La costumbre de felicitar las Fiestas Navideñas en unos casos y el Fin de Año, en otros, no es algo nuevo. En El Puerto se felicitaban las fiestas y se pedía el aguinaldo. Las casas vinateras regalaban y continúan haciéndolo cajas de sus productos a sus compromisos. Otros regalan cestas de viandas de lo mas variado y, en El Puerto, bandejas de mariscos. En Gente del Puerto hemos rescatado algunas cartulinas de deseos de felicidad por escrito, que ofrecemos como regalo virtual a nuestros lectores.
Felicitación en la portada del semanario porteño que se editó entre los años 1965 y 1966 'La Voz de la Bahía'. Era el número extraordinario del 24 de diciembre de 1965 y se aprovechaba para felcitar las Pascuas a los lectores, con un dibujo de Rafael Tardío Alonso.
Los Celadores Guardamuelles de la Junta del Puerto de la Bahía de Cádiz en El Puerto felicitaban también las fiestas. Con la ayuda de un compañero, Vicente Morató Martínez, aficionado a la cosa de la pintura, la caricatura y el cartelismo. También dibujaba en La Voz de la Bahía, pero, durante muchos años colaboró con los Guardamuelles personalizando sus tarjetones. Ésta corresponde a 1979.
A Manuel Pinto Muñoz no se le escapaba una. El utillero del Rácing, El Tagarnina, Tagasnina o Taga, -a quien ya le dedicamos un artículo en Gente del Puerto- hizo en fecha indeterminada esta felicitación genérica, válida para varias festividades navideñas. Imaginamos que sus deseos de un año lleno de dichas y prosperidades para el el equipo de sus amores sigue en pie, que falta le hace.
Ininteligible felicitación de Los Carreros de D. Juan Romero, el padre de Romerito 'el Gordo', que tenían carros para el transporte y coches de caballo de alquiler. Año 1888.
El 24 de diciembre de 1887 el repartidor de periódicos José Vázquez felicitaba las fiestas de esta manera, muy frecuente luego en muchos gremios: barrenderos, carteros, limpiabotas, ... Una tarjeta personalizada, impresa y con unos ripios propicios para la ocasión. (Todas las ilustraciones pertenecen a la colección de Vicente González Lechuga).
Felicitación genérica de 'El Vigilante' o Sereno.
Cómo cambia todo con los años. Añoro aquellas felicitaciones de los 50 / 60: "Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo", "Felices Pascuas"; hoy en día, pretendiéndose "aparentemente" ocultar la Navidad y sus raíces (nuestras raíces) cristianas, se suelen sustituir por un simple "Felices Fiestas", expresión que valdría para todas y cualesquieras de las del año. En inglés se refieren a estas felicitaciones con un: "Saludos propios de las fechas", que igualmente servirían para todo el año, pero que, curiosamente, no son un recurso comercial de ahorro válido para todo, se utilizan exclusivamente para felicitar las Pascuas o Navidad. También está enormemente extendido hablar de "las Navidades": "Estas Navidades", "en Navidades", etc., a mí me enseñaron, o yo asimilé, no sé si equivocadamente, que la Navidad (Natividad) era una, válida para todo el periodo (aunque sustituible por “Pascuas”), o propia de un solo día, posterior a la Nochebuena "... esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota ... ", luego venía Nochevieja, Año Nuevo y Reyes para terminar; todo ese cotarro eran "las Pascuas", sin sitio para el viejo tontorrón de las barbas y el saco, vestido de rojo, no había abeto o árbol de Navidad alguno; por el contrario, “nacimientos” o belenes, muchos “nacimientos”; en todos los hogares por humilde que fueran se ponía algo. Me ha extrañado no obstante, ver en una de las felicitaciones de este tema (la del vigilante), que se felicita las "Navidades" (a lo mejor estaba felicitando, con antelación, todas las próximas venideras); me gustaría saber su fecha, no obstante por el tipo de dibujo interpreto, que es de un época en la qué yo creía que aún no se había introducido el "vicio" de "las Navidades"; todos los días se aprende algo nuevo gracias a aportaciones como las de los creadores de estos maravillosos temas de recuerdos. Aunque aún hoy se vean y comercialicen ¿quién se acuerda del único dulce alcanzable en Navidad, que iba acompañado en algunos hogares portuenses, como mucho, por “las tortas” o los pestiños caseros enmelados?, aquella célebre caja de polvorones, algunos de aquellos polvorones, en los tardíos cuarentas y tempranos cincuentas, resultaban para el estómago verdaderas cargas de profundidad. ¡Que tiempos aquellos!, no de abundancia, ciertamente, pero llenos de primitivo encanto, libres del comercialismo consumista que hay día nos anula.
Adoro el trabajo que haces por el puerto. Te dejo un enlacillo con una panorámica (aunque con algo de margen entre foto y foto).
http://juancarlosarniz.blogspot.com/2008/12/estuve-har-unos-3-dias-en-el-paseo-del.html