro bien distinto que la vida. Así, Antonio, con ese equipaje siempre se ha sentido más un trabajador que un empresario: uno mas pues, ni tenía una empresa de muchos operarios ni se quería sentir al otro lado del obrero. El fue empresario porque le tocó llevar un negocio adelante pero, afirma, "siempre defendí a los currantes en los tiempos difíciles". Algún día nos enteraremos de donde le viene el apodo de 'el Pleti' que no procede, precisamente, de pletina.
Querido amigo Antonio: Estoy de acuerdo con todos los piropos que te dedian tus amigos, por lo cual me sumo a éstos.
Que tiempos aquellos en el Colegio de Don Juan Díaz, ¿ te acuerdas?, que de tiempo ha pasado y parece que fué antié o trajantié. Me acuerdo del patio de tu casa con las fotografías taurinas que tenía tu padre. Ruecuerdo a tu tía ( hermana de tu padre) que vivía en la casa de Paco Matiola Vaca (padre del propietario del Bar El Reloj).
Un abrazo.
Antonio: Enhorabuena por todos los comentarios que he leido en esta pagina sobre tu vida y tu personalidad. Yo los comparto totalmente. Un abrazo. Leopoldo "Polo"
AMIGO ANTONIO, TE MERECE TODOS LOS PIROPOS QUE TE DEDICAN EN ESTA PAGINA PORQUE ERES UNA GRAN PERSONA.
TU AMIO QUE TE QUIERE
VICENTE GUTIERREZ
DESDE ACA , LEJOS , MUY LEJOS , QUIERO DEJAR MIS SALUDOS Y COMENTARIO
FUE UNA EMOCION MUY GRANDE , VOLVER AVER ESAS FOTOS , DE TODOS , Y MIS RECUERDOS ME LLEVARON A LAGRIMEAR ,
ERES DE MUY BUENA MADERA Y TE MERECES TODOS LOS ELOGIOS QUE HAN HECHO DE TI .
¿Qué puedo decir yo?, pues que se me cae la baba.
Muchos de sus conocidos y amigos a menudo le felicitan por lo bien que se conserva, pero siempre digo que el secreto está, además de en una "buenísima materia prima", en su caracter jovial y positivo y en una mentalidad abierta, acorde con los tiempos que corren, pero siempre manteniendo sus principios.
Yo no lo he conocido como El Pleti....
En Asturias sus amigos lo suelen llamar cariñosamente "Maestro". A pesar de no llevar por esta tierra tantos años como en el Puerto, Antonio Almagro se hace querer y es que como dice otro amigo suyo, es un tío grande, con una filosofía de vida que ya quisieramos muchos.
Sinceramente...creo que es un lujo que formes parte de nuestras vidas...
Pleti, que lo pasabamos cuando la Compacorogota. Eres un tío "grande"
Disculpa, pero siempre ha sido La Pleti, no El Pleti, sin que ello tenga ninguna acepción malintencionada, solo que así ha sido siempre.
Si algo define a “el Pleti” es la enorme determinación de ser buena gente y que aprecia en gran estima el sentimiento de la amistad.
Pero hoy quiero recordar a su hermana Elena, una persona justa y equilibrada, de gran belleza que participaba con exquisitez en los acontecimientos sociales de la tierra que la vio nacer y que, entre sus muchas virtudes, destacaba ese sentido de humor fino que nos hacía sentirnos más próximos en momentos difíciles de nuestras vidas. Aún conservo en mi retina su elegante figura y su saber estar.